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martes, 31 de marzo de 2020

No somos héroes.

No somos héroes y no queremos serlo. No tenemos súper poderes que nos protejan de la fatiga, del cansancio y de la frustración. No tenemos una capa que nos aísle del miedo, de la impotencia y la rabia. No tenemos una traje hecho por el profesor X que nos hace inmunes a los pérfidos virus, incluso al último súper villano, el coronavirus Covid-19.

Solo somos personas que un día decidimos estudiar una carrera, una FP (como se decía antes) sanitaria... y nos inscribimos en una bolsa de empleo de un hospital. Solo somos personas con los mismos miedos, incertidumbres y desazones que tú y cualquier otro ciudadano. Lloramos cuando tenemos miedo (y estas semanas lo tenemos), maldecimos cuando vemos una injusticia, a la par que corremos, luchamos y nos apoyamos cuando se nos hunde nuestro mundo, nuestro entorno, nuestro hospital.

Nos somos héroes, solo somos trabajadores que llevamos muchos años quejándonos de las consecuencias de los recortes en sanidad. Diciendo que esos recortes traían más listas de esperas, porque con menos plantilla no se puede atender a más pacientes, porque nuestras manos llegaban hasta donde llegaban. Porque aunque entre todos intentásemos suplir las carencias que nos iban desde las direcciones generando, teníamos un límite físico y profesional.
Y claro, cuando estos recortes sufridos y padecidos desde hace más de una década se encuentran con una crisis sanitaria como la actual se nos ven todas las costuras. Acabamos pidiendo caridad, usando a los amigos y conocidos (nunca os lo podremos agradecer lo suficiente) para que nos hagan unas batas impermeables o nos cedan sus gafas protectoras. Porque la Administración Pública en sus infinitos recortes, nunca tuvo dinero para prever que lo necesitáramos. Claro, justo había para pagar lo básico y lo que se rompía casi nunca se reparaba.
Y esto es lo más triste, lo que demuestra que se nos dejó sin amparo y solo la solidaridad nos está ayudando a salvar la situación.

Porque yo he llorado de frustración y me he peleado contra molinos de viento, a sabiendas que tenía la batalla perdida, como cualquier otro Quijote con bata blanca. Porque en los próximos presupuestos nos volverán a recortar el presupuesto, o ignorarán, por enésima vez, nuestras demandas en las reuniones con las direcciones, bajo los sabidos mantras de: “este año no toca” (como todos), o “este año hay que priorizar otros servicios” (¿y esos cuáles son?).

Por eso, no queremos que se nos romantice con el discurso de héroes desde la misma clase política que hasta hace unos escasos meses nos seguía negando el pan y la sal.
Porque así, mientras se nos categoriza como héroes, se distrae la atención de la verdadera realidad, de que se nos abandonó durante años de forma sistemática y ahora han quedado a la luz las enormes carencias de “la mejor sanidad del mundo”. De esa sanidad que era “la envidia de Europa”, pero no tenemos ni mascarillas quirúrgicas de repuesto en los centros y tenemos que lavarlas todos los días y usarlas al día siguiente, contraviniendo todos los protocoles existentes, con el consiguiente riesgo para nosotros y para los pacientes.

Ningún profesional sanitario queremos ser un héroe, solo queremos trabajar con dignidad, por respeto a nuestra profesión, por el bien de la comunidad y sobre todo por tu salud.

sábado, 7 de marzo de 2020

Tierra quemada

“La política de tierra quemada es una táctica militar que consiste en destruir absolutamente todo lo que pueda ser de utilidad al enemigo cuando una fuerza avanza a través de un territorio o se retira de él. “

Después de una larga década de recortes; en prestaciones sociales, servicios sanitarios, educación, servicios sociales, etc., perdida de derechos laborales, de sustento social por parte del Estado, además de reformas económicas que han ahondando la brecha social entre ricos y pobres, parecería que la derecha ha dejado el Estado como si fuera tierra quemada y, por ende, sin esperanza de mejora en nuestras vidas. Para hacernos caer en el desánimo y “Abandonar toda esperanza, quienes aquí entráis” como glosa Dante.

Pero ante el infortunio, la desazón y los miles cantos de sirenas que nos susurraron que nos rindiéramos; luchamos, nos levantamos y peleamos porque nuestra voz fuera más fuerte que la tormenta perfecta que orquestaron y cuando ya parecía que no había esperanza seguimos remando en la deriva. Perseverando porque las razones seguían intactas para demostrarles que no fue una crisis, sino una estafa perfectamente dirigida. Que tenía el fin de hacernos más pobres, más débiles y sumisos, pero no calcularon que nunca nos íbamos a rendir, que hasta el último aliento que tuviéramos íbamos a pelear y solo nos detendríamos, nos detendremos, cuando recuperemos todos nuestros derechos, nuestra calidad de vida.

Y con la suma de todo nuestro coraje, nuestras ganas de defender nuestros derechos y sin rendirnos hemos llegado hasta aquí, con las pensiones revalorizadas,una subida del SMI y las nóminas a los funcionarios.

Aunque la derecha dejó el Estado quemado, que nadie dude; no vamos a flaquear, esto es solo el comienzo de nuestra era. Es el momento de recuperar todo lo perdido y de encarar el futuro con un optimismo que ya no recordamos desde hace más de una década.

miércoles, 8 de enero de 2020

Un año en blanco

Acabábamos el 2018 celebrando la subida del SMI, gracias a la presión y tesón de Unidas Podemos. Todo fueron alegrías, menos para la derecha que nos avisó de que vendría el coco. Ya sabemos, a ellos lo de que los obreros cobremos más lo llevan regular, por lo visto.

