¿por qué este nombre? hace tiempo escuché esta expresión y pretendo ser sincero, aunque sea molesto... como gatos en el estómago. bienvenidos a éste, mi experimento
miércoles, 23 de octubre de 2019
Parlem
Parlem. Hablemos estas semanas de los 162 desahucios diarios que hay en España (en los que la violencia también está presente).
Hablemos de porqué España tiene una inversión más baja que Noruega, Francia o Dinamarca en sanidad pública. Hablemos y debatamos de las enormes consecuencias que ello conlleva. Porque las listas de espera y la escasez de personal asociadas, no solo son un: “ya le llamaremos”. Es una lenta y angustiosa espera para resolver un problema de salud que provoca un dolor, una limitación, una frustración, una incapacidad… además de un potencial riesgo para la propia salud.
Parlem de los índices de pobreza de España. De porque la pobreza severa afecta al 6,9% de la población, la más alta registrada desde 2008. O que el 53,3% de las personas admite que tiene dificultades para llegar a fin de mes. Del 26,6% de la población española (12.338.187 personas) está en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Y que desde el año 2008, el número de personas en riesgo de pobreza se ha incrementado en unas 900.000 personas.
Hablemos de la reforma laboral, de cómo somos mano de obra barata, al servicio de un tejido empresarial que no conoce los límites. El cual, nos quiere más pobres y apuestan porque nos jubilemos a los 70 años.
Hablemos de porque aun existen los CIE´s, la Ley Mordaza y las cloacas del Estado orquestan el presente y el futuro del país.
Parlem de nuestra (impuesta) amnesia colectiva, porque aun existen cunetas y fascistas reciben honores y/o entierros magnánimos.
Hablemos de la defensa de la igualdad, del medio ambiente y de la cultura.
Parlem, hablemos sin fin y debatamos. Pero no nos perdamos en estos días de ruido y furia en ese artículo de la Constitución y debatamos de porque el resto de los artículos quedan en suspenso o son olvidados.
sábado, 19 de octubre de 2019
Pedro Sánchez y la chaquetilla de polipiel.
La hemeroteca nos trae retazos de un pasado y podemos recordar como la moda otoño/invierno de 1982 puso de moda la chaqueta de pana, como símbolo de una clase obrera que esperaba recuperar su orgullo y conciencia de clase en torno a un proyecto político y estético encarnado por el modelo Felipe González.
Con el paso de los años esa moda fue perdiendo lustre, la pana se afeó y le salieron descosidos, como la OTAN, la entrada a la Unión Europea con unas condiciones leoninas para España, la desindustrialización de muchas regiones, la corrupción, las privatización de empresas pública claves para la economía estatal y la fortaleza del Estado. Acabando muchas temporadas después, con dicho modelo sentado en un consejo de administración de una empresa. Ya no es solo la evidente traición a los principios que encarnaron esa moda del ´82, sino que además rehusó pactar con las formaciones de izquierda de su época y cerró innumerables pactos con partidos nacionalistas de derechas.
Y así, con este regusto de que la moda de los ´80, fue un mal que se debería evitar repetir. Entramos de pleno en la moda otoño/invierno de esta temporada, donde Pedro Sánchez se nos vestirá con chaquetilla de polipiel, para ganarse el favor de la clase obrera, y así hacernos olvidar que nunca quiso pactar con la izquierda. Querrá disimular los dictados (los mismos a los que respondió González) que le envían desde la derecha empresarial. Donde cualquier pacto es viable, siempre y cuando Unidas Podemos nunca esté en ellos.
Por eso, esta temporada se presenta como un intento de vuelta a la moda de los ´80 y sabemos como acabó. Así que ya sabemos que la chaquetilla de polipiel no es más que un complemento más de la derecha para disfrazar al PSOE de algo que hace años que ya no es, y en consecuencia pacte con Ciudadanos, nos aboque a la gran coalición o gobierne la derecha con total impunidad, como en la época de Rajoy y Aznar.
De esta manera, en nuestra mano está apoyar esa moda y comprarnos la chaquetilla o abocarla al olvido este Noviembre apostando por Unidas Podemos.
martes, 18 de junio de 2019
¿Estamos (Podemos) muertos?
Mucho se ha de reflexionar sobre los errores pasados, que sin duda los ha habido y algunos son fácilmente recordables; no podemos ir dividiendo fuerzas, ni hablando más de procesos internos o corrientes que de líneas políticas.
Pero nunca se ha de dudar de la influencia real de este proyecto, presionando al PSOE de Sánchez se hizo la mayor subida del SMI de la historia de España, se aseguró un subsidio de desempleo para mayores de 52 años, entre otras medidas sociales pactadas estos meses. Además de otras muchas medidas ejecutadas por los denominados Ayuntamientos del cambio, en lo local.
Si bien es cierto, que se ha de hacer un pausado ejercicio de autocritica sobre los errores cometidos en estos 5 años de andadura, medir las fuerzas reales y asegurar el paso próximo, en base a un ideario político pegado a la realidad social y saber qué políticas hemos de defender.
