jueves, 29 de enero de 2009

sensibilidad con los republicanos


Leo con estupor que en Calatayud (Zaragoza) no le pueden quitar la medalla que le dieron a Franco, en el 51, por el voto particular de varios ediles del PP y del PAR…

El motivo?¿ dicen que no quieren reabrir heridas, que no es la mejor manera de pasar página… mas no entiendo este tipo de apoyos de cargos elegidos democráticamente a dictadores. No entiendo como son capaces de afirmar que quieren pasar página de esta parte de la historia, olvidando todo lo que aconteció en esos negros y largos años. No entiendo como no sienten vergüenza de humillar con estas declaraciones, con sus actos a los miles de republicanos que cayeron bajo el régimen y a todas sus familias que sufrieron los actos de represión.
Todo ello sin olvidar que la Ley de la Memoria Histórica explica que deben ser retiradas todas "menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”.

Realmente no es cuestión ahora de ponernos drásticos y de sacarnos los muertos, no es cuestión de levantarnos y contar las balas que disparó cada bando desde su trinchera ideológica. Es cuestión de dignificar unas víctimas que han vivido en el olvido durante más de medio siglo. Que han sido borradas de la faz de la tierra y casi de muchas memorias colectivas e individuales. es hora de que cada familia sepa donde yace su familiar y puedan enterrar los restos de su abuelo, tío, padre, madre, como ellos quieran.
No es tanto trabajo que la derecha apoye esta medida porque no creo que busque levantar ampollas algunas (¿cuántos franquistas quedan?) sólo busca un homenaje y una restitución a todos aquellos que lucharon (no lo olvidemos) por defender una democracia (a pesar que nunca tuvo que existir esa guerra y toda guerra es un tremendo error).

¿Estaba la playa debajo de los adoquines?




El tiempo pasa y vemos como se hace más añejo, como se pierde en los pliegues de la olvidadiza memoria, los mejores momentos de los sueños imposibles. Aquellos días en los que el viejo orden se estremeció, de miedo y se acurrucó bajo los brazos de la policie y los gritos colmaron todos los rincones de la idílica, siempre estupenda y bella París. Pero esa vez sus amantes no iban a ser una pareja de primerizos amantes, amaestrados por el amor burgués. No, en ese idílico episodio propio de Morfeo, sus cómplices eran jóvenes, casi risueños chavales, que dijeron; “basta!” y decidieron paralizar las calles, levantar los adoquines y llenar las calles de barricadas, desde donde luchar por lo que nadie se había atrevido a soñar, idear, formular, crear…

Bajo ese cielo lleno de furiosas reclamas, por un nuevo presente, capaz de cambiar el mundo que les rodeaba, bajo los “inocentes” sueños de los rebeldes estudiantes, y la atónita mirada de los trabajadores. Se vislumbraron las esperanzas y “realidades” de un nuevo camino, por el que revolucionar los preceptos hasta el momento establecidos. Evolucionar, sino, hacia un nuevo orden donde las reclamas fuesen atendidas…

… mas la llama se fundió, se hundió, se agotó estéril, amnésica, temerosa. Dejando tristes lágrimas de rabia, por el fracaso de un viaje a Arcadia. Provocando el silencioso remordimiento por la oportunidad perdida, por el doloroso grito de rabia que se perdió en las esquinas del barrio latino cuando el viejo orden se reestableció y todo se diluyó, en la prosa que hoy recuerda uno de los más bellos movimientos sociales revolucionarios de este pasado siglo.

Por eso es innegable, cuestionarse; donde quedó, donde queda esos instantes que pudieron cambiar el mundo. Todos esos gritos, alborotos, por defender la nueva utopía. Esas idílicas asambleas donde se tuvo la oportunidad de convertir lo irrealizable en factible. ¿por qué ya no queda nada? ¿por qué se escurrió el sueño, como arena entre los dedos, para fundirse con los adoquines que lo defendieron desde las barricadas?

martes, 27 de enero de 2009

apuesto todo por la paz



Llevamos mucho tiempo caminando sobre la delicada línea que divide la paz y la guerra, la violencia y el entendimiento, la educación y los extremismos. El mundo que tenemos entre nuestras manos, no es tan diferente al que nuestros padres nos dieron o incluso nuestros abuelos. La tierra sigue siendo un lugar peligroso, donde la violencia se ampara en cada recodo. Donde la guerra armamentística lejos de ocupar las principales portadas, para alertarnos de sus peligros avanza desaforadamente y sin control. Donde la paz es casi una utopía y una zafia excusa para seguir guerreando. Un lugar donde la pobreza, el hambre, la desconfianza, los extremismos, la insolidaridad, se alimentan con cada declaración hostil y la falta de respeto por los derechos humanos y las soberanías nacionales son evidentes cada día, por las grandes potencias.