Pero, después de esa alegría, llegó la nada. Sánchez se enrocó y tiró por la borda unos presupuestos para aventurarse en una cruzada que le asegurara un parlamento más cómodo y adecuado para sus intereses. Y así, en este peregrinar de 12 meses hemos visto como la extrema derecha entraba en el Congreso, con sus vítores y modos. Se ha amparado sus discursos de odio, mentiras y complejos. Se ha permitido que se banalicen temas capitales de nuestra sociedad y han admitido que duden sobre la veracidad de los hechos, porque la canalla lo ha vociferado desde sus oscuras cuevas, hasta que han salido a plena luz y han recibido el cobarde apoyo, ante nuestra estupefacción.

Hemos visto como la derecha cobarde ha sido rehén de sus silencios y ha dado una mayor voz al fascismo, permitiendo que sea capital en algunas decisiones políticas.

Y mientras pasaban los meses y la extrema derecha se hacía fuerte, la izquierda ha resistido el empuje que quería hacerla caer, sacarla del tablero y que fuera prescindible, en el previsible, gobierno que está próximo a formarse.

En consecuencia, ha sido un año en blanco, porque mientras la extrema derecha se hacía presente, por los egos que susurraban a Sánchez hemos perdido un tiempo precioso para regular el precio de los alquileres o el de la luz. No hemos intervenido en los desahucios, ni hemos acometido una reforma fiscal que cargue sobre las grandes fortunas el peso de la Renta y no sobre los obreros. No hemos visto unas políticas medio ambientales que sean valientes y vertebradoras. Mientras pasaba este año, el interior de España demandaba soluciones para frenar la despoblación y la falta de servicios básicos. Nos hemos desangrado con la violencia machista, se necesitan políticas firmes y decididas para acabar con esta lacra, reducir la desigualdad salarial y que haya, de una vez por todas, una verdadera conciliación familiar.

No puede haber más años en blanco, son muchas las necesidades vitales que nos acucian y mucha la responsabilidad que se exigirá si no se acometen.

viernes, 8 de noviembre de 2019

"¡Votad, malditos!...

… pero bien”, pensará a estas horas Pedro Sánchez.

Después del: “Con Rivera, no” que le corearon en Abril los militantes del PSOE y viendo frustradas sus opciones de pactar “con Rivera, sí”. Andará preocupado a estas alturas de la campaña viendo que sus sumas no salen… ¿o sí?

Porque damos por sentado que todo el nudo que nos ha conducido a estas nuevas elecciones ha sido el nulo interés, que siempre ha tenido, de pactar con la izquierda y el (mal)disimulado interés que tenía por pactar con la derecha naïf.

Pero puede que a él le importe muy poco con que derecha pactar, y esté buscando un sustituto a Ciudadanos ahora que se hunden y ese globo se desinfla. Pudiendo ser que el recambio, sea su otrora “gran rival”; los populares. Y ambos juntos por la causa se alíen para salvar al país de: una ley de vivienda que garantice el precio de la misma, de una reforma laboral que nos devuelva derechos, de una reforma de las pensiones que revalorice las pensiones con el IPC, de una fuerte inversión en educación y sanidad pública. De un sistema que garantice que se aplica de forma eficaz la Ley de Dependencia, de una reforma estructural que acabe con la pobreza infantil y que se regularice el precio de la luz, a la par que se acaba con las puertas giratorias.

Tal vez, de todo eso nos prevengan el PSOE y el PP, si la suma sale este próximo 10N. Evitando así que Unidas Podemos influyamos en el gobierno y queramos que se cumplan todos los artículos de la Constitución: los que hablan del derecho a la vivienda, de unos servicios públicos, de pensiones, de trabajo y no solo del 135 y el 155.

Intranquilo estará Pedro Sánchez, pero suerte que los votantes hemos entendido su mensaje y sabemos que es lo que nos jugamos en estas elecciones y a quien no debemos votar, por “nuestro” bien.

miércoles, 23 de octubre de 2019

Parlem

Parlem. Sí, hablemos, pero no hablemos de banderas, lazos, cólera, furia e ira. No hablemos del 155, o tanques.

Parlem. Hablemos estas semanas de los 162 desahucios diarios que hay en España (en los que la violencia también está presente).

Hablemos de porqué España tiene una inversión más baja que Noruega, Francia o Dinamarca en sanidad pública. Hablemos y debatamos de las enormes consecuencias que ello conlleva. Porque las listas de espera y la escasez de personal asociadas, no solo son un: “ya le llamaremos”. Es una lenta y angustiosa espera para resolver un problema de salud que provoca un dolor, una limitación, una frustración, una incapacidad… además de un potencial riesgo para la propia salud.

Parlem de los índices de pobreza de España. De porque la pobreza severa afecta al 6,9% de la población, la más alta registrada desde 2008. O que el 53,3% de las personas admite que tiene dificultades para llegar a fin de mes. Del 26,6% de la población española (12.338.187 personas) está en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Y que desde el año 2008, el número de personas en riesgo de pobreza se ha incrementado en unas 900.000 personas.

