domingo, 14 de julio de 2019

Y la lavadora sin poner.


Esta fue la primera respuesta a un vídeo que publicó Irene Montero mostrando su apoyo a la víctima de La Manada, después de conocerse la sentencia de la pasada semana.

Podría hacer una larga diatriba sobre lo soez, cateta, inculta, infantil, incluso ignominiosa que es la respuesta de ese machista anónimo. Pero creo que él solo se retrata lo suficiente, porque con cinco palabras da cobijo a todos los machistas, que por activa o por pasiva ejercen ese vetusto rol. Y lo que es más grave, da hasta pábulo a esos cinco violadores con la estupidez de su respuesta, pero me centraré solo en dos matices al hilo de su respuesta;

1/ Representas la España carpetovetónica que tenemos que superar. Y a pesar de tí y tarugos como tú, el futuro será feminista; vamos a conseguir una sociedad igualitaria, donde “ella” no tenga que poner la lavadora, ni “tú” tengas que ayudar en casa bajando la basura o haciendo la paella del domingo.

2/ Lamento dedicarte esta columna, porque no mereces ni este triste minuto de gloria. Pero espero, si llegas a leer esta columna, que sepas que el futuro va a cambiar, ni tus gracietas de cuñado, ni tus poses machistas van a detener esta revolución. Tú eres el pasado y ya no tienes nada que parar, es triste ver tu rabia porque sabes que ya nadie cuenta contigo, es penoso observar tu frustración porque te ves anclado en un tiempo que ya no es este y sabes que “tu poder” ha desaparecido, pero en el siglo XXI el machismo ya no cabe, y tú tampoco.

Y ahora, ves y pon la lavadora.

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