Así tenemos, debemos crear una nueva línea política exterior, basada en los principios que los socialistas siempre hemos defendido. Tenemos la obligación moral de ser un ejemplo ante el mundo. Un nuevo referente. Una nueva ilusión y un faro para todos aquellos que se apunten a este cambio. Y es posible. Estos valores; la solidaridad, la justicia, la educación, la paz, la neutralidad internacional, la defensa del diálogo como arma para superar todos los obstáculos y sobretodo la valentía que tiene que llevar asociada esta nueva determinación debemos encontrarla. La deberíamos recoger de la propia experiencia que nos ha dado nuestra larga historia y de grandes referentes en el socialismo europeo, como fueron el alemán Brandt y el ex Primer Ministro sueco Olof Palme, especialmente éste último fue un gran defensor de éstos valores y consiguió con su tenacidad y con su fidelidad a sus ideales, a nuestros ideales; los socialistas, ser un referente no sólo dentro del socialismo, no sólo en Europa, si no que el día que murió asesinado se demostró que gran parte de los países sin voz y olvidados históricamente le lloraron. Porque él siempre defendió sus derechos por encima de los intereses de cualquier potencia mundial. Él siempre fue capaz de alzar la voz y denunciar las tropelías que se cometieron en Nicaragua, en Vietnam o en Sur África. Entonces, esta es la ilusión que los socialistas españoles debemos albergar en nuestros corazones, este es el valor que debemos reunir, la firmeza y sobretodo la independencia necesaria para defender los ideales de la justicia en cualquier lugar.



Mas esto no se consigue con bonitas palabras, sino hay un duro y fuerte trabajo detrás. Esto no se conseguirá jamás si la apuesta que hagamos no es decidida. Si no apostamos verdaderamente por la democracia y la respetamos independientemente de su color político. Ya que hay que permitir que ésta se expanda a aquellas zonas que no ha sido posible su implantación o ha sido aniquilada, quedando como un triste sueño de juventud. Por ello hay que respetar los procesos democratizadores y no intervenir en ellos negativamente, por intereses ajenos al propio desarrollo del país. Ya que la democracia no son contingentes de militares, ni escuadrones de la muerte, y sí es humanismo y conciliación, como exclamaba Olof Palme. Se tienen que respetar las soberanías nacionales y España tiene la obligación de estar vigilante y denunciar las posibles violaciones de éste derecho internacional, especialmente en aquellas zonas que históricamente han sido y están hermanadas con el estado español; como los países latinoamericanos.

Ya que nuestro compromiso internacional se basa en el mentado derecho de autodeterminación, en una mayor justicia social, más libertad para los pueblos y naciones y como objetivo final de esta ecuación; la paz.
El verdadero y único objetivo por el cual deberíamos trabajar todos los países y muy especialmente los más enriquecidos. Para así favorecer el desarrollo de las condiciones sociales y una evidente mejora de las condiciones de vida (educación, sanidad, seguridad laboral y personal) de los países en incipiente despegue.



Pero la paz no pasa, como hemos mencionado antes por aumentar la capacidad armamentística de un país, bajo viles subterfugios de una mayor seguridad nacional, la paz no se basa en vilipendiar a la ONU y controlar, manipular su poder de decisión, tampoco se conseguirá mientras las empresas transnacionales muevan los intereses que los países enriquecidos tienen en el hemisferio Sur. Ésta estará muy lejos, mientras estos principios sigan vigentes en la diplomacia internacional. Y que nadie se confunda no estoy proponiendo una subversión contra el orden. Desde aquí no abocamos por incendiar las calles y formar barricadas, no buscamos una revolución, pero sí una evolución de la política internacional. No pedimos nada que anteriormente no haya sido formulado con bastante éxito por los gobiernos socialistas suecos en la época de los 70 y los 80, principalmente. Ya que nadie podrá negar que un país de una importancia relativa en el conjunto internacional, consiguió hacerse un hueco importante y un referente en la defensa de los derechos humanos y la solidaridad.