Hablemos de la reforma laboral, de cómo somos mano de obra barata, al servicio de un tejido empresarial que no conoce los límites. El cual, nos quiere más pobres y apuestan porque nos jubilemos a los 70 años.

Hablemos de porque aun existen los CIE´s, la Ley Mordaza y las cloacas del Estado orquestan el presente y el futuro del país.

Parlem de nuestra (impuesta) amnesia colectiva, porque aun existen cunetas y fascistas reciben honores y/o entierros magnánimos.

Hablemos de la defensa de la igualdad, del medio ambiente y de la cultura.

Parlem, hablemos sin fin y debatamos. Pero no nos perdamos en estos días de ruido y furia en ese artículo de la Constitución y debatamos de porque el resto de los artículos quedan en suspenso o son olvidados.

sábado, 19 de octubre de 2019

Pedro Sánchez y la chaquetilla de polipiel.


La hemeroteca nos trae retazos de un pasado y podemos recordar como la moda otoño/invierno de 1982 puso de moda la chaqueta de pana, como símbolo de una clase obrera que esperaba recuperar su orgullo y conciencia de clase en torno a un proyecto político y estético encarnado por el modelo Felipe González.

Con el paso de los años esa moda fue perdiendo lustre, la pana se afeó y le salieron descosidos, como la OTAN, la entrada a la Unión Europea con unas condiciones leoninas para España, la desindustrialización de muchas regiones, la corrupción, las privatización de empresas pública claves para la economía estatal y la fortaleza del Estado. Acabando muchas temporadas después, con dicho modelo sentado en un consejo de administración de una empresa. Ya no es solo la evidente traición a los principios que encarnaron esa moda del ´82, sino que además rehusó pactar con las formaciones de izquierda de su época y cerró innumerables pactos con partidos nacionalistas de derechas.

Y así, con este regusto de que la moda de los ´80, fue un mal que se debería evitar repetir. Entramos de pleno en la moda otoño/invierno de esta temporada, donde Pedro Sánchez se nos vestirá con chaquetilla de polipiel, para ganarse el favor de la clase obrera, y así hacernos olvidar que nunca quiso pactar con la izquierda. Querrá disimular los dictados (los mismos a los que respondió González) que le envían desde la derecha empresarial. Donde cualquier pacto es viable, siempre y cuando Unidas Podemos nunca esté en ellos.

Por eso, esta temporada se presenta como un intento de vuelta a la moda de los ´80 y sabemos como acabó. Así que ya sabemos que la chaquetilla de polipiel no es más que un complemento más de la derecha para disfrazar al PSOE de algo que hace años que ya no es, y en consecuencia pacte con Ciudadanos, nos aboque a la gran coalición o gobierne la derecha con total impunidad, como en la época de Rajoy y Aznar.

De esta manera, en nuestra mano está apoyar esa moda y comprarnos la chaquetilla o abocarla al olvido este Noviembre apostando por Unidas Podemos.

martes, 16 de julio de 2019

¿El calor me está haciendo perder la cabeza?

Y de pronto, la Nada. ¿Pasamos una crisis? ¿Eran portada los desahucios? ¿Nos recortaban derechos sociales, cívicos, laborales? ¿Los servicios públicos eran esquilmados y vendidos a empresas privadas? O, ¿será el calor de este verano que me dificulta pensar y me reblandece la neurona?

Miro a mi alrededor y todo va “como siempre”; hablamos del calor, de las vacaciones, de Belén Esteban y algunos del Tour de Francia, que sin Indurain “ya no es lo mismo”.


Debo ser yo que estoy teniendo una alucinación, con este sofocante calor, y me vienen a la mente retazos del pasado, en forma de noticias que llenaban las noticias: protestas por desahucios, los bancos de alimentos, la cronificación de la pobreza en España, el aumento de la misma dentro de la población infantil, el paro y los trabajos mal pagados. Pero estas noticias se evaporaron sin dejar rastro. Y el guión sigue donde quedó en el 2008, sube el precio de los pisos y los españoles nos vamos de vacaciones.


Debo pedir cita con mi psiquiatra porque me estoy volviendo loco, la realidad me asalta y no encaja con esta década pasada. De pronto ya “no hay desahucios”, aunque lea que en el 2018 en Aragón se realizaron 4 al día, y en España 100 diarios. Ya no hay imágenes de familias yendo a los Bancos de Alimentos, aunque la pobreza se haya convertido en algo estructural entre un amplio porcentaje de las familias y los sueldos ya no te garanticen salir de ella. Debo estar errado, porque volvemos a atar “los perros con longanizas”, pero en Aragón cobramos el tercer salario más bajo de toda España y el sueldo de los trabajadores ha crecido estos años menos de un 0,2%, mientras el de los empresarios casi llega al 3%.


Ya no debe haber recortes en sanidad, educación, servicios sociales, dependencia …. porque ya no salimos en prensa (ni a la calle), aunque las listas de espera crezcan en Aragón y se deriven centenares de operaciones a la sanidad privadas, por valor de varios millones de Euros anualmente.


Ciertamente, este calor me está afectando. Suerte que al ver el aire acondicionado veo la factura de la luz pegada y recuerdo todo con nitidez: una crisis que arrasó varias generaciones de españoles, lanzándolos a la pobreza o al extranjero. Recuerdo miles de desahucios, colas en bancos de alimentos y recortes en derechos laborales y sociales.

