Mostrando entradas con la etiqueta estado laico. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta estado laico. Mostrar todas las entradas

miércoles, 13 de noviembre de 2013

El PSOE "ha vuelto"

Un lavado de cara. Eso es lo que ha hecho el PSOE.
¿Por qué cómo pueden los mismos dirigentes que gobernaban hace dos años, renunciar al Concordato con el Vaticano, sino lo hicieron antes? ¿Qué credibilidad tienen de cara al electorado de izquierdas si no afirman con rotundidad que van a derogar el artículo 135 de la Constitución? Ese que pactaron con nocturnidad y alevosía con el PP una noche de agosto. ¿Cómo vamos a creer que se han reconvertido a "izquierdosos" si no han explicado como van a plantar cara a la Troika que manipula y controla las decisiones del gobierno español?

No me creo nada de todo lo que han propuesto y aprobado el PSOE este fin de semana, en su acto de auto afirmación identitario. Porque eso no deja de ser una escenificación de que el zombi político aún no está muerto y apura sus últimos hálitos, antes de sucumbir a la muerte anunciada.
¿Por qué quién confía en el PSOE? ¿Qué credibilidad puede presentar un partido que ha traicionado sus ideales, por agachar la cabeza ante los mercados? ¿Qué confianza puede inspirar su futuro líder, si sale un dirigente que ya ha sido ministro en la época de Zapatero o ha sido cómplice de las políticas regresivas que aplicó?
¿Cómo pueden defender una cosa y ahora la contraria? ¿Con qué criterio?

El PSOE "ha vuelto" dice Rubalcaba. Pero para muchos ese tren pasó y es muy difícil que podamos confiar en un partido que antepone otros intereses a los principios ideológicos, que deberían regirlo. No señor Rubalcaba, el PSOE no es que haya vuelto... Es que nunca tuvo que irse.

miércoles, 18 de marzo de 2009

La "X" de la declaración de la renta



Hay días que me levanto por la mañana y me planteo seriamente si no me he zambullido, mientras dormía, en un bucle y me he despertado a mediados del siglo pasado. Cuando un sátrapa mangoneaba España o hace unos cuantos siglos, cuando en el calor de las hogueras se emitía la justicia más cañí y sectaria. Luego con cierta resignación veo que no. Que hay viejos tópicos, vicios del pasado que hoy aún arrastramos y no sabemos, no podemos, dejar de lado, dar un paso al frente y desprendernos de cierta caspa que reposa en nuestros hombros.

Desde hace unos días la curia, supongo que aburrida de predicar en vacías iglesias, ha decidido ocupar su (enésimo) minuto de fama y nos ha recordado lo malos y pecadores que somos los infieles españoles, por apoyar la ley del aborto (¿no existía ya?), por no querer contraer el SIDA o alguna otra enfermedad venérea, porque España se rompe… (ah! Que hoy no toca esta cantinela…)
Lo que decía, en los últimos días vemos donde va a parar el dinero que el estado da a los miembros de la iglesia y lo que hacen con lo que recaudan de la famosa “X” de la casilla de la declaración de la renta. Van a recordarnos que somos unos pérfidos seres demoníacos porque protegemos más a los linces que a los no nacidos, con su mega campaña de publicidad anti aborto.

No ya por lo caduco de su imagen y por la poca credibilidad que me merecen ellos que no la religión católica, ni los católicos que los soportan. Considero que es imperiosamente necesario que la conferencia episcopal deje de depender de papá estado. Es absolutamente imprescindible que el estado sea totalmente laico y no tenga a los de siempre montándoles manifas (¿esto no era de pancarteros comeflores que no querían la guerra de Irak?), cada vez que respiran.
¿Y por qué defiendo un estado laico? Porque quiero que se respeten las decisiones políticas sin tener que ser valoradas desde un prisma subjetivo como es la religión y a su vez no debe ser usada como arma coactiva de nuestras libertades. Porque la religión debe ser enseñada sólo en las iglesias y no en las escuelas y, en consecuencia, no se debe mantener ninguna escuela religiosa, mediante conciertos. Porque no quiero que los símbolos religiosos sean los que presidan las juras de cargos, los actos oficiales. Porque no quiero encender la tele y ver un acto católico en una televisión pública y sobretodo porque, como se suele decir que cada palo aguante su vela, es decir que se autofinancien y no dependan del dinero de todos, para sus objetivos particulares. Porque es el siguiente paso de nuestra Constitución, eliminar las reminiscencias del nacional catolicismo que aún conservamos.

Todo esto por no hablar del flaco favor que hace el papa en sus viajes evangelizadores, por el mundo, diciendo que el preservativo es un elemento perniciosos que no ayuda a detener el SIDA, sino que aumenta dicha problemática...

Así no estoy pidiendo cometer purgas de católicos, quemas de iglesias y profanaciones de tumbas (esto son hechos de nuestro lamentable pasado) sólo pido que la iglesia ocupe el lugar que la propia sociedad le otorgue, como a cualquier otra religión, ONG o movimiento social.