miércoles, 25 de enero de 2012

me impresionó...



Hay días que el blanco y negro parece instalarse en nuestra vidas y volvemos a rescatar el No-Do a la hora de comer.
Por otra parte, hace unas fechas murió uno de los últimos ministros de Franco. Pero tengo la sensación que en cualquier esquina el franquismo permanece agazapado, para recordarnos que sus tentáculos perviven, prestos a que no revolvamos en su vergonzoso pasado.

Hoy la memoria me ha rescatado una historia que me contó hace muchos meses un abuelo que tuve como paciente.
Recuerdo con muchísima nitidez como me explicó que su padre acabó muriendo en Francia exiliado. Por haber sido el alcalde republicano de su localidad, cuando estalló la guerra civil. Me relató, entre lágrimas de dolor mal contenido, como a día de hoy, no sabe donde está enterrado su abuelo. Para matizarme luego;"Está enterrado alrededor de Huesca”.

Reconozco que nunca había vivido una confesión, en primera persona, de una historia de este calibre, pero más allá de lo impactante que es la esencia de la vivencia. Lo impresionante que son los detalles que recuerda su mente. Lo claro que recuerda como sobrevivió su familia, al expolio de los falangistas.
Mucho más que todo eso, lo que más me impresionó, más aún que ver a un hombre mayor, muy mayor, llorar como un bebé desconsolado. Lo que más me marcó de esa vivencia fue que en ningún momento me habló de venganza, ni de revancha. Nunca mentó palabras como odio, rencor, venganza o ajuste de cuentas.
Única y exclusivamente quería saber donde estaba su abuelo, poder traerse a su padre y ofrecerles un entierro digno.

Sinceramente me pareció brutal que después de que te arrebaten, no sólo su negocio familiar, sino que además pierda a su abuelo, a su padre y todo su futuro. Después de todas esas circunstancias, sólo destilaba el dolor por unas pérdidas que puede que nunca pueda recuperar y honrarlas como él cree que se merecen.

Así, viendo que hoy la derecha más casposa se ha caído del caballo y han escupido su bilis hablando de revanchismos y de querer partir España…

… me pregunto, ¿Quién tiene que taparse? ¿Quién busca alimentar ese aire de revanchismo? ¿Quién habla de reabrir heridas? Y ¿Quién de dignidad, justicia y honrar a los muertos?

viernes, 20 de enero de 2012

todos necesitábamos un aeropuerto



Cuando el dinero caía de los árboles el alcalde, concejal, presidente de una diputación que no traía un polideportivo descomunal al último pueblo de la provincia. O licitaba una piscina olímpica descubierta para su pedanía. O simplemente se gastaban lo inimaginado para que el último triunfito actuara en la plaza del pueblo en las fiestas del verano era un mal dirigente y no luchaba por “hacer cosas por el pueblo o diputación”.

Lo importante siempre ha sido que Villa Abajo tenga una piscina más pequeña y las fiestas duren un día menos que las nuestras, las de Villa Arriba.

Otros simplemente, encumbrados por el dinero “sin fin” y por la sed de dejar “una huella” que recuerde su época de gobierno prometían aeropuertos, o cualquier tipo de infraestructura inviable para esa población.

Porque durante esos años de excesos, para muchos dirigentes fue más importante dejar patente para la historia que ostentaron el poder. Que gestionar su administración pública de manera coherente y acorde las necesidades que existían.

Hoy, cuando las facturas llenan los cajones, las trituradoras de papeles no pueden comer más papel y están por pagar esos excesos. Nos preguntamos que necesidad teníamos de tener este aeropuerto o porque todos los pueblitos deben tener una piscina para el verano. Y si seguimos pensando, deberíamos reflexionar, sino había otras alternativas. Sino habría sido posible haber racionalizado el gasto y haber buscado soluciones más sensatas con la realidad social de cada localidad, provincia y comunidad.