¿Tú te acuerdas? Porque la lucha no ha acabado.

domingo, 2 de junio de 2019

El tamaño de la bandera

Entre una campaña y el inicio de la pasada campaña municipal, autonómica y europea he reflexionado sobre los mensaje que se han usado en las generales.

Hemos hablado de la Constitución, unos y otros, de volver al pasado, por el auge de la extrema derecha y de banderas. Y si me permitís voy a detenerme en este último argumento, porque me parece paradigmático que se use una combinación de colores para crear filias o fobias, o para señalar buenos y malos dentro de un mismo Estado.

No entiendo el argumento que me han arrojado estas semanas; “es que son los únicos que defienden a España”. No comprendo porqué envolver una medida política dentro de una bandera u otra pueda significar que compre ese producto. ¿Quién compra un objeto por el papel que lo envuelve?

No entiendo porqué una idea se puede justificar en base a una bandera, y no se justifique en base a un ideario político, basado en una ideología y fruto de un debate sosegado entre personas que pueden aportar propuestas para un partido u otro.

De esta manera, a mí me parece muy complicado apoyar un argumento político que propugna que perdamos derechos, libertades y oportunidades de mejorar todos dentro de la sociedad, porque se proclamen: “defensores de España” o coronen su muñeca con una cinta de cuero remachada con unos determinados colores.

No puedo apoyar a un partido que quiere recortar en sanidad, entre otros servicios, y a la postre echar a los funcionarios, para acabar con los servicios públicos, Estado del Bienestar incluido, porque cantan fuerte un himno.

No puedo apoyar a un partido que grita: “viva los míos”, cuando solo me ofrece medidas clasistas, xenófobas y segregadoras para la mitad de la población.

No puedo apoyar ninguna idea que tenga como base, excusa o argumento principal el color de una bandera y no una tesis política basada en un principio político.

El tamaño de la bandera, realmente, solo tapará la incapacidad de ese político para argumentar, razonar y debatir sobre las tesis que desconoce o no sabe esgrimir.

miércoles, 27 de marzo de 2019

La enseñanza del 8M

A estas horas de este 8 de Marzo, cuando son las 23:50 y repaso un día que debería marcar otro paso más en la lucha para obtener la igualdad entre hombres y mujeres, en definitiva, un paso más para conseguir una sociedad más justa. Me quedo con diferentes escenas; el entusiasmo de muchas adolescentes que se sabían protagonistas de una gran manifestación (seguramente su primera manifestación), los cánticos que cohesionaban la amalgama de personas que hemos salido a la calle hoy para protestar contra la injusticia: mayores, jóvenes, familias con hijos y padres primerizos. Grupos de mujeres y amigas jubiladas.


En esta heterogeneidad nos hemos sentido todos cómodos y respaldados unos por los otros y no nos hemos cuestionado que la compañera de cánticos fuese asiática ,argelina o de Torrero. Puesto que lo importante era el objetivo de la lucha y la fuerza que transmitíamos como colectivo. Y en esta base precisamente, es donde hemos sido fuertes y nos hemos sentido fuertes; siendo un grupo, luchando como tal y defendiendo estos principios, desde esa perspectiva.


Ahí es donde reside la fuerza de la clase obrera, sabiendo que somos un colectivo diverso, pero con unos mismos objetivos, y aunque, nuestros modos puedan ser diferentes, en el fondo, deseamos y luchamos por lo mismo: queremos una sociedad más justa, más libre y con más futuro.

Esta debe ser nuestra grandeza y no debemos olvidarla, porque solo así conseguiremos la victoria en las batallas diarias, y en la lucha final (como dicen las viejas tonadillas).


Porque estando unidos, seremos fuertes, seremos más y no caeremos en la incertidumbre.

Porque estando unidos podemos conseguir una sociedad que responda a las necesidades de los trabajadores, más justa y con menos desigualdades sociales.

martes, 12 de febrero de 2019

La sanidad cuesta dinero

Dice la Ley General de Sanidad que sus objetivos son la promoción de la salud, la prevención de las enfermedades, asegurar una asistencia sanitaria en igualdad de condiciones, superar los desequilibrios territoriales y sociales, entre otros.



Luego leo la noticia que en esta última década se han despedido en España cerca de 10000 profesionales, en la sanidad pública, o que se han eliminado más de 5000 camas.

Y ahí, me entra la duda de que los gobiernos conozcan lo que dice la ley.

Porque claramente ambos preceptos son incompatibles entre sí, cuando además casi un 5% de la población ha dejado de comprar sus medicamentos por motivos económicos, en el 2017. O el gasto en farmacia ha aumentado.



¿Por qué aumenta el gasto en farmacia? ¿Influye que las listas de esperas se alarguen y el acceso a los especialistas sea más dificultoso?

¿Por qué un 5% de la población no puede comprar sus medicamentos? ¿Tiene algo que ver el copago que estableció Rajoy?

¿Por qué hay menos personal en la sanidad pública? ¿Puede menos personal, prestar el mismo servicio que antes de los despidos masivos? ¿Influye que haya más listas de esperas? ¿Repercute en que haya más gasto farmacéutico? ¿Es casual el copago farmacéutico, a la postre?


Con estos interrogantes, intuyo que la ley queda en papel mojado y muchas administraciones, de forma sistemática, han reducido sus plantillas de profesionales. De esta manera, ha recaído sobre los pacientes las consecuencias de estos recortes, en forma de un mayor coste en medicamentos, más listas de esperas...


