A nadie nos gusta que los terroristas no cumplan sus condenas y nadie ha propuesto que salgan libremente de las cárceles sin penar por lo que han hecho.
Nadie quiere que se puedan considerar vencedores los terroristas y humilladas sus víctimas. De esta manera, no podemos considerar que los terroristas han ganado porque los que van a salir de la cárcel han pasado más de 20 años en la cárcel y no han conseguido ninguno de los objetivos por los que llenaron España de dolor y sangre. ETA cesó su actividad terrorista sin conseguir ninguno de sus objetivos y ésto es la victoria de todos, de toda la sociedad civil.
Pero estamos en un estado de derecho y por ende, tenemos la obligación de respetar nuestra propia legislación. Sin hacer parches legales que luego desde Estrasburgo nos reprochan e invalidan, y por supuesto tenemos que respetar y acatar los dictámenes del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Es complicado digerir que las personas beneficiadas del dictamen del TEDH sean terroristas reconocidos por su ferocidad y actos violentos. Pero el estado debe ejecutar las leyes sin pensar en quien es el beneficiario. Todos tenemos que tener la misma legislación, en las mismas circunstancias. No podemos legislar por venganza, u odio.
¿Por qué que credibilidad ofrecería la justicia si según el nombre del afectado o del acusado, aplicase un rasero u otro? ¿Lo debemos considerar permisible? ¿Debemos permitir que la justicia se haga desde las vísceras? ¿Qué queremos horcas o jueces?
¿por qué este nombre? hace tiempo escuché esta expresión y pretendo ser sincero, aunque sea molesto... como gatos en el estómago. bienvenidos a éste, mi experimento
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martes, 29 de octubre de 2013
miércoles, 26 de octubre de 2011
¡por fin una buena noticia!

Parecía que este 2011 iba a pasar a nuestra memoria colectiva como un annus horribilis. Del que difícilmente podríamos destacar una buena noticia. Y justo, cuando el calendario iba devorando uno de sus últimos meses, ETA ha dado el paso que toda la sociedad le estaba demandando y ha cesado su actividad violenta.
Sin lugar a dudas es una grandísima noticia, y no por ser esperada. Nos debe quitar ese buen sabor de la boca que nos produce el buen trabajo realizado por las fuerzas de seguridad, la justicia y las personas que calladamente han hecho que ETA se quede sin capacidad de actuación.
Porque al final, la satisfacción es que ETA no ha conseguido ninguno de los objetivos, por los que ha marcado la vida de la sociedad, en general, y de muchísimos inocentes, más concretamente. Después de tantas canalladas y actos sin sentido de la banda terrorista, la fuerza de sus armas ha quedado anulada por la voluntad popular, el poder de la democracia y el estado de derecho.
Pero no debemos perder la perspectiva. Queda mucho camino por recorrer y seguramente ETA buscará cajear el acercamiento de presos a Euskadi, a cambio de la entrega de las armas.
Por otra parte, las cicatrices no se cierran de un día para otro. A partir de hoy empieza una nueva convivencia en Euskadi, en la que los seguidores de los violentos, van a pasar a compartir los mismos espacios, con aquellos que han estado amenazados. Y estas heridas sólo se curan con paciencia y muchos cuidados, por todas las partes. Antes enfrentadas, ahora ya no…
Publicado en bajoaragondigital.com 26/10/2011
miércoles, 23 de marzo de 2011
el baul de los recuerdos

Una de las cosas que tiene ir de vacaciones a casa de mis padres, es que en algún momento mi madre me sugiere que “haga limpieza”. Es decir que limpie los baúles que tengo de “trastos”.
Pues bien, esta vez me ha tocado y a parte de sumergirme en mi pasado, el devenir de las sucesivas carpetas y hojas me ha provocado una reflexión. Y todo ello debido a que revisé carpetas, muchas con más de 10 primaveras. Donde guardaba viejos recortes de periódicos o revistas sobre temas de la época o que me suscitaron algún interés. Y éstos lejos de parecerme desfasados versaban sobre; corrupción, las drogas y su relación con los jóvenes, los retos de la genética y su aplicación a la medicina, el paro, la precariedad laboral, ETA y sus locuras, las guerras que siembran de dolor la faz de la Tierra, la guerra civil y las innumerables fosas comunes que existen, la lacra del SIDA, la Malaria o el resurgir de la Tuberculosis. Otros hablaban sobre la “fuga de cerebros” que sufre España, o los impertérritos problemas que tiene la educación en España.
De esta manera después de la pertinaz limpieza, me quedé con un regusto amargo, al preguntarme; “¿en qué hemos cambiado?”.
Si resulta que al abrir el baúl de mis recuerdos veo que los mismos problemas que teníamos hace más de una década, hoy en día siguen vigentes.
¿Hemos sabido avanzar como sociedad, para buscar una mejor calidad de vida o nos hemos dedicado a sobrevivir, entre el circo y el pan?
¿Hemos sido exigentes con los diferentes gobiernos y administraciones para que sean eficientes en solventarnos las vicisitudes diarias? O por el contrario, nos han enredado en cantos de sirenas para estar en la misma casilla de salida que hace ya algunos lustros.
Publicado en bajoaragondigital.com 22/03/11
martes, 10 de febrero de 2009
¿opinión?

Después de varios días desconectado del mundo, el lunes ETA me obliga (nos obliga) a que el te del desayuno nos sepa más amargo que de costumbre.
Es una sinrazón defender una postura desde las amenazas y el miedo. Ya que no se puede sostener ningún argumentario, puesto que éste pierde su peso su viabilidad al ser postulado desde el terror de la sangre y la metralla.
Tampoco me sirve ningún argumento victimista, para escudar sus tesis, porque en política hay que ser valiente y ni el victimismo, ni la violencia son argumentos que demuestren ese coraje para ejecutar sus postulados.
Abogarles porque abandonen la violencia y usen el juego democrático, no deja de parecer, una quimera, por la escasa voluntad que manifiestan. Así la ideología que defienden es su excusa, ellos usan la violencia por la violencia. Para así recordarnos lo lamentables que son, lo burda que es su existencia, lo gris que es su vida, que sólo saben opinar a base de dolor ajeno, amenazas y miedo.
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