miércoles, 13 de marzo de 2013

Ya basta!



“Cada día me siento violada” entiendo que la frase es muy poco ortodoxa. Pero así se expresaba el otro día una compañera, mientras echábamos un café.

“Entre el IVA, la subida de los precios. Cada día tenemos menos derechos y estos tipejos siguen robándonos. Porque total, estamos callados y no nos quejamos” Seguía explicando.

Y razón no le falta.

Ya basta de reformas laborales, de recortes en sanidad, de trabajar más por menos, de tener una educación peor, de pagar más por los fármacos, de Bárcenas, de que nos vendas milongas, de Urdangarín. Ya basta!

Ya basta de que suban el IVA, la gasolina, los billetes de autobús, de que haya menos dinero para dependencia, que los universitarios sólo podamos trabajar en el extranjero (y de camareros muchos). Ya basta!

Ya basta de que nos criminalicen por pensar, de que tengamos que aceptar su credo. Ya basta!

“No hay que rodear el Congreso” seguía disertando mi compañera, “lo que hay que hacer es tomarlo”

Tal vez, no haya que tomarlo. Pero, hasta cuándo estamos dispuestos a aguantar.

No es suficiente lo que hemos tenido que tragar. Mientras ellos se siguen lucrando. Nos siguen robando y riéndose de nosotros.

No ha llegado el momento de que demos un golpe contundente. Les paremos los pies y les digamos que;” Ya basta de que tengamos que estar callados y ser dóciles! Ahora nos vais a oir y nos vais a hacer caso”

¿Hasta cuándo estamos dispuestos a aguantar sus tropelias y vamos a mantener la cabeza gacha?

miércoles, 6 de marzo de 2013

Ser un tonto útil



Empiezo a entender como funciona la política. Tal vez, un poco tarde visto mi pasado.

Pero después de escuchar como escurren los problemas, se desdicen de sus declaraciones. Dicen incoherencias o hacen declaraciones vía plasma de televisor.

Creo vislumbrar que lo importante en política, no es saber pensar, tener ideas, saber dirigir grupos, organizar ideas, proyectos o aportar soluciones, consenso, entusiasmo.

Cada vez tengo más claro que lo importante es ser un tonto útil. Da igual que sea para un ayuntamiento, como para una silla en el Congreso o un cargo en un partido político.

No importa que sepas pensar. De hecho, parece ser casi mejor que no preguntes. Lo realmente relevante es que ejecutes las órdenes que te dan sin preguntar. Tengas una verborrea adecuada y cuando los focos te apunten, digas alguna incoherencia que levante polvareda o desvíe la atención.

Mientras el partido pueda disimular sus otros trapos sucios o acometer medidas de dudosa aceptación social.

Puede sonar frívolo lo que expongo. Pero si repasamos como explican algunos políticos valencianos los derechos de los animales en el Congreso o como distinguidos representantes del partido más votado en España se inventan leyes laborales (que el resto ya quisiéramos) para defender sus trapicheos con su tesorero. El resto de los mortales sólo podemos pensar eso y que en consecuencia pretenden tomarnos el pelo.

En esta tesitura, donde todos escurren el bulto de forma vergonzante (no para ellos) , al final los ciudadanos debemos reflexionar muy profundamente, a quién sirven los políticos, a ellos y sus intereses o a nosotros.

Porque si nos sirviesen. Serían coherentes con sus postulados y ante cualquier irregularidad o verborrea vergonzosa darían todas la explicaciones y si fuese menester, dimitirían. Sino hacen esto, cabe pensar que los políticos, no sean más que tontos útiles de sus partidos o de intereses particulares, ajenos a la sociedad.

Visto así,, me alegro mucho de no ser un tonto útil.