Por otro lado, quien alega que la sanidad es un servicio deficitario, porque cuesta dinero a la Administración Pública, parte de una premisa perniciosamente interesada. Ya que obvia que la sanidad debe ser una inversión en calidad de vida, con lo que conllevaría, a su vez, menos gasto en farmacología, menos necesidad de pruebas diagnósticas, un menor número de bajas ...


Con todos estos planteamientos, podemos observar que la sanidad, no solo cuesta dinero (a los usuarios), sino que además les cuesta su estado de salud a los propios pacientes.


Por cierto, un último apunte; si la sanidad cuesta dinero y es deficitaria, ¿por qué las empresas privadas tienen tanto interés en que se privatice la sanidad pública?

lunes, 24 de diciembre de 2018

No es la bandera, estúpido.

No es la rojigualda o la republicana, no es la estelada o la bandera de Aragón de lo que estamos hablando.

El debate se centra, en base a qué valores construimos una región, un Estado, y por ende, no hablamos de cosas etéreas. El foco lo ponemos en elementos tangibles y reales: paro, precariedad laboral, desahucios, sanidad, educación, pensiones, un sueldo digno, el acceso a la vivienda o la corrupción, entre otros.

Porque yo no quiero una República en la que la Gürtel, Bárcenas o Villarejo sean protagonistas. Yo no deseo una abdicación, si el precio de la vivienda de alquiler no tiene control alguno, las pensiones son exiguas y no se legisla para recuperar los muchos derechos laborales perdidos. Yo no defenderé nunca una república que sea cómplice de negociar con Estados no democráticos, proteja a la banca y desahucie a familias diariamente, y, a la postre, me venda como inversión social construir buques y armamento bélico.

Yo quiero un Estado (mejor una República) que sepa que el futuro del país debe pasar por garantizar el acceso a una sanidad pública, de calidad y eficaz, que favorezca la conciliación familiar y laboral, que haga desaparecer los sueldos de miseria y legisle para que en materia laboral no se produzcan atropellos empresariales. Quiero un Estado que persiga la corrupción, de forma implacable y condene rápidamente a los que defraudan. Haciendo que las corruptelas y pagos en "b" sean un triste recuerdo del pasado.

Parafraseando a aquel asesor de Bill Clinton: "no es la bandera, estúpido".

domingo, 16 de diciembre de 2018

¿Catalunya es una batalla de la izquierda?

Hay un principio básico en política que es apostar por las batallas ideológicas que bien se quieren ganar, o sobre las que se quiere influir, en función de la posición de cada uno.

Este precepto tan básico, la derecha lo hizo muy bien el año pasado, con un tema en el que ideológicamente, le era ajeno a la izquierda; la independencia de Catalunya.
Ya que lo que era (y es) una pelea entre dos derechas corruptas, consiguieron convertirlo en una brega en la que la izquierda acabó o bien en medio de los dos frentes dialécticos o por animadversión hacia Rajoy se acabó posicionando a favor de la derecha catalana.
Hechos, sin duda, que han conllevado un evidente desgaste de tiempo, recursos y mensajes que han caído en saco roto, y han socavado parte del crédito público de las formaciones progresistas.

Por otra parte, esta incómoda posición de la izquierda, en este asunto, ha permitido que ambas derechas zarandeen mediáticamente a los líderes políticos progresistas, achacándolos de ser cómplices “del otro”.
Sumando además otro efecto más nocivo aún, durante el transcurso de esta batalla nacionalista, la izquierda ha perdido la oportunidad de priorizar el debate sobre los problemas sociales que aun existen en España (y en Catalunya son patentes también): como la gestión sanitaria y educativa, cómo se puede garantizar desde el Estado un sistema público de pensiones y revalorizarlas, recuperar derechos laborales y trabajar por un mercado laboral en el que la precariedad no sea la norma habitual.
Así, un año después, tampoco tenemos las respuestas que demandábamos para los desahucios, para favorecer el acceso a una vivienda digna o para una conciliación familiar efectiva.
En definitiva, ¿cómo estamos saliendo de la crisis?

Con el agravante que parte de la izquierda parece haber quemado su imagen y discurso, siendo el Don Tancredo de las derechas nacionalistas.

Por todo ello, es imprescindible recuperar la acción en las políticas que la ciudadanía necesitamos, para resolver la salida de la crisis desde una perspectiva social, de izquierdas y sin excluir a nadie de la misma.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Vox, ¿somos responsables?

Las señales que emitía esta campaña eran de cambio, de un cambio capitalizado por una caída del PSOE. Pero sin duda, nadie podría prever que los resultados iban a ser los que han sumado al abrirse las urnas.



Desgraciadamente, la entrada de Vox se daba por hecha, algún diputado, luego tres o cinco, tal vez diez, decían los más optimistas. Finalmente su apoyo ha llegado hasta sumar doce diputados.

Increíble para un partido de extrema derecha que nos oferta la perdida de derechos, la desigualdad, un discurso xenófobo y una sociedad que rezume loas a un pasado oscuro dictatorial.



Así con este mensaje tan retrogrado han saltado de ver la política desde su rincón, sin que nadie les prestase atención, hasta capitalizar la noche electoral. Podremos decir que los medios han sido su altavoz, podremos añadir que Trump y el viraje hacia una Europa ultraderechista que desprecia y no entiende a los inmigrantes han sido sus catalizadores.

