miércoles, 26 de octubre de 2011

¡por fin una buena noticia!




Parecía que este 2011 iba a pasar a nuestra memoria colectiva como un annus horribilis. Del que difícilmente podríamos destacar una buena noticia. Y justo, cuando el calendario iba devorando uno de sus últimos meses, ETA ha dado el paso que toda la sociedad le estaba demandando y ha cesado su actividad violenta.

Sin lugar a dudas es una grandísima noticia, y no por ser esperada. Nos debe quitar ese buen sabor de la boca que nos produce el buen trabajo realizado por las fuerzas de seguridad, la justicia y las personas que calladamente han hecho que ETA se quede sin capacidad de actuación.

Porque al final, la satisfacción es que ETA no ha conseguido ninguno de los objetivos, por los que ha marcado la vida de la sociedad, en general, y de muchísimos inocentes, más concretamente. Después de tantas canalladas y actos sin sentido de la banda terrorista, la fuerza de sus armas ha quedado anulada por la voluntad popular, el poder de la democracia y el estado de derecho.

Pero no debemos perder la perspectiva. Queda mucho camino por recorrer y seguramente ETA buscará cajear el acercamiento de presos a Euskadi, a cambio de la entrega de las armas.

Por otra parte, las cicatrices no se cierran de un día para otro. A partir de hoy empieza una nueva convivencia en Euskadi, en la que los seguidores de los violentos, van a pasar a compartir los mismos espacios, con aquellos que han estado amenazados. Y estas heridas sólo se curan con paciencia y muchos cuidados, por todas las partes. Antes enfrentadas, ahora ya no…

Publicado en bajoaragondigital.com 26/10/2011

jueves, 13 de octubre de 2011

¡qué envidia!




Siempre se ha mirado con recelo que hacían nuestros vecinos franceses...
Pero hoy, más que recelo siento cierta envidia. Ya que el partido socialista francés está eligiendo a su candidato a la presidencia de la república francesa, por el sistema de primarias. Donde los militantes tienen voz y voto. Y hace que militar en un partido tenga su razón y su sentido.

Ya que éste es el único sistema que permite a los militantes expresar su opinión y que obliga a los partidos a que se construyan desde las ideas que sienten las bases. Y no que las ideas vengan impuestas de unas élites políticas, teniendo las bases que comulgar con ruedas de molino.
Este sistema es el único que permite que los militantes se sientan importantes en su partido, sintiendo que su voz es escuchada y atendida.
Porque no podemos seguir aspirando a que los partidos políticos quieran ser garantes de la defensa de los valores democráticos. Cuando ellos, precisamente, tienen miedo de permitir el uso de la democracia en sus propias decisiones.

Porque, hablando claro, mientras huyan de la democracia interna las cúpulas políticas jamás perderán el control de sus cuotas de poder y de sus aspiraciones. Y nunca tendrán que enfrentarse a las bases en una elección, donde deberán convencerles con sus argumentos.
Sólo así (sin democracia interna), podemos ver como perviven en las estructuras orgánicas de los partidos o en puestos de confianza, verdaderos trepas que no sabrían defender cual es su capacidad o habilidad, más allá del control sectario que ejercen.

Qué envidia me producen los franceses!

Publicado en bajoaragondigital.com 11/10/11

miércoles, 5 de octubre de 2011

nosotros decidimos




Hubo un tiempo en que la diferencia de votar a la derecha o a la izquierda parecía baladí. Eran tiempos en los que parecía que no había diferencias susceptibles o palpables que pudiera hacer que nos planteasemos un voto u otro.

Más allá de que esa premisa nunca ha sido cierta, pero nos la han querido hacer pasar por verdadera. En días como hoy y los que pueden venir, podemos constatar como las diferencias entre las politicas de izquierdas y las de derechas se hacen palpables y constatables.
Podemos ver como la derecha, sin ningún pudor, nos pide más esfuerzos a los trabajadores. Nos pide que sigamos aportando nuestro sudor para salir de la crisis, mientras nos dificulta el acceso a una sanidad, a una educación, a unos servicios públicos de calidad.
Porque no me conformo con tener un centro educativo en el barrio, si luego carece de los profesionales suficientes para que puedan desarrollar su trabajo. Porque luego, no pueden decir que el futuro de España es la educación, si nos cercenan el acceso a la misma. Si resulta que sólo las clases más acomodadas, pueden acceder a unos planes formativos que les garanticen una correcta educación.
Porque tampoco me basta tener un centro de salud debajo de mi casa, si mi médico de cabecera tiene más cartillas de las puede abarcar. O si ir a salud mental supone que sólo me den pastillitas de colores, porque el profesional no tiene tiempo para escucharme.
No es un servicio de calidad, cerrar los PAC´s y saturar las urgencias de los hospitales. Y creo que tampoco lo es cerrar quirófanos y me digan, "ya le llamaremos, tranquilo".

Tal vez, como decía al principio nunca estuvo tan clara la diferencia entre la derecha y la izquierda... Ahora nosotros decidimos.