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jueves, 2 de octubre de 2014

Y Dios existe! (Pero poquito)


Cuando estábamos a punto de perder la esperanza y creíamos que era imposible que en España sucediese algo similar, descubrimos un buen día (literalmente lo de: "buen día") que todavía es posible que dimita alguien.
Después de su fracaso, en su enconada lucha para hacernos volver al siglo XIX, Gallardón se ha despertado de su realidad paralela y ha descubierto que hace días que abandonamos el canesú y el alcanfor, ha decidido dimitir.

Lo que en un principio es una excelente noticia: Se va uno de los peores ministros de justicia que hemos padecido en España; sus tasas judiciales, la privatización del registro civil y su empecinamiento en una retrógrada ley del aborto, así lo avalan. Al cabo de unas horas hemos descubierto que deja en evidencia las carencias democráticas de este país, abrimos una puerta giratoria y lo colocamos en un consejo de asesores por el pago a sus servicios prestados.

Este último hecho denota la inexistente separación que hay entre partidos políticos, democracia y empresas privadas. Donde los dos primeros viven al servicio de los últimos gestionando sus intereses mientras gobiernan y cobrando por los servicios prestados cuando dejan la política, con onerosos sueldos.
Si no, recordemos como montó en cólera el gobierno cuando Repsol quiso ser nacionalizada por Argentina y comparémoslo con el despliegue que ha hecho este mismo gobierno cuando Etiopía pidió judicialmente la devolución de dos niños adoptados en dicho país.

Por eso me levanté la mañana en que Gallardón dimitió exclamando alborozado: "¡Dios existe!?", pero al cabo de unas horas vi que si existía, existía poquito porque seguimos pagando un sueldo al inefable Gallardón por su mala gestión y su ineficacia política

viernes, 27 de diciembre de 2013

Aborto; el claro ejemplo de que pasan de nosotros

Reconozcámoslo no gobiernan para todos. El gobierno está para sus intereses; las grandes empresas, los bancos, las sociedades privadas, los mercados financieros y ahora se suma a la lista la iglesia católica apostólica y romana.
No lo olvidéis, los ciudadanos pusimos a un gobierno conservador en Moncloa, para que ejecutasen un programa electoral que no han cumplido y resulta que ellos siguen cercenando el estado del bienestar y nuestros derechos sociales y cívicos, en pos de sus grandes beneficiarios.
El último lobby que se ha sumado a los beneficiarios del gobierno ha sido la Iglesia, con la reforma del aborto. Una ley restrictiva y que nos obligará a mentir ante dos médicos o a aprender inglés para poder ejercer un derecho que se había conquistado.
Porque el aborto no es una obligación, no es una fiesta, no es una actividad lúdica de domingo por la mañana. Es una última medida, ante un embarazo no deseado. Es un derecho que evita mentir, o abortar clandestinamente, en clínicas ilegales y sin las garantías legales o sanitarias necesarias.

Porque el gobierno dice que está para resolver los problemas de los españoles. Pero mienten, según el CIS los problemas de los españoles es la corrupción, la crisis y los propios partidos. En cambio, el aborto no aparece en ese listado de inquietudes de los españoles.
¿Qué medidas ha acometido el gobierno para acabar con estas tres preocupaciones?
La respuesta es demasiado fácil. No gobiernan para nosotros, sólo nos quieren por sus votos, para seguir favoreciendo a los suyos. No lo olvidéis la próxima vez que votéis.

viernes, 26 de julio de 2013

A los fogones




Cada día es más arduo ser mujer en España. Porque después de décadas de lucha por obtener derechos que se les habían birlado, por motivos morales, nos encontramos que estamos retrocediendo en esa lucha. Hacia una espiral que parece querer devolver a las mujeres a los fogones y los canesús.

Ya es indignante que a día de hoy un mujer tenga que trabajar 82 días más al año. Si quiere cobrar el mismo sueldo que un hombre, por hacer el mismo trabajo.

Pero la involución a la que quiere someter este gobierno a las mujeres no acaba ahí. Ahora en España, gracias a la Iglesia, por mano de Gallardón (menos mal que era el progre del PP) quiere anularles el derecho a decidir sobre cuando ser madres o no. Sino que además podemos observar como los deseos de la Curia siguen dominando las decisiones del gobierno y piden la imposibilidad de que sean madres, si se alejan del modelo tradicional de familia católica. Ya que exigen que las lesbianas o madres solteras tengan que costearse ellas su tratamiento de fertilidad para quedarse embarazadas. Todo en un país con un envejecimiento de su población patente. Lógico, ¿verdad?