Lo cierto es que llevan años con este mensaje, ya hace casi cinco años estuvieron cerca de entrar en el Parlamento Europeo y solo un puñado de votos lo evitó. Pensamos que se habían ido, pero hoy han abierto la puerta.



Los votantes sin duda, debemos leer muy detalladamente el mensaje que transmite Vox y analizar qué nos proponen en materia de inmigración, de violencia de género, de libertades públicas, qué concepción de nuestro pasado tienen y qué valores democráticos defienden.

Debemos pensar si podemos apoyar sus ideas, o si por el contrario rechazamos sus ideas políticas y no queremos un país clasista, racista y con deudas históricas.

martes, 20 de noviembre de 2018

A 24 horas de la muerte de Franco

Tal vez a 24 horas de la muerte de Franco, la España que aun no había despertado soñaba con un país que recuperaría libertades pasadas, con una democracia que apostaba por la implicación y participación de la sociedad en la vida pública. Bien desde las instituciones, bien desde los foros de expresión e implicación social que existían y existen.

Tal vez a 24 horas de la muerte del dictador, pensábamos que 40 años más tarde habríamos aprendido que sucedió y no discutiríamos la historia. Sino que desde la reflexión sosegada y con la razón, no tendríamos que oír a líderes de comunicación o a ciertos políticos vergonzosos mensajes que solo buscan confundir, desde la mentira y los espacios comunes que perdonan y amparan la dictadura del Caudillo.
Seguro que a 24 horas de la muerte del dictador queríamos un país que comprendiese su pasado y no lo ocultase de forma ignominiosa.

Lo que es probable que cuando se cayó del caballo, al final, no soñábamos con este país. Con un país que no ha sabido condenar, sin fisuras, ni ambages y de forma contundente esa dictadura. Seguro que no soñábamos con un país que la libertad se recortase y sobrevolase el miedo a opinar, bien rapeando, bien encima de un escenario o en Twitter.

Porque a 24 horas de otra conmemoración de su muerte, seguimos esperando palabras ambiguas de una complaciente derecha, mientras la ultra derecha crece en presencia y su mezquino, artero y caduco mensaje tiene cada vez más calado de lo que nunca hubiésemos imaginado nunca cuando Franco murió.

martes, 23 de octubre de 2018

"Viva el Rey"

Pablo Casado es una fuente inagotable de titulares de consumo rápido. El último de ellos fue animarnos a loar al rey a la voz de: "Viva el Rey", cuando inaugurásemos un hospital. Como si el susodicho personaje nos regalase hospitales, bibliotecas o kilómetros de carreteras por su Real gracia.


Antes de entrar, en materia sería importante y vital señalar que el Rey no nos concede nada. Son nuestros impuestos los que sufragan esas carreteras, los libros que rellenan los estantes de las bibliotecas y los que pagan los sueldos de todos aquellos que trabajamos en los centros sanitarios públicos.

Por ello, teniendo en cuenta la normativa que me impide menospreciar la imagen del Rey, no veo la necesidad de elogiar a dicha figura pública, en ningún momento de mi vida diaria. Excepción hecha si acometemos un debate sobre qué modelo de Estado entiendo que deberíamos tener.


Una vez zanjado los temas periféricos, creo que la idea de Pablo Casado fue ridícula, superficial y falta de contenido. Quiso crear un eslogan para lanzar una loa, destemplada, al Rey. Y por ende, le salió mal.

Porque siguiendo su lógica podríamos decir: "Viva el Rey", cada vez que alguien del PP entra en una sala de Justicia, o que un empresario vinculado al PP es juzgado por unos apaños o unos contratos irregulares. Podríamos decir: "Viva el Rey", cuando la reforma laboral del PP permite que obreros se vayan a la calle sin indemnización y sus compañeros trabajen más horas por menos sueldo.


Porque si la lógica de Casado es que el Rey es el responsable de todo lo bueno y es un ser magnánimo que todo lo puede, también lo será de lo malo que sucede en este país, por extensión.
Aunque, pensándolo bien, si esto fuese así, me reafirmo en mi anunciado debate sobre el modelo de Estado que quiero y yo sí que grito: "Viva la República".

miércoles, 3 de octubre de 2018

Los peligros de citar a Faulkner

Uno de los diálogos más memorables de: "Amanece, que no es poco" dice así: "Y ahora me dicen que ha escrito usted "Luz de agosto", la novela de Faulkner, ¡de William Faulkner! [...] ¿es que no sabe que en este pueblo es verdadera devoción lo que hay por Faulkner?. Pero hombre, copiar a Faulkner."



A muchos de nuestros políticos les está ocurriendo eso mismo. Pensando que no conocemos al susodicho se estaban dedicando a copiar trabajos, fragmentos de tesis o a inventarse masters o doctorados que nunca han realizado. Pero al final resulta que "en este pueblo es verdadera devoción lo que hay por Faulkner" y les hemos acabado pillando.

Una presidenta dimitió por un master poco claro, la ministra fue dimitida por unas sospechas, Ribera ha modificado su currículum en varias ocasiones, Pedro Sánchez se dedicaba a copiar ideas ajenas para su tesis, sin citarlas luego y Casado anda agradecido al buen hacer de la Fiscalía que le ha eximido de rendir cuentas por las dudas que no se han despejado.



