miércoles, 5 de octubre de 2011

nosotros decidimos




Hubo un tiempo en que la diferencia de votar a la derecha o a la izquierda parecía baladí. Eran tiempos en los que parecía que no había diferencias susceptibles o palpables que pudiera hacer que nos planteasemos un voto u otro.

Más allá de que esa premisa nunca ha sido cierta, pero nos la han querido hacer pasar por verdadera. En días como hoy y los que pueden venir, podemos constatar como las diferencias entre las politicas de izquierdas y las de derechas se hacen palpables y constatables.
Podemos ver como la derecha, sin ningún pudor, nos pide más esfuerzos a los trabajadores. Nos pide que sigamos aportando nuestro sudor para salir de la crisis, mientras nos dificulta el acceso a una sanidad, a una educación, a unos servicios públicos de calidad.
Porque no me conformo con tener un centro educativo en el barrio, si luego carece de los profesionales suficientes para que puedan desarrollar su trabajo. Porque luego, no pueden decir que el futuro de España es la educación, si nos cercenan el acceso a la misma. Si resulta que sólo las clases más acomodadas, pueden acceder a unos planes formativos que les garanticen una correcta educación.
Porque tampoco me basta tener un centro de salud debajo de mi casa, si mi médico de cabecera tiene más cartillas de las puede abarcar. O si ir a salud mental supone que sólo me den pastillitas de colores, porque el profesional no tiene tiempo para escucharme.
No es un servicio de calidad, cerrar los PAC´s y saturar las urgencias de los hospitales. Y creo que tampoco lo es cerrar quirófanos y me digan, "ya le llamaremos, tranquilo".

Tal vez, como decía al principio nunca estuvo tan clara la diferencia entre la derecha y la izquierda... Ahora nosotros decidimos.

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