De esta manera, es muy aventurado decir que este proyecto progresista y transformador, está muerto y que no tiene espacio ni político, ni social. Tales afirmaciones son desmesuradas y solo responden a intereses dictados desde las eléctricas, los bancos o los fondos buitres. Esos que ven en peligro sus negocios privados, porque Podemos es la única fuerza que los ha denunciado y señalado públicamente.
Porque cuando Podemos ha sido determinante para hacer políticas de izquierdas, ha sido la única garantía para que se ejecutaran, dichas acciones. Porque sin Podemos el PSOE pierde su maquillaje y se derechiza, sin Podemos el IBEX 35 lo celebra, sin Podemos la derecha, en consecuencia, gana. Por eso, porque hemos respondido, nos toca reflexionar sobre los errores cometidos y volver a salir a la calle para, esta vez sí, tomar el cielo por asalto.
domingo, 16 de diciembre de 2018
¿Catalunya es una batalla de la izquierda?
Este precepto tan básico, la derecha lo hizo muy bien el año pasado, con un tema en el que ideológicamente, le era ajeno a la izquierda; la independencia de Catalunya.
Ya que lo que era (y es) una pelea entre dos derechas corruptas, consiguieron convertirlo en una brega en la que la izquierda acabó o bien en medio de los dos frentes dialécticos o por animadversión hacia Rajoy se acabó posicionando a favor de la derecha catalana.
Hechos, sin duda, que han conllevado un evidente desgaste de tiempo, recursos y mensajes que han caído en saco roto, y han socavado parte del crédito público de las formaciones progresistas.
Por otra parte, esta incómoda posición de la izquierda, en este asunto, ha permitido que ambas derechas zarandeen mediáticamente a los líderes políticos progresistas, achacándolos de ser cómplices “del otro”.
Sumando además otro efecto más nocivo aún, durante el transcurso de esta batalla nacionalista, la izquierda ha perdido la oportunidad de priorizar el debate sobre los problemas sociales que aun existen en España (y en Catalunya son patentes también): como la gestión sanitaria y educativa, cómo se puede garantizar desde el Estado un sistema público de pensiones y revalorizarlas, recuperar derechos laborales y trabajar por un mercado laboral en el que la precariedad no sea la norma habitual.
Así, un año después, tampoco tenemos las respuestas que demandábamos para los desahucios, para favorecer el acceso a una vivienda digna o para una conciliación familiar efectiva.
En definitiva, ¿cómo estamos saliendo de la crisis?
Con el agravante que parte de la izquierda parece haber quemado su imagen y discurso, siendo el Don Tancredo de las derechas nacionalistas.
Por todo ello, es imprescindible recuperar la acción en las políticas que la ciudadanía necesitamos, para resolver la salida de la crisis desde una perspectiva social, de izquierdas y sin excluir a nadie de la misma.
viernes, 3 de agosto de 2018
No es el taxi, estúpido.
Corrían los primeros años de la década de los 90 y Bush padre se encaminaba a una previsible cómoda victoria. El triunfo ante la URSS, y la Guerra del Golfo Pérsico, así lo hacían intuir. Pero a este mastodonte político se le cruzó un joven medio desconocido y con un sencillo eslogan cambió el curso de esas elecciones: “La economía, estúpido”
De esta manera, parafraseando a Bill Clinton no es el taxi lo que nos jugamos. Son los derechos de todos los trabajadores. Ayer fueron los compañeros de Amazon, anteayer los de Glovo y Deliveroo. Hoy son los taxistas que luchan por no permitir que las empresas del gran capital mermen sus derechos y sesguen los derechos laborales, por un sueldo de miseria. Porque mañana, puede ser tu sector, o el mío el que se vea dominado por una app que solo entiende de beneficios a costa de cercenar los derechos laborales, el sueldo de sus trabajadores y las opciones de un futuro digno.
Por eso, ante las infamias, vendettas particulares, y la falta de solidaridad con el gremio en lucha, siento pena.
Como dice un compañero: “los derechos laborales no agarran bien” y “deben pensar que nos los trajeron unos seres mágicos que descendieron a la tierra en unicornios rosas, por un arco iris”, me suele remarcar otro amigo.
Ante todo tipo de agresiones laborales, que nos recorten nuestros ya escuálidos derechos, los trabajadores solo podemos responder desde la solidaridad, la comprensión y empatía hacia los compañeros en lucha.
Luego, seguramente, todos hemos tenido desavenencias con algún taxista, pero este hecho no justifica volcar nuestro odio hacia ellos, en este momento. Como anteriormente muchos hicieron contra otros sectores que se declararon en huelga, para defender sus derechos y los de todos.
No es el enfoque correcto despreciar la lucha de unos compañeros trabajadores, porque solo de esta manera estamos haciendo más fuerte a las empresas. Solo desde la solidaridad podemos salir victoriosos y conseguir no perder más derechos.
Por eso, son los derechos de todos, los que nos jugamos en cada huelga, ERE o despido. No es el taxi, estúpido.
martes, 5 de junio de 2018
¿Estás contento?
Y mi mente empezó a recordar: "amigos sobrecualificados haciendo trabajos que no requieren calificación alguna. Otros compañeros que han abandonado España cansados de mal vivir con trabajos precarios y mal pagados, y muchos de ellos ya no han vuelto. Mi hermana emigrando también lejos, porque su horizonte era nefasto laboralmente y yo que estuve a punto de hacer las maletas, por lo mismo, porque fue casi imposible trabajar con dignidad en España."