Las soluciones que debemos proponer los socialistas españoles se basan en denunciar todos los abusos internacionales, vengan de donde vengan, con las palabras justas que merezcan, no podemos ser cómplices callando ante una agresión! También deber apostar porque se frene la carrera armamentística de las grandes potencias y para ello es necesario y absolutamente imprescindible que la ONU deje de ser un organismo vigilado y supervisado por unos pocos, y pase a ser un ente independiente y capaz de tomar cualquier tipo de decisión, para mantener y asegurar la paz, así como el respeto a la legalidad internacional. Ya que el principal objetivo de la ONU y sus diferentes comités, tiene que ser establecer o asegurar las condiciones necesarias para una vida mejor, independientemente del lugar que sea.
Así debemos permitir que la ONU tenga éxito. Que su cometido en la lucha contra el hambre, por la paz y el desarme; en la prevención de las catástrofes ecológicas. Porque no hay otra alternativa que la cooperación internacional. Sólo con los esfuerzos compartidos de todos podemos superar este gris horizonte, como bien explicaba tenaz
y certeramente Olof Palme.

Por otra parte, es necesario también que la Unión Europea se haga fuerte y luche decidida por estos valores dentro del mundo (por así llamarlo) “rico”. Tiene que saber defender lo que hasta ahora no ha hecho nunca y ser el contrapeso del liberalismo más brutal, del neo capitalismo sin escrúpulos y de la globalización más radical y sanguinaria. Puesto que para conseguir sus objetivos los liberales no reparan en medios. Siendo éstos, tales como; un mundo más pobres y más dependiente de ellos. No les importa enfrentar a países si por ello consiguen un puñado de dólares, no les importa crear guerras civiles si consiguen el control de una zona rica en minerales, energía o militarmente estratégica.

Por ello debemos ser firmes en nuestros compromisos de luchar con el diálogo, porque ya hemos vistos demasiadas guerras y todos sabemos como acaban. Quien muere en ellas y quien se lucra. Quien nunca verá a su hijo morir y quien ve como su familia, trágicamente, desaparece. Porque todos sabemos que las balas no entienden de solidaridad, justicia o paz. Porque estamos hartos de llevar toda la vida peleando. Primero por un trozo de tierra, con los romanos. Luego por ver que religión era la verdadera. Por un continente, más tarde y ahora por intereses económicos. Tenemos que alzar la voz. Tenemos que mostrar nuestro cansancio que estamos cansados de tanta violencia que no ha reportado nada más que muerte destrucción, hambre, odio e infamia. Empecemos un nuevo camino en este sendero y pavimentémoslo con los nobles valores que habitan en el seno del socialismo

Levantemos la voz. Miremos al cielo y exclamemos que nunca más queremos ser cómplices, protagonistas de una infame guerra. Que nuestro objetivo es una democracia que sepa escuchar, que sepa respetar, en la que nos demos la mano, para solucionar los problemas y así ayudarnos.

Convirtamos esta utopía en realidad!

miércoles, 21 de enero de 2009

Escéptico ante Obama



Ojala me equivoque y el nuevo amo del Imperio, el amigo Barack Obama, sea diferente, iguale el nivel de expectativas creadas sobre él y encarne ese algo nuevo que se reclama, no sólo para Estados Unidos, sino para el resto del mundo. Trabajo tiene, y no sólo con arreglar los descosidos de su economía, sino con reformar su débil sistema sanitario, donde 45 millones de personas no tienen derecho a ninguna cobertura sanitaria; a nada!!! Mejorar las relaciones con otros países; Cuba, Venezuela, Rusia y sobretodo dejar de pensar que el mundo es su cortijo y puede ser impune ante todo y todos, como hizo su antecesor. Intentar poner su granito de arena para encontrar una salida a la ratonera que se ha convertido Israel y los territorios ocupados, pero es difícil. Él mismo ha explicado en campaña que Jerusalén debe ser israelita.

Realmente soy escéptico ante “el cambio” ya que detrás de Obama están los mismos que apoyaban a Mc Cain los mismos lobbies que les dan su dinero para ver recompensada dicha confianza, y así es muy difícil que algo cambie… pienso que todo seguirá poco más o menos igual… Israel paseándose por Palestina, Estados Unidos sin cumplir los protocolos medio ambientales, muchos norteamericanos sin una mínima cobertura sanitaria y viviendo en un mundo cada vez más dual…