De toda esta lamentable historia, lo que mayor gravedad reviste, para mí, es el peligroso descrédito que supone estas corruptelas y opacidades para la imagen de la Universidad y de sus alumnos. Los cuales, con mucho esfuerzo, y en numerosos casos por los recortes de becas, con verdaderas dificultades económicas hemos tenido que costearnos nuestra formación universitaria y de posgrado. Para acabar viendo como los títulos, en la bancada de enfrente se regalan por llevar el carné adecuado.



Estos hechos constatan con la manida: "cultura del esfuerzo" que desde la política nos han querido vender a los hijos de los obreros. En base a la cual, nada se nos regalaba y los títulos universitarios solo se obtenían en base a la dedicación y a horas de estudio. Esta patraña hemos podido comprobar como se cae, y los tentáculos de la corrupción política llegan hasta los ámbitos académicos y los títulos se conceden, con más facilidad si sabes citar de forma oportuna a Faulker. Privilegio que los hijos de los obreros nunca hemos tenido.

lunes, 27 de agosto de 2018

Franquismoplasmosis

La comunidad científica anda en estas últimas fechas algo revolucionada, por el descubrimiento de un antiguo virus que según los datos oficiales estaba extinto.


El Franquismoplasmosis es un virus endémico de España que se creía erradicado hace más de 40 años, tal vez algún brote muy puntual que se pensaba controlado. Este germen se caracterizaba por afectar a personas de mediana edad, con una alta necesidad de alabar a caducos personajes que representaban a nuestra negra historia, poca empatía por las opiniones divergentes, afección por la represión y manipulación de la historia y un fuerte sentimiento autoritario. Pero en estas fechas recientes, se ha visto un fuerte rebrote de este virus con una característica nueva, está afectando a gente joven.


De esta manera, se espera que la Organización Mundial de la Salud declare España en cuarentena y dedique sus esfuerzos a erradicar este virulento virus, con gran capacidad de contagio entre la población que no había sido expuesta anteriormente, Para así evitar que se expanda.

Ya que esta nueva cepa ataca el cerebro y los ojos generando paranoias, falsedades, neurosis, deformación de la percepción de la realidad e inseguridad que se traduce en insultar a aquellos que no piensan como uno mismo.



Según las últimas noticias se cree que el foco de infección estaría en una zona denominada el Valle de los Caídos, pero los científicos no han podido comprobar esta información, porque no les dejan entrar bajo supercherías que no entienden.



Finalmente, desde la OMS se está trabajando en una nueva vacuna, para prevenir futuros contagios, cuyo nombre experimental es el de: "Si España es una democracia que lo sea de verdad y dejemos de amparar a los franquistas y sus diatribas".

martes, 17 de julio de 2018

Somos unos vagos, otra vez

Será que el inefable Jordi Sevilla ha vuelto a pisar Moncloa y ha resucitado su cruzada contra los funcionarios. Agitando a la sociedad contra los terribles funcionarios y nuestras múltiples horas de café y escaqueos para ir a comprar. Pero el caso es que en estas últimas semanas ya son varias personas las que se referían, en mi presencia, a nosotros, los funcionarios, como vagos, ineficaces, personas que hacemos perder dinero a la empresa, mal organizados y carentes de motivación.


Deben suponer mis compañeros, amigos, familia, que yo no soy funcionario, o, simplemente, buscan que salga a defender mi gremio, con los tópicos en ristre.


Intento ser franco con ellos y no exaltarme. Por ello presento el debate en otros términos; todos tenemos compañeros de trabajo que trabajan más o menos, que su implicación con el trabajo es nula o se desviven. Gente que llega casi siempre tarde o aquellos que no les importa ayudar al de la mesa de al lado.

Por esto mismo, creo que es más coherente particularizar cada ambiente o lugar de trabajo. Porque caer en tópicos me obligaría a decir que los fontaneros nunca son puntuales o los mecánicos nunca hacen facturas. Y así reducimos el debate a un intercambio de sandeces de barra de bar.


No soy funcionario por ser vago, ni por elección divina. Para mí es un compromiso con mi profesión y con la sociedad que me rodea, y lo entiendo desempeñando mi profesión dentro de la sanidad pública. Intentando, de esta manera, aportar la máxima calidad y el mejor servicio posible.

Por ello es complicado que nos quieran valorar la productividad, ¿cuál es la mía? Y, ¿la de un Administrativo de la Seguridad Social?

Muchos de nosotros no podemos ser computados en términos económicos. Pero ello no quiere decir que salgamos caros y seamos ineficaces, como me reprochaban días atrás.


Ser funcionario, es una elección laboral. Mas serlo no te convierte en vago o en empleado del mes. Esto seguramente, lo traemos todos de casa y por estar en una oficina del INAEM o en la ferretería de la esquina nuestra actitud laboral será la misma. No nos transformamos.


En consecuencia, entiendo que estos debates reverdecen con el paso del tiempo y vuelven a llenar las tertulias cuñadas de los bares. Pero considero muy estéril hablar de espacios comunes y tópicos-. Mientras pasan los días y no somos capaces, como trabajadores, de mejorar las condiciones laborales, de todos nosotros. Porque nos perdemos en estos debate vacuos y postizos.

lunes, 18 de junio de 2018

Estos vienen a vivir del cuento

"Estos (los inmigrantes a bordo del Aquarius) vienen a España a que les mantengamos."