Seguí recordando: "la dura época que supuso el primer gobierno de Rajoy donde cada viernes descubríamos, en el BOE, un recorte a nuestros derechos y cada domingo salíamos a protestar. Nos quitaron prestaciones por desempleo, nos quitaron la cartilla de la Seguridad Social si te ibas fuera de España, y la Tarjeta Sanitaria Europea si estabas en el paro. Nos quitaron derechos laborales, abaratando el despido y permitiendo que aumentasen las prácticas fraudulentas: más horas en negro, contratos temporales, por menos horas y encima se rieron de nosotros llamándolo recuperación."
"Pero no todo fueron sinsabores, si estamos hoy aquí, es porque supimos gestar un movimiento que canalizase nuestro descontento, nos aunase como colectivo y nos diese fuerza para decir: ¡Basta¡ No os queremos. Y después de ese 15M supimos que algo había cambiado, tal vez no éramos conscientes de lo que íbamos a conseguir, pero nos dio fuerza para seguir protestando.
Era diferente, estábamos interconectados, ya no éramos los jóvenes por un lado, los parados por otro... Descubrimos que podíamos ser muchas voluntades juntas luchando por los mismos objetivos. Y así, empezamos a llenar las calles de reivindicaciones y de ideas.
Al calor de estos cambios, muchos encontramos cobijo ideológico en nuevas formas de hacer política, porque los viejos partidos nos sonaban caducos y difíciles de creer."
"Esa nueva conciencia nos impulsó a decir basta a la corrupción y la denunciamos. No fuimos sus cómplices y pusimos en boca de todos los casos Lezo, Púnica, ERE´s, Bankia, Gürtel, destapando su liberalismo de amiguetes, donde las mordidas las pagábamos nosotros y los beneficios se los repartían entre ellos.
Y con esta conciencia empezamos a construir ese futuro que soñamos, bajo las burlas y continuos desplantes de los palmeros del viejo régimen y la rancia derecha que hasta este viernes se anquilosaba en el poder de forma soberbia y displicente."
"Sé que esto no hará que vuelvan, inmediatemente, mis amigos que viven fuera, ni que mañana nos devuelvan los derechos arrebatados. Pero debe suponer el comienzo por el que hemos luchado estos últimos años, contra todos los elementos, mediáticos y del Estado.
Sin duda, el futuro puede ser apasionante"
Devolví la mirada, sonreí y dije: Sí, estoy contento
miércoles, 16 de mayo de 2018
Error 404: izquierda not found
Porque los militantes, de estas corrientes ideológicas, no solo queremos ver un tweet o una gracieta por Internet. Queremos ver como dan la cara y ponen el foco en las corruptelas y ese ignominioso pasado que siempre vuelve. Queremos verlos activos haciendo frente a los desmanes de la derecha contra el Estado del Bienestar, contra los derechos esquilmados, contra la dignidad arrebatada y por el respeto a la memoria histórica.
Pero, en vez de eso, acabamos apesadumbrados, buscando entre las noticias donde está ese fervor, esa intensa lucha y no la percibimos. Solo breves chistes o juegos de palabras, pero sin la suficiente carga ideológica. Solo eslóganes fáciles y frases hechas, para cortar y pegar, pero sin un fundamento.
Porque, por ejemplo, en el caso del máster de Cifuentes los más críticos y, a la vez, la mayor defensa de la dignidad, honradez y honestidad, ha venido desde algunos medios de comunicación. No ha venido desde los partidos de izquierdas. Ya que muchos se han sumado a este carro solo desde sus altavoces de 140 caracteres, pero no han profundizado en lo que supone este supuesto caso para la imagen de la universidad pública.
Así, al final, a muchos votantes de izquierdas nos queda la sensación que la defensa de nuestros intereses, se hace desde una teatralización y echamos en falta, una mayor carga ideológica y un mayor énfasis y aplomo en la defensa de los argumentos.
miércoles, 31 de enero de 2018
Me habría gustado veros.
Me habría gustado veros, con esa emoción a flor de piel, cuando echaron a tu vecina del tercero, porque debía unos meses de su hipoteca. Pero callaste cuando supiste que la deuda que los bancos tienen con nosotros, nos anunciaron que nunca la íbamos a cobrar.
Me habría gustado veros, enfervorizados contra las injusticias. Contra ese CIE donde me cuentan que se golpea y no se respeta los derechos humanos.
Me habría gustado veros a pie de calle, cuando decidieron que había que rebajar las pensiones y hacer más pobres a los pobres jubilados. Cuando decidieron que los trabajadores teníamos demasiados derechos. No solo recortándonos los sueldos, si no que abarataron nuestro despido, nuestras prestaciones por desempleo e hicieron desaparecer los planes de formación a parados.
Me habría gustado, no. Me habría encantado que juntos coreásemos las vergüenzas de este gobierno mentiroso y artero. Que con sus trucos de charlatán, nos quiere hacer olvidar sus cajas B, sus ordenadores destruidos, su sede pagada en dinero negro, su liberalismo de amiguetes y los millones evadidos, que residen en Zurich, capital de España.