Pero la última salvajada, ha llegado esta mañana cuando leo con estupor y repugnancia que para maquillar las cifras de malos tratos domésticos, sólo computarán los que requieran ingreso hospitalariodurante más de 24 horas. Increible y repulsivo, así una torta en un ojo no será registrado y la mujer tendrá que seguir aguantando a su macho alfa de toros y fútbol, porque el gobierno (y Dios) amparan a ese bravucón de encefalograma plano.

Me repugna esta espiral y me da naúseas. Al final, ¿tantos años de lucha, para volver a los fogones en una legislatura? ¿Vamos a permitirlo?

martes, 31 de marzo de 2009

Sr. Obispo tengo una pregunta para usted...




Ya lo he comentado alguna vez, la iglesia me produce la sensación de retrotraerme varias décadas en la historia, o como si en vez de adelantar una hora este domingo, nos hubiesen quitado medio siglo de un plumazo. Viendo como el gris y el negro se instalan en nuestras vidas, para llenárnosla de superstición y adoctrinamiento.
Así vemos como las calles de Madrid se llenan con las sotanas de los domingos, las mejores alhajas y los abrigos de visón, que la chacha ha aderezado para la ocasión, esta vez clamando contra el aborto. Los obispos han movilizado a su núcleo duro para señalarnos al resto de mortales como asesinos, ya que ellos, por lo visto son los que reparten los carnets de defensores de la vida y el resto nos hemos quedado fuera de su moral.

Puede que tenga unas entendederas muy cortas, o que al no profesar su fe, no pueda comprender su críptico mensaje, pero alguien me tendrá que responder algún día a algunas preguntas (que nunca lo hacen cuando me paran por la calle, para cualquiera de sus campañas de autobombo); ¿Por qué no admiten la libertad individual de acción? ¿Por qué aún tenemos que escuchar sus papanatadas, en pleno S. XXI? No entienden que como una fe cualquiera, son sólo susceptibles de influir sobre sus creyentes y en consecuencia el resto no tenemos que casarnos con sus caprichos. ¿Por qué no dejan de ocupar la calle y dedican sus horas en predicar su credo en sus iglesias? ¿Por qué ahora se llevan las manos a la cabeza y claman contra el aborto, otra vez? Cuando este debate debería estar ya superado. No se dan cuenta que ellos son competentes en el ámbito moral, para sus feligreses, entonces, ¿Por qué tienen que emitir sus doctrinas sobre temas científicos, con tan poco fundamento, como el que suelen manejar?

Algún día Sres. Obispos deberán contestarme, porque tengo una pregunta para usted…

miércoles, 18 de marzo de 2009

La "X" de la declaración de la renta



Hay días que me levanto por la mañana y me planteo seriamente si no me he zambullido, mientras dormía, en un bucle y me he despertado a mediados del siglo pasado. Cuando un sátrapa mangoneaba España o hace unos cuantos siglos, cuando en el calor de las hogueras se emitía la justicia más cañí y sectaria. Luego con cierta resignación veo que no. Que hay viejos tópicos, vicios del pasado que hoy aún arrastramos y no sabemos, no podemos, dejar de lado, dar un paso al frente y desprendernos de cierta caspa que reposa en nuestros hombros.

Desde hace unos días la curia, supongo que aburrida de predicar en vacías iglesias, ha decidido ocupar su (enésimo) minuto de fama y nos ha recordado lo malos y pecadores que somos los infieles españoles, por apoyar la ley del aborto (¿no existía ya?), por no querer contraer el SIDA o alguna otra enfermedad venérea, porque España se rompe… (ah! Que hoy no toca esta cantinela…)
Lo que decía, en los últimos días vemos donde va a parar el dinero que el estado da a los miembros de la iglesia y lo que hacen con lo que recaudan de la famosa “X” de la casilla de la declaración de la renta. Van a recordarnos que somos unos pérfidos seres demoníacos porque protegemos más a los linces que a los no nacidos, con su mega campaña de publicidad anti aborto.