Haciendo un repaso a las nacionalidades podemos encontrar que hay a bordo personas de dos de los tres países más pobres del mundo: Níger y Chad. Estos seres humanos deben tener el capricho de comer todos los días tres veces, y además deben tener la mala costumbre de que sus familias pueda hacer lo mismo.

Pero sigamos repasando la lista, hay ciudadanos de Sudán del Sur que está inmersa en una guerra civil desde hace cuatro años, y según a ONU: "atraviesa la mayor crisis humanitaria desde 1945, con dos millones de desplazados". Otros que tienen la burguesa manía de vivir en un país sin guerras. Con el añadido, que además, no querrán que los desplacen de sus casas por miedo a las bombas, los saqueos, las violaciones de derechos humanos, la muerte, en definitiva.

Otros acomodados burgueses son de Somalia. País galardonado durante dos años consecutivos como: "uno de los Estados más fallidos de África". Solo acuciado por la hambruna, la corrupción, el terrorismo y regido por la ley del más fuerte.

Es la combinación en la que todos deseamos vivir y no se como no hemos emigrados todos masivamente. Porque estas premisas sí que provocarían un verdadero efecto llamada.

Podríamos seguir hablando de Eritrea, un estado que según definía en el 2010 los cables de Wikileaks: "Los jóvenes eritreos huyen de su país en masa, la economía parece estar en una espiral de muerte, las cárceles de Eritrea están desbordadas y el dictador desquiciado del país sigue siendo cruel y desafiante" O como relataba en el 2017, un periodista que logro huir del país: «En Eritrea, se te tortura sin que sepas por qué y mueres sin conocer qué delito has cometido»

Creo que es un must para cualquier europeo viajar a Eritrea, antes que sea muy mainstream.

Y así podíamos seguir con la lista: Afganistán (otro páramo de paz y concordia), Sierra Leona... así hasta completar la lista (de lo que la rancia derecha debe considerar) de los 26 países más agraciados del mundo.

Tienen razón los fachas, que esta semana se han quitado la careta, Son unos vividores que seguramente quieren vivir del cuento. Ese cuento que les contaban en sus casas cuando eran pequeños y empezaba por: "trabajar, ser autosuficientes, formar una familia y ser felices, hijos míos."

Malditos cuentos!

martes, 5 de junio de 2018

¿Estás contento?

-¿Estás contento? –me preguntaban el viernes, mientras el Congreso rechazaba a Rajoy.

Y mi mente empezó a recordar: "amigos sobrecualificados haciendo trabajos que no requieren calificación alguna. Otros compañeros que han abandonado España cansados de mal vivir con trabajos precarios y mal pagados, y muchos de ellos ya no han vuelto. Mi hermana emigrando también lejos, porque su horizonte era nefasto laboralmente y yo que estuve a punto de hacer las maletas, por lo mismo, porque fue casi imposible trabajar con dignidad en España."

Seguí recordando: "la dura época que supuso el primer gobierno de Rajoy donde cada viernes descubríamos, en el BOE, un recorte a nuestros derechos y cada domingo salíamos a protestar. Nos quitaron prestaciones por desempleo, nos quitaron la cartilla de la Seguridad Social si te ibas fuera de España, y la Tarjeta Sanitaria Europea si estabas en el paro. Nos quitaron derechos laborales, abaratando el despido y permitiendo que aumentasen las prácticas fraudulentas: más horas en negro, contratos temporales, por menos horas y encima se rieron de nosotros llamándolo recuperación."

"Pero no todo fueron sinsabores, si estamos hoy aquí, es porque supimos gestar un movimiento que canalizase nuestro descontento, nos aunase como colectivo y nos diese fuerza para decir: ¡Basta¡ No os queremos. Y después de ese 15M supimos que algo había cambiado, tal vez no éramos conscientes de lo que íbamos a conseguir, pero nos dio fuerza para seguir protestando.

Era diferente, estábamos interconectados, ya no éramos los jóvenes por un lado, los parados por otro... Descubrimos que podíamos ser muchas voluntades juntas luchando por los mismos objetivos. Y así, empezamos a llenar las calles de reivindicaciones y de ideas.

Al calor de estos cambios, muchos encontramos cobijo ideológico en nuevas formas de hacer política, porque los viejos partidos nos sonaban caducos y difíciles de creer."

"Esa nueva conciencia nos impulsó a decir basta a la corrupción y la denunciamos. No fuimos sus cómplices y pusimos en boca de todos los casos Lezo, Púnica, ERE´s, Bankia, Gürtel, destapando su liberalismo de amiguetes, donde las mordidas las pagábamos nosotros y los beneficios se los repartían entre ellos.

Y con esta conciencia empezamos a construir ese futuro que soñamos, bajo las burlas y continuos desplantes de los palmeros del viejo régimen y la rancia derecha que hasta este viernes se anquilosaba en el poder de forma soberbia y displicente."

"Sé que esto no hará que vuelvan, inmediatemente, mis amigos que viven fuera, ni que mañana nos devuelvan los derechos arrebatados. Pero debe suponer el comienzo por el que hemos luchado estos últimos años, contra todos los elementos, mediáticos y del Estado.

Sin duda, el futuro puede ser apasionante"

Devolví la mirada, sonreí y dije: Sí, estoy contento