Pero, todas estas veces decidiste que no iba contigo. Que a ti no te interesaba la política. Y por ende, ni que te bajasen la pensión, ni que te murieses esperando esa consulta médica, ni que la prestación por el paro fuese menor. Y aun te pareció menos importante que la banca se quedase con tu casa, y además con tu dinero.
Todos estos hechos fueron baladíes, hasta que el gobierno hizo que te interesara su política y enarbolando un trapo decidiste que tenías que defender la unidad de este país, que tanto ha dado por ti... a los bancos, a Panamá y Suiza, a los amiguetes y cuñados. Pero ahí estás tú, pobre, parado y sin operarte con una bandera auspiciando no solo el problema de ego y naciones de unos señores ricos. Sino que a la postre haciendo tuya esa causa, y no habiendo pisado la calle en estos últimos años, legitimas a un gobierno que ha acabado con el estado de derecho y nuestros servicios públicos.
Me habría encantado vernos defendiendo, juntos, nuestras causas, nuestra sanidad, nuestras pensiones, nuestros derechos, en definitiva. Y no tapando tu amnesia y docilidad con ese trapo
sábado, 13 de enero de 2018
Ser progre-guay
Para así, evitar ridículos como es meternos en batallas nacionalistas entre burgueses por defender Estados burgueses imaginarios contra Estados burgueses centralistas.
Porque es vergonzoso ver como la izquierda se ha olvidado que el principal fin de nuestras organizaciones, sería defender los intereses de la clase obrera, desde el principio de la solidaridad internacional. Pero seguimos empeñados en creernos las mentiras de las fronteras. Para, en consecuencia, mirarnos el ombligo y creer que hay pueblos oprimidos en España, como si estos fuesen el pueblo saharaui.
No podemos aceptar que las formaciones de izquierdas prioricen disputas entre burgueses, como parte de la lucha obrera. Cuando lo prioritario es darse cuenta que la hipotética República catalana, no será más que un Estado de derechas ideado y engendrado para responder a los intereses de la burguesía catalana. Tan solo repasando la historia, tan solo repasando las clases básicas de ciencias políticas, podemos discernir que es una lucha de derechas. En la que la izquierda debería saber posicionarse, no con los independentistas, si no con la clase obrera. Para luchar porque la sanidad catalana no estuviese en manos de empresas e intereses privados. Para que la educación pública no fuese un gueto desprestigiado e infradotado. Y que los servicios sociales fuesen públicos y no los gestionasen fundaciones de oscuro patronazgo.
Pero, en vez de eso, y solo por inquina a Rajoy, hemos decidido,de forma torpe, encabezar una causa ajena: la nacionalista catalana.
De esta manera, espero que algún día alguien abra un viejo libro de Marx, de socialismo y se avergüence de haber hecho causa por un Estado y no por la clase que supuestamente deberían haber representado.
miércoles, 1 de noviembre de 2017
La añoranza del comunismo y el fracaso de la democracia
Sin duda, este silogismo no se cumple en todos los países, pero sí que está fuertemente arraigado en algunos de ellos.
Por ello, que gran parte de la población te haga esta reflexión, es un fracaso de la democracia existente y sus políticas. Porque los ciudadanos relacionan: democracia con falta de dinero, pobreza, paro y cierre de fábricas. Pero no lo aparejan con las libertades que deberían ir asociadas a ella. Y por el contrario, prefieren valorar positivamente que con el comunismo tenían dinero y trabajo (en su país), a la vez que ciertas comodidades de las que hoy no disfrutan.
En esta tesitura, deberían preguntarse qué democracia tienen en sus estados. Si es una democracia real que brinda oportunidades y libertades a los ciudadanos.
O por otra parte, se parece más a una democracia/capitalista. La cual, bajo el paraguas de unas elecciones regulares, el sistema capitalista tenía como único fin aumentar su nicho de mercado en países donde hasta entonces no podía llegar.
Tal vez, ellos perciban esta segunda opción y sientan que nunca han tenido una verdadera democracia. Ya que cambiaron a un dictador con bigote y rancio traje militar, por un dictador que va insertado en los billetes de 100€.
miércoles, 4 de octubre de 2017
Diversión con banderas.
Así podía empezar cualquier episodio de la sit com Big Band, y partir de ese gag inicial, podríamos delirar con absurdos equívocos e hilarantes chistes sobre banderas y kafkianas situaciones que se pueden producir por una u otra bandera.
Pero la realidad suele ser más tozuda que la ficción y nos regala extrañas vivencias que tenemos que digerir, sin saber que efectos nos producirá.
Así el domingo vivimos una revolución burguesa. Tuve la ocasión de estar en las inmediaciones de un colegio electoral en Catalunya, mientras los Mossos lo cerraban y los votantes se desplazaban educadamente guiados y en el pertinaz silencio propio de una romería de Mayo al nuevo centro de votación, a la par que miraban sus Iphone , brillaban las alhajas de oro y lucían las buenas ropas de los domingo de misa.