No ya por lo caduco de su imagen y por la poca credibilidad que me merecen ellos que no la religión católica, ni los católicos que los soportan. Considero que es imperiosamente necesario que la conferencia episcopal deje de depender de papá estado. Es absolutamente imprescindible que el estado sea totalmente laico y no tenga a los de siempre montándoles manifas (¿esto no era de pancarteros comeflores que no querían la guerra de Irak?), cada vez que respiran.
¿Y por qué defiendo un estado laico? Porque quiero que se respeten las decisiones políticas sin tener que ser valoradas desde un prisma subjetivo como es la religión y a su vez no debe ser usada como arma coactiva de nuestras libertades. Porque la religión debe ser enseñada sólo en las iglesias y no en las escuelas y, en consecuencia, no se debe mantener ninguna escuela religiosa, mediante conciertos. Porque no quiero que los símbolos religiosos sean los que presidan las juras de cargos, los actos oficiales. Porque no quiero encender la tele y ver un acto católico en una televisión pública y sobretodo porque, como se suele decir que cada palo aguante su vela, es decir que se autofinancien y no dependan del dinero de todos, para sus objetivos particulares. Porque es el siguiente paso de nuestra Constitución, eliminar las reminiscencias del nacional catolicismo que aún conservamos.

Todo esto por no hablar del flaco favor que hace el papa en sus viajes evangelizadores, por el mundo, diciendo que el preservativo es un elemento perniciosos que no ayuda a detener el SIDA, sino que aumenta dicha problemática...

Así no estoy pidiendo cometer purgas de católicos, quemas de iglesias y profanaciones de tumbas (esto son hechos de nuestro lamentable pasado) sólo pido que la iglesia ocupe el lugar que la propia sociedad le otorgue, como a cualquier otra religión, ONG o movimiento social.

jueves, 5 de marzo de 2009

Un nuevo paso para las mujeres


Hoy puede ser un gran día. A pesar del fuerte viento que ha soplado en la zona, que nos llevaba a todos doblados, del granizo, la lluvia y el frío cortante que nos ha recordado que aún no es primavera y que no escondamos la chaqueta, porque lo lamentaremos.

Lo que decía, hoy puede ser un gran día. Después de mucho tiempo esperando, mintiendo, escondiendo la verdad, las mujeres van a ser libres para poder ejercer su sexualidad y su vida de forma independiente, responsable y sin miedos.
Hoy se ha presentado las conclusiones de la futura (esperemos) ley del aborto, en la que podemos ver como éste será libre hasta las 14 semanas, entre otros aspectos destacados. Sobretodo por la dantesca situación a la que se tenía que recurrir, cuando una mujer o una pareja decidía abortar. Ya que sólo lo podías hacer si afirmabas unos supuestos que en muchas ocasiones no pasaban de ser ficticios. Por fin se acaba con una mentira. Se deja de ver a las mujeres como víctimas, como (hipotéticas) enfermas mentales, para darles las riendas de sus decisiones. Para que sean responsables de sus vidas y tengan ese derecho a decidir, que antes su escondía en subterfugios.
Con esta futura ley también se acabará el acoso, la persecución de las mujeres que han abortado, ya que no podrán ser perseguidas, como podía ocurrir hasta la fecha.

Son pequeños pasos, pero con tremendas repercusiones. Mas el camino no acaba aquí, esto no debe ser una barra libre, donde el aborto libre sea la panacea de los embarazos no deseados. El aborto debe aplicarse como última medida, para prevenir un embarazo no deseado. Es necesario que antes de llegar a este punto las parejas dispongan de los medios necesarios para poder evitar estas situaciones. Claro que me refiero a información, anticonceptivos, ayuda sanitaria profesional… pero hay una pregunta; ¿funciona? A la vista de los resultados, de la gran cantidad de embarazos en gente joven o muy joven que se interrumpen o no, creo que podemos decir que la información no llega.
Es necesario que las administraciones se impliquen con el tejido asociativo, creando una comunidad responsable de sí misma. Porque esta, así es capaz de intervenir en las decisiones que les atañen y en consecuencia se implican en buscar soluciones a los problemas que se les plantean como grupo. Sólo así, con la participación activa de los grupos sociales se conseguirá trasmitir un mensaje para una correcta salud sexual. Sólo con la implicación de los receptores se podrá cambiar las actitudes y hacerles sentir en ellos su poder de decisión y la importancia de él.