sábado, 22 de julio de 2017

Nuestro ADN

Estas últimas semanas, han vuelto a mi mente retazos de mi pasado y algunas de las ideas, con la que iba aparejado.


Así, en este ejercicio de retrospectiva, han surgido temas que a día de hoy, siguen salpicando las tertulias de barra de bar televisivas y los debates de naftalina de las radios. Tal vez, es cierto, hayamos dejado de hablar de la crisis (no por superada, sino porque nos hemos habituado a vivir en ella), a la vez que Rubalcaba ya no figura en el PSOE o España ya no gana Mundiales o Eurocopas.

Pero el leitmotiv nacional se le parece mucho: corrupción, hastío con determinadas actitudes sociales y políticas, el PSOE camino de la insignificancia, la perdida de derechos o la impunidad de las élites que gobiernan este país, siguen siendo temas candentes


Con este corolario de ideas, tengo la impresión que estación tras estación, el hilo conductual de España no ha cambiado. Está en nuestro ADN y pase lo que pase, esta esencia no nos la podemos quitar de encima.

Por eso, este déjà vu que he sentido me hace ser pesimista sobre nuestras posibilidades de cambiar, de mejorar la realidad que nos rodea. Porque este bagaje que arrastramos me demuestra que somos capaces de tolerar esta sociedad corrupta e injusta, en la que siempre perdemos contra los ricos, con tal que de que el año que viene España juegue el Mundial.

miércoles, 19 de julio de 2017

Todos tenemos un amigo gay.

En estos tiempos modernos donde ser feminista está denostado y te convierte en un paria de la sociedad. Lo moderno es tener un amigo gay, el cual, poder sacar en las conversaciones de bar y ponerlo como ejemplo, para que todo el mundo entienda lo moderno y abierto de mente que eres.

Así, podemos decir en la misma conversación que: “a ver cuando los hombres podemos celebrar el día de