Porque nadie espere que la futura República Catalana sea un Estado socialista donde impere la solidaridad, el respeto a los derechos laborales y la sanidad pública deje de estar privatizada. Solo hay que ver en qué sentido votó la pasada semana la antigua CiU en el Congreso el acuerdo CETA. Si justo, unos días antes del violento referéndum votó con el PP a favor de este acuerdo con Canadá. Sería muy interesar que los catalanes lo leyeran para saber que van a vivir en un Estado burgués liberal y defensor de la libre economía de mercado, justo lo contrario que cualquier obrero debe aspirar a defender.
Luego se habla de proceso deslegitimado, es obvio que el referéndum perdió su valor cuando desde la justicia se anuló, se deshizo la Junta Electoral, las urnas se movían de un centro a otro a escondidas para evitar que fuesen requisadas, no había garantías legales que preservasen la legalidad de la votación, no había habido una campaña al uso, existía la fuerte coacción de las fuerzas del Estado en la puerta de muchos colegios a golpe de garrote.
En consecuencia, ¿qué importancia tenia el referéndum,? Ni para unos valía porque había votado: “poca gente” y para los otros: “sabían que iban a votar solo ellos”. Pero sentían que tenían que hacerlo y así manifestar su sentimiento.
Un sentimiento no ficticio, pero sí catalizado desde las instituciones catalanas, a base de dinero público, para evitar que los catalanes recuerden a Mas como el peor president de la Generalitat y pase a ser recordado como el “héroe que inició el Procès”. De esta manera, nadie recordará su quiebra de la caja de la Generalitat, el infame trato prestado a la sanidad y educación pública catalana y el despilfarro en aventuras superfluas, pero bien recibidas por sus amigos burgueses.
Pero, a pesar de todo esto, es difícil no sentir ganas de querer votar después de ver las brutales escenas de represión policial. Me cuesta comprender que un derecho civil, como es el de votar, deba ser reprimido por parte del Estado, con violencia, coacción, insultos y odio. Si esta es la única herramienta que el Estado tiene para evitar una ilegalidad, es cuanto menos preocupante e intimidatorio, para tomar en consideración en próximas ocasiones.
Visto los lamentables actos del domingo, he intentando, desde la serenidad, hablar con pacientes, amigos, compañeros, intercambiar mensajes con personas que considero ecuánimes y me pueden dar otras opiniones y al final se trasluce un halo de tristeza, cansancio, frustración, estupefacción y cierto hastío. Y esta sensación les ha calado más fuerte que los golpes de porra que algunos han recibido. Ver como se les llevaban las urnas, los zarandeaban o les insultaban es una imagen que no podrán borrar. Es una instantánea muy dura que no tiene ni posibilidad de taparse, ni rectificar. Así esa imagen ha creado una fuerte unión entre los catalanes contra la policía que representa al Estado y aúna sus ganas. Reclutando a más gente contra Rajoy y la España que representa.
De esta manera, nuestro presidente al lanzar a 10000 policías a barrer las calles, puede que haya sido el catalizador de un sentimiento colectivo de Estado catalán en el seno de la población independentista. Porque a quien han pegado, esta vez, es al tendero, al hijo del mecánico, al vecino, al amigo.. y esto lo están interiorizando como una agresión, una grave ofensa que no les permite estar más tiempo dentro de España, porque después de estos hechos ellos consideran que solo les cabe irse.
No sé cual es el final de este órdago, no sé si les pegarán más fuerte como defienden los españolistos del pollo o algún ignorante. No sé si su República será una nación burguesa y lo descubrirán cuando trabajan más por menos derechos. Tampoco sé si es tan importante una bandera como para expeler tanto odio.
Realmente de esta situación, solo tengo claro que las banderas y las patrias que representan las mismas, nunca han defendido los intereses de los obreros, y sí han vivido de su esfuerzo y no creo que merezca ni una gota de sangre por una bandera y solo deberíamos luchar por Estados que sí representen nuestros derechos sociales y laborales, en la forma que consideremos justa.
Como me decían el domingo noche: “Un patriota, un idiota … mil patriotas, mil idiotas”.
Y esto ha sido todo por hoy en “Diversión con banderas”
martes, 26 de septiembre de 2017
Quiero mi referéndum
De esta manera, es muy difícil poder exponer un argumento que se salga del guion que han forzado con sus descabelladas actuaciones desde Madrid y Barcelona, ambos gobiernos. Que a la postre, perece que los dos tienen el mismo guionista que les dicta las actuaciones a realizar. Porque da la impresión que solo buscan generar ruido, caos, confusión y, en consecuencia, que los atrincherados sigan bajo un permanente ataque de nervios y tensión.
Así, ya no desde la equidistancia de un observador neutral, como me autodefino, si no desde la lejanía de alguien que no cree en los estados y sí en la solidaridad obrera y el internacionalismo.
Sí que pido un referéndum, pero para mí. Para poder independizarme de esta retahíla de políticos incapaces, que sabiendo el resultado, siguen manipulando a la gente, jugando con sus emociones, para tapar sus carencias. Mientras siguen explotando el filón del sentimiento a un trapo (llamado bandera) para lanzar a los ciudadanos unos contra otros, a la par que ellos siguen en su huida hacia delante.
