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sábado, 17 de mayo de 2014

Más filosofía y menos religión

https://www.youtube.com/watch?v=cYOAWXeH6QI
Estos días atrás antes de empezar el sopor de la precampaña y campaña electoral de las Europeas. Las redes sociales se han animado con un debate sobre un anuncio de una conocida marca de ropa. En el cual, al final del mismo, se veía a una chica joven pinchando unos preservativos.

Sinceramente, al verlo pensé en cómo estaba hecho el anuncio y que mensaje intentaba transmitir el mismo. Y no reparé en el debate que se generó posteriormente, por el “pinchazo” en sí, hasta que vi que llenaba minutos de radio y cientos de tweets.

Vista la reacción, creo que nos falta madurez, para discernir que es sólo un anuncio y cuál es el mensaje del mismo.

Nunca lo he entendido como un ataque hacia la educación sexual y que animase a tener una vida sexual irresponsable.

De esta manera, me inquieta que un anuncio (que en 20 segundos) se pueda provocar eso. Llevándome a la reflexión que antes mencionaba. Nos falta capacidad crítica para analizar, pensar y discernir los mensajes que están a nuestro alrededor.

Tal vez sea que no se nos enseñó a pensar, y sí a memorizar eternas tablas o autos de fe en nuestra infancia.

Pero si este anuncio ha levantado tanto polvareda me da la impresión que no somos capaces de separar el fondo de la forma y así no podemos extraer el mensaje que nos daba el anuncio, en este caso. Quedándonos en la forma, con sus colores, su música o sus metáforas.

Aunque sí que tengo la sensación de que esta situación que describo si que sirve de claro ejemplo de lo que nos sucede diariamente. Noticias en las que nos quedamos con el humo y las luces de artificio con las que nos deslumbran. No sabiendo analizar la realidad del hecho que nos esconden entre las sombras y, en consecuencia, se nos escapa

miércoles, 25 de marzo de 2009

Algo más que altruismo.




Hace tiempo en una serie de televisión, dos de los protagonistas debatieron durante el capítulo, sobre los actos altruistas. Uno defendía que éstos son muy escasos, ya que las personas buscamos, con estos gestos una satisfacción personal, o gratificación.
Poco antes, en un curso que hice en la universidad sobre cooperación al desarrollo, nos explicó un ponente una idea que se engarzaba con esa tesis. La intención de ir a un país a acometer un proyecto (por ejemplo) con una ONG, aunque esté vestido de altruismo, no es así. Ya que detrás de esa escenificación, reside un feed back, en el cual el cooperante (en este caso) recibe algo a cambio de su trabajo. Muchas veces ese “algo”, es interno, no es mesurable, ni cuantificable, siendo una satisfacción por el deber cumplido, pudiendo ser las experiencias que enriquezcan su vida, en la mayoría de los casos, es independiente a obtener una gratificación material.

Durante la ponencia todos estuvimos de acuerdo, en la tesis mantenida por el profesor, pero suscitó varias cuestiones que nos generaron un debate más filosófico que del que se orientaba la exposición. Bajo ese prisma, se perdía el noble romanticismo que rodea a la mayoría de las personas que actúan en pos de los excluidos dejando de lado su tranquila vida y yéndose a los confines del mundo o al mismo corazón del infierno a prestar su ayuda. Bajo esta nueva visión era obvio que lo hacían bajo unos nobles ideales, pero realmente la ayuda no es totalmente desinteresada, ya que esperas con tu trabajo y empeño obtener algo, alimentar el ego que en la mayoría vive y habita, simplemente sentirte bien o útil contigo mismo o purgar alguna miseria del pasado. Cierto es que estos viajes te transforman, te cambian la visión y te alejan de la realidad que has vivido para imbuirte en otra realidad que ni podías imaginar, ni pensabas vivir una vez allá.

Si bien el mayor gancho de estos grupos de acción social son sus actividades internacionales, al final son su escaparate y su mejor publicidad. Aunque ésta sea puntual y filtrada por la prensa, según sus propios intereses, sigue habiendo necesidades en Darfur, o la Malaria sigue azotando África aunque no se hable ya de ello.
Muchas de estas ONG también actúan a nivel local realizando proyectos educativos, formativos, de concienciación, otros para evitar la exclusión social o para facilitar la integración de determinados grupos sociales. Muchas de estas iniciativas pasan desapercibidas, invisibles para el ojo de la sociedad, en general, pero permiten extender una red social, paralela a las administraciones públicas. Donde estas no llegan o no pueden llegar. Realizando así una importante y vital labor social, no sólo para aquellas personas que pueden ser candidatas de recibir una determinada ayuda social. Sino además hay otra actividad social que es muy interesante porque busca cambiar los roles, arquetipos, tópicos, que pesan sobre los diferentes objetivos de actuación de las ONG y que emanan desde la sociedad. Por ello también centran parte de su actividad local en debatir, cuestionar, informar, mostrar esta realidad, desde los centros educativos. Para así intentar crear una sociedad con mayores valores y más justa.