lunes, 29 de junio de 2009

democracia, ¿para todos?



Llevo varios minutos viendo como el cursor tintinea en la pantalla de Word, mientras mi mente se abstrae, intentando imaginarme como será este mismo instante en Honduras. Como se vive un golpe de estado, un golpe militar contra la democracia, contra el sistema que han mantenido los propios hondureños con sus deseos transformados en votos.




Así estos deseos transformados en un gobierno se han convertido en quimera, por la contundente acción de una élite militar auspiciada por sus tocayos burgueses. Estas acciones nos retrotraen a la profundidad de la era de los tiempos, cuando los gobiernos eran depuestos y derrocados, según los intereses de las juntas militares y las clases pudientes nacionales. Cuando la democracia era respetada y valorada, según las ganancias que producían a los pudientes empresarios y a los estados que controlaban esas débiles economías.
Tal vez sea iluso pensar que estos hechos en el 2009 no deberían reproducirse, pero pienso que es totalmente denunciable y todos los países deben implicarse en que la democracia sea devuelta a Honduras y que el presidente Zelaya pueda seguir ejerciendo su cargo según los designios de sus ciudadanos. Tampoco me sirve de justificación que se explique que el parlamento, la justicia y algunos sectores de su partido no le apoyaban, porque no creo que el procedimiento que se ha usado con el mandatario hondureño sea el más correcto; despertarlo de madrugada a punta de pistola y mandarlo a Costa Rica exiliado. Si esto fuese así, los presidentes del mundo deben estar temblando ya que la próxima vez que pierdan unas votaciones en el parlamento o alguien de su partido se muestre contrario a la política que está llevando, pueden acabar en un helicóptero volando a Siberia… Tampoco entiendo la implicación de los tribunales en política, cuando ellos deberían ser garantes del respeto a las leyes y a la democracia que los militares no han respetado.

Por ello, como explicaba Olof Palme, hay que respetar los procesos democratizadores y no intervenir en ellos negativamente, por intereses ajenos al propio desarrollo del país. Ya que la democracia no son contingentes de militares, ni escuadrones de la muerte, y sí es humanismo y conciliación.

miércoles, 24 de junio de 2009

Maquillando los hospitales




El maquillaje es muy importante para camuflar esas ojeras que arrastras de la noche anterior, cuando vas al trabajo al día siguiente, o cuando quieres camelar al amante entre cubatas y humo, mientras el colorete disimula esas carencias que te hacen tan inseguro en las distancias cortas…

Así esta tarde, oía con cierta sorna como el gobierno de Aragón prometía que las listas de esperas se iban a reducir (hasta este punto bien) … por decreto!!! Aquí tengo que reconocer que mi sorpresa e incredulidad ha sido máxima. Me indigna pensar que toda reforma estructural que necesita la sanidad pública en Aragón sea eso, realizar un decreto que obligue a no sobrepasar en dos meses la lista de espera. Pero me suscita una importantísima pregunta, ¿en qué se va a sustentar esta medida? ¿Cuál es el plan que va a dar cobertura, para la realización de este deseo? Después de indagar en diferentes publicaciones digitales, he llegado a la conclusión que se desconoce o no se ha explicado. Lo cual me lleva a pensar que o no se sabe como acometerlo o es una operación de maquillaje. Para disfrazar una situación sanitaria frágil, que es la que vive Aragón, con un canto de sirenas.

Yo no soy de la opinión que para una correcta gestión sanitaria pública haga falta invertir mucho más dinero. Si que es cierto que hay que hacer una buena inversión, pero sobre todo es vital que ésta este alejada de las voluntades políticas y se despolitice, asumiendo que los mejores gestores sanitarios, son los propios profesionales sanitarios que se han formado en esa rama y no responden a criterios políticos, sino a elementos de eficiencia, calidad y satisfacción del usuario.
No es necesario este tipo de declaraciones del Sr. Biel que llenan los titulares de mañana, cuando no se sabe como se va a acompañar la medida; ¿piensan crear más plazas para profesionales sanitarios? ¿Se van a cubrir las vacantes que quedan en muchos centros sanitarios fuera del área de Zaragoza? ¿Van a crear una ley de exclusividad médica? ¿Se va a privatizar la sanidad, con este decreto? ¿Se va a apostar por la Atención Primaria, como fuente de prevención, eficaz, de posteriores patologías y enfermedades? ¿Se va a permitir que los ciudadanos puedan participar en la toma de decisiones de su propio sistema de salud?

De esta manera muchas de estas preguntas que me han asaltado, siguen quedando sin respuesta, por ello, los ciudadanos nos merecemos una sanidad pública de calidad, eficiente que responda a nuestras necesidades y por ello, los políticos deben acometer una verdadera reforma sanitaria y dejarse de operaciones de maquillaje que sólo nos dilata otra desilusión que nos camufla esa realidad, hasta que las luces de la fiesta se han apagado...

miércoles, 17 de junio de 2009

de mayor quiero ser camello

Hay veces que te planteas si la casualidad hace que acumules experiencias en un determinado sentido, o si es fruto todo de una causa… yo personalmente prefiero pensar que es fruto de la casualidad y no de la causalidad…

Así, en la consulta hemos tenido a bastantes profesores de instituto en estas últimas fechas y he podido intercambiar visiones del mundo, no sólo educativo, sino de la propia vivencia dentro de las clases y los valores que se emanan desde allá y lo que importan desde casa los chavales.



En los días posteriores al debate sobre el estado de la nación, recuerdo que Zapatero prometió un ordenador para cada alumno. De esta manera un profesor de matemáticas me comentaba que era escéptico ante la medida, aunque esperaba que llegase a funcionar, pero que no sólo era dotar de un portátil a cada alumno, sino darle unas herramientas y unos programas para que sea útil y luego instruir al profesorado, para que éstos le pudiesen sacar un buen rendimiento.
Seguidamente la conversación fue derivando hacia otros aspectos, hasta que me contó la siguiente escena; estaba en clase y reprimió a un alumno de 1º de ESO, por contestarle; “Yo de mayor quiero ser camello.”



De esta manera, ¿lo tomamos como media, o como caso aislado? Más allá de contestar a esta pregunta, cada uno la valorará desde su experiencia o según tenga la piel más o menos fina. A mí si que me inquieta este tipo de actitudes, dado que muestran una dinámica que no se aleja en demasía a lo que me narraba otro profesor unas fechas antes; estaba intentando motivar a un alumno a que estudiara y éste le exhortó; “total, para que quiero estudiar si mi primo es paleta y gana más que tú que eres profesor”…

¿Qué se ha propuesto desde la sociedad para que estos chavales quieran estudiar? ¿Realmente nos interesa, como sociedad, tener una masa de gente joven formada y preparada ante un cambiante y exigente futuro? ¿O preferimos que sean carne de cañón? ¿Qué modelos de conducta, de valores, de ideas, de expectativas se transmiten desde la propia familia a los hijos?¿Qué esperan los padres de los centros educativos? ¿Esperan que enseñen la cultura básica que todos deberíamos tener (aunque sólo sea para jugar al Trivial), o quieren que los propios profesores sean los inductores de los valores de sus hijos? ¿O acaso el colegio y el instituto se están convirtiendo en un parking para tener a los hijos 8 horas al día, controlados? Y así los padres despreocuparse y descansar de sus hijos…