Por ello, no quiero pertenecer a ningún Estado donde sus dirigentes políticos, usan los sentimientos de la ciudadanos para manipular, distraer, engañar, crear cortinas de humo y disimular sus incapacidades políticas, de gestión, su falta de humanidad y valores éticos.
No quiero ser cómplice de unos, ni de otros, no me creo sus mentiras disfrazadas de banderas e himnos. De Diadas y días de la Hispanidad. No quiero abrazar ninguna bandera que me vendan bajo los ardid del engaño y del subterfugio.
En consecuencia, buscaré mi papeleta y mi mesa electoral y a riesgo de que sus policías me lo impidan, quiero votar en mi propio referéndum para independizarme de ellos.
jueves, 12 de enero de 2017
El ombligo de Pablo y de Iñigo
Lo que se llamaron las "Fuerzas del cambio" llevan varias semanas ensimismadas en mirarse su propio ombligo. Para así medir quien es más alto, más guapo y más fuerte dentro del partido.
Al final parecerá ser que ese cambio que nos propusieron se basó en llegar al Congreso, representar alguna escena para llenar sus medios y los ajenos, Twitter y varios posts de Facebook. Y después, su iniciativa parlamentaria se ha diluido en la mediocridad e irrelevancia. Ya que vistas las noticias de estas últimas semanas deben pensar que a los españoles nos importa más quien dirige su formación o quien lanza la pulla pública a su rival más sórdida o ruin.
En esta tesitura, se nos han escurrido temas que deberían marcar la agenda política estatal, y con sus enredos, han dejado pasar. Es difícil saber su postura al respecto de los presupuestos del Estado, o sobre la postura flexible y servil del PSOE, en las últimas negociaciones parlamentarias, entre otros. Realmente me parecería más interesante que hubiesen centrado el debate político en la pobreza energética, y no dedicasen sus esfuerzos en insertar publicidad del amigo Errejón o Iglesias en mis apps del móvil.
En consecuencia, entre debates y pullas de bajo calibre, carente de todo tipo de interés ideológico, vamos pasando los días. Con la extraña sensación que su cambio se diluye, su acción política se vuelve obtusa e incierta, sin saber realmente cual es su función en la política: ¿llegaron para cambiar la sociedad? ¿Llegaron para quedarse ellos? O,¿llegaron para hacer ruido y animar las charlas de sobre mesa con sus escenificaciones calculadas?
viernes, 2 de diciembre de 2016
Morir y que te lloren
Esta frase no pasa de ser una de esas, con las que los humanos llenamos el aire en los velatorios, para reconfortar a la familia del difunto, y realmente, salvo deshonrosas excepciones, suele ser, de algún modo, cierta.
Pero la realidad suele ser testaruda y los sucesos de estos días han llevado a la hipérbole estas expresiones. A saber, cuando hemos acabado oyendo que Rita Barberà era una pobre mártir que estaba sola y deprimida, de forma injusta y días más tardes desde la izquierda más reaccionaria se han dado golpes en el pecho loando a Fidel Castro como la quinta esencia del ideario progresista.
Entrando en materia, los mismos que se han deshecho en alabanzas a la ex alcaldesa valenciana, son los mismos que meses atrás la repudiaron del partido, son los mismos que la evitaban en los pasillos y pedían que cayese el peso de la justicia sobre ella, por sus supuestas corruptelas... hasta que murió y en un raudo ejercicio de amnesia colectiva se les ha llenado la boca de alabanzas a una gran alcaldesa, una gran mujer y mejor persona. Le han dedicado tweets, artículos y alguna sospechosa crónica de periódico.
Por otra parte, mirando hacia la izquierda, la reacción ha sido la misma: hemos desempolvado del baúl del altillo esa vieja bandera de Cuba, la foto de Fidel con su eterno puro y hemos llenado Facebook de emotivas despedidas a una persona ejemplar y de actitud modélica, durante toda su vida.
No negaré que a mi Fidel me produce un sentimiento romántico, pero su revolución acabó, para mí, cuando se perpetuó durante décadas y décadas en el poder, sin permitir que las libertades en la isla fuesen efectivas y reales.
Por este motivo, no puedo considerar a Fidel un santo, un héroe. En consecuencia, no sacaré la bandera cubana, ni ondeará en mi habitación, junto a la tricolor, el semblante barbudo de Fidel. Lo que pienso de él, seguirá siendo lo mismo que pensaba hace una semana, y lo mismo que hace años. Fue un dictador, lo podemos disfrazar de nostalgia, de romanticismo o decir que los malos fueron los Estados Unidos, pero eso no maquilla sus políticas y sus acciones.
Por esto, la muerte no hace mejores personas a los muertos, solo cambia las conciencias de quienes se quedan.
sábado, 5 de noviembre de 2016
Pedro Sánchez no es la Pasionaria
impresión que han dejado a un PSOE dividido y en un estado de
destrucción. Y por el contrario, parece que los hechos han convertido
a un tibio e insulso (políticamente hablando) Pedro Sánchez, en un
tótem del que harán pósteres, chapitas y competirá con el Che Guevara
por ocupar el corazón de los jóvenes revolucionarios.