Publicado en bajoaragondigital.com 19/01/2012

domingo, 15 de enero de 2012

cambio de cromos en el PSOE



Desde la evidente y esperada derrota socialista en las elecciones del 20-N he estado esperando, observando, analizando como se movían las familias socialistas. Quien salía corriendo con lo puesto y quien se escondía en el despacho de su sede. Quien daba un paso al frente y quien lo daba a un lado. O quien quiere abanderar una evolución dentro del PSOE y quien se postula para perpetuar sus privilegios y su red de clientelismo.

Poco ha cambiado y parece que casi nadie se ha enterado de la película. Me sorprende ver que más de 4 millones de votantes socialistas no han apoyado las tesis que encabezaba Rubalcaba y casi nadie se pregunte públicamente, “¿Qué ha fallado?”.
Me parece casi extravagante que el próximo congreso federal que tengan los socialistas se centre, casi, exclusivamente en elegir una cara bonita para decorar los carteles. Me parece bochornoso que prácticamente nadie se rasgue las vestiduras y exija que el principal cometido de ese congreso, no sea elegir un líder, sino plasmar un ideario. Volver a tomar el pulso a la calle, a la fábrica, a la universidad, a las aulas… Ser creíbles.
Ya que como dice Tomás Gómez; “Entender la votación a Secretario General como la llegada a la meta o entenderla como la línea de salida.
Aquellos que se empeñan en hablar de nombres, y de cotas de poder, son los que lo ven como el final de un proceso, como la llegada a la meta y esto es convertir el que debería ser el Congreso más importante de las últimas décadas en una oportunidad perdida”
. No pueden perder la oportunidad de volver a hacer creíble su mensaje de izquierdas y sobre todo que vuelva a la senda de la socialdemocracia.

Pero, parece que todo será una quimera. Todo parece que va a cambiar, para quedar todo igual. Nadie quiere perder su sillón y sus privilegios. Ningún dirigente quiere perder el calor de su despacho y sus prebendas. Muchos a costa del ideario socialdemócrata prefieren hipotecar el futuro de un partido, por mantener su cargo (máxime ahora que el PSOE ha perdido cargos electos).

De esta manera, espero muy poco de este congreso. Tal vez, un cambio de cromos y alguna persona válida que se quede por el camino, buscando su sitio en la cuneta o en alguna calle más a la izquierda.

miércoles, 4 de enero de 2012

¿de dónde soy?



Será que he estado en diferentes ciudades. Será que he dormido en la mismas casa que compañeros, y a la postre, amigos de otras culturas. Será que he hablado en diferentes idiomas.
Tal vez, sea por eso que no creo en las naciones y sus sentimientos patrios.
Puede que por eso, me cueste desgarrarme la camiseta, defendiendo, a ultranza, una u otra nación. Una u otra bandera.

Será que el peregrinar por diferentes paisajes, ciudades, países me ha cambiado la perspectiva y al final, lo importante no son las banderas, sus himnos, su selección nacional de fútbol (o su inexistencia). Sino las personas, los valores, la riqueza que compone su sociedad. Y esto difícilmente se puede representar por un trapo, de un color u otro.

Al final, después de tantos kilometros acumulados en mi zapatos. He llegado a la reflexión de que las naciones son sólo un invento para mantenernos divididos y que olvidemos lo que verdaderamente nos une. Lo que hace que seamos una sociedad que pueda compartir valores, como justicia, nobleza, honestidad, paz, cooperación, igualdad, solidaridad.
Porque mientras nos peleemos por mantener nuestra bandera, nuestra cuota de poder (que se apropiarán y manejarán otros). Olvidaremos que el futuro lo tenemos que construir desde la unidad de todos nosotros.

Porque, en último término, las fronteras son líneas trazadas de forma aletoria que no pueden dividirnos en oponentes. Sino que las debemos borrar (desde el respeto a la diversidad de cada uno) para mejorar como sociedad y como humanidad.

Publicado en bajoaragondigital.com 03/01/12