Dado que en unas semanas, el que parecía un líder con poco peso y
opinión, con un escaso discurso y posición ideológica. Parece que se
ha querido erigir en la nueva Madre Teresa de Calcuta, en una
reformada Pasionaria de la izquierda, donde defiende a los obreros, a
los sin voz,a los pobres y marginales. Habla de todo, para todo tiene
opinión, y no rehuye una pregunta, además de contestarlas con
(supuesta) valentía.
Si este es su verdadero carácter, el de un líder combativo, debería
explicar porque hasta hace unas semanas se mostraba tibio en sus
opiniones, esquivo en las respuestas y amable con esas élites
económicas que ahora atiza sin piedad y sin pudor. Porque hasta hace
unas fechas se mostraba orgulloso de haber pactado con Ciudadanos y
ahora hace un quiebro a sus hechos y abre una nueva senda en su
política.
Debería explicar también, porque apoyó sin fisura alguna la reforma
del artículo 135 de la Constitución, e incluso publicó un tweet
sacando pecho de dicho acto.
Son demasiados interrogantes, demasiados cambios en unas pocas
semanas, para creer que realmente Pedro Sánchez sea el líder de
izquierdas que necesita el PSOE, para salvarlo de la destrucción y la
insignificancia, e incluso me siembra dudas de que él pueda ser, tan
siquiera, dicho líder.
Tal vez, los militantes del PSOE deberían hacer un ejercicio de
crítica, para valorar si este es el líder que les ha de devolver a la
izquierda. No es la nueva Pasionaria, no el nuevo Che Guevara, no es
la nueva Madre Teresa de Calcuta. Porque solo actúa por despecho y
odio a los mismo que le auparon y ahora le han quitado de la foto.
¿Os sirve?
viernes, 7 de octubre de 2016
El PSOE depone las armas, la derecha siempre gana
Más dudas que respuestas nos ofrece esta semana, en la cual, el PSOE nos ha mostrado sus vísceras, sin poder reparar aun, cual puede ser el daño real para ellos y para las izquierdas en general.
Porque después del espectáculo al que hemos asistido estos días, donde Susana Díaz se ha quitado la máscara y después del órdago de Pedro Sánchez, lo ha barrido del mapa político. Así con estas turbulencias se vislumbra un panorama muy incierto.
Siendo la mayor incógnita, hasta donde va a virar el PSOE su estrategia política, qué condiciones impondrá al PP para que este gobierne, se atreverá a entregar a la derecha el gobierno durante 4 años más y esto le pasará factura al PSOE perdiendo votos y militancia.
Porque sin duda,con el tiempo, la sangría de esta semana le va a costar al PSOE la pérdida de apoyo de sus bases que les va a costar entender el circo que han montado y que a la postre Mariano Rajoy se beneficie de él.
En consecuencia el PSOE corre el riesgo de haber emprendido la senda del PASOK y acabar siendo un partido marginal,por ello sus nuevos líderes tienen el reto de intentar lavar la cara de su partido, para maquillar sus acciones y así reenganchar a un electorado noqueado y estupefacto.
Por otra parte, esto supone un duro golpe a los hipotéticos gobiernos de izquierdas que pueda haber en el futuro. Dado que se vislumbra un panorama donde el PP va a fagocitar muchos escaños y sin la participación relevante del PSOE se ve muy compleja una suma de izquierdas que quede por encima del PP con la claridad suficiente para que sea incontestable.
Lo dicho, la derecha siempre gana
lunes, 5 de septiembre de 2016
el caos o yo
Y digo, en un principio, dado que Rajoy sigue empeñado en su política de chantaje. Y no le bastó con amenazarnos de volver a votar el 25 de Diciembre, si no salía elegido presidente. Si no que además, ahora sigue queriendo ser el candidato, una vez que el Congreso le ha rechazado de forma mayoritaria.
Así, en esta tesitura, lo lógico sería que el PP buscase un candidato que pudiese aunar más apoyos a su alrededor, y no arrastrase con él la sombra de la duda y la corrupción. Pero lejos de querer retirarse de la primera línea política. Rajoy sigue aferrado a su idea de ser él el candidato, sin que quepa la posibilidad que desde la derecha haya más alternativa a su figura.
Con esta postura da la impresión que quiere escenificar que es la única persona capaz de detener las aspiraciones de Pablo Iglesias y los suyos de hacer de España un país bolivariano. De esta manera, contrapone su imagen al, supuesto, caos que generaría un gobierno donde él no fuese el candidato. Quedando, así, como único estandarte capaz de detener a las izquierdas y queriendo representar en su propia figura, la tranquilidad en contraposición al caos que traería la formación morada.
domingo, 28 de agosto de 2016
La paradoja del PSOE y el fin de las izquierdas.
La geometría del Congreso de los Diputados parecería haber provocado
que Rajoy haya sido expiado por sus pecados de la pasada legislatura,
el PP absuelto por el jurado popular de sus corruptelas y habría
puesto en el ojo del huracán y de los males de esta ingobernable
España (según algunos rotativos) al PSOE.
Antes, el mal lo engendraba Pablo Iglesias y compañía. Ahora pasada
las elecciones, este papel lo ha pasado a encarnar Pedro Sánchez.
Muchos parecen ser los motivos para que el PSOE esté bajo el foco de
la información. A saber, el PP ha conseguido que su marca
blanca/naranja se olvide de las corruptelas del PP y acepten que Rajoy
sea presidente, y en esta situación, el PSOE es el que tiene la llave
de que Rajoy siga desmantelando el Estado y haciendo de la política su
cortijo particular.
Y en una perversión de la política, para acercarla más a los intereses
de Rajoy, el candidato conservador a La Moncloa, ha elegido el 30 de
Agosto para presentarse a la investidura, dado que unas terceras
elecciones serían el Día de Navidad. Lo cual, añade más presión a
Pedro Sánchez para que se vea obligado a formalizar su renuncia al
ideario socialdemócrata y permitir que la derecha pueda seguir
ahondando en la destrucción del Estado y sus servicios.
Pero, ¿por qué este interés en desahuciar al PSOE? Sin duda, es el
rival más débil, pero es necesario que traicione a sus propios
votantes para que esta formación pierda su hipotética credibilidad (y
en consecuencia votantes) y así, no pueda haber en la izquierda
ninguna suma posible para gobernar, ni en las alcaldías, ni en las
autonomías (sobre todo) o posteriormente a nivel estatal.
El PP sabe que puede acabar de dar la estocada perfecta al PSOE, este
puede hincar la rodilla, perder gran parte de sus votantes y con ello,
conseguir que las izquierdas no puedan gobernar en un medio plazo en
España.
Porque, ¿quién votará, otra vez, al PSOE si permite otro gobierno de derechas?
lunes, 11 de julio de 2016
Yo quiero tener 1 millón de amigos y así más fuerte poder...
“Yo quiero tener 1 millón de amigos
y así más fuerte poder gobernar”
Esto debe ir cantando estos días Pablo Iglesias. Debe estar pensando
donde se ha dejado ese millón de amigos que le iban a permitir
gobernar.
“¿Cuáles han sido las causas que han hecho que ese millón de votos de
IU no hayan llegado?” meditará para sus adentros y en sus círculos
explorará las posibilidades, los cálculos, los errores políticos, de
comunicación o sociológicos que han provocado que se desvanezca la
opción de un gobierno del cambio.
Seguramente su grupo de asesores habrán listado los errores, los
fallos, pero dando un paseo por Twitter se ve como los militantes de
IU casi celebraban el mal resultado de la coalición de Podemos e IU el
26J.
Resulta curioso que cuando votaron para certificar esta unión saliera
por una amplia mayoría el respaldo a la decisión de Garzón de confluir
con Podemos. Resulta curioso que las voces disidentes solo se
focalizasen en Llamazares o Cayo Lara y aun más que el buró del
partido no alzase la voz contra la coalición.
Hasta que llegó el mal resultado y explorando los datos ciudad a
ciudad, pueblo a pueblo da la impresión que los votantes de IU se
quedaron en su casa y viendo sus celebraciones en Twitter estas
semanas casi lo corroboran.
¿Preferimos ser los más puros de la izquierda y seguir mirándonos el
ombligo? ¿O preferimos pactar para poder recuperar el país, nuestros
derechos y nuestra dignidad?
Es decir, ¿hemos sido capaces de perder la oportunidad de gobernar
para nosotros por no saber mirar más de nuestras propias narices?
¿Hemos perdido un millón de amigos por el propio de ego e inquina?
domingo, 12 de junio de 2016
¡Qué vienen los rojos!
Ya ha empezado la nueva campaña electoral, pero desde hace
semanas los medios de comunicación ya están enfrascados en prevenirnos
del peligro de que los rojos lleguen al poder.
Nos hemos trasladado a Venezuela y a Antena 3, solo le falta darnos el
parte del tiempo, como broche a su cobertura diaria del país
bolivariano. En el que nos convertiremos, según ellos, si votamos a
Pablo Iglesias y a Garzón.
Algo debe estar haciendo bien esta nueva coalición, cuando otro medio
(de supuesto aire progresista, como es El País) publica las
confesiones de los muchos (¿?) votantes desencantados y engañados con
los rojos de Unidos Podemos y explican como estos votantes pecadores
van a volver a votar al PSOE. Supongo que debe ser más creíble un
partido de izquierdas que pacta con los liberales de Ciudadanos, que
dos partidos de izquierdas que se alían para hacer políticas de
izquierdas.
Es curioso que todos los medios, sean del cariz que sean, nos dicten
cada mañana lo malos que son los rojos de Podemos e IU, cuando hasta
hace dos días Garzón era el cuñado perfecto y Pablo Iglesias una
gaseosa que se estaba pasando.
¿Habrá algún interés oculto para que todos los medios nos intenten influir
de esta manera de cara al 26J? ¿Se respira el miedo en los señores del
IBEX35? ¿Podemos cambiar las cosas después del 26J, si votamos en
consecuencia?
Por lo que nos cuentan los medios de manipulación se trasluce que sí,
que podemos estar cerca de un cambio. Que cambiar el país a esta una
papeleta de hacerse, la nuestra. Que solo depende de que tú y yo, el
domingo 26 votemos en consecuencia, sabiendo donde estamos y porque
hemos llegado a este punto.
¡Tal vez sea el momento de que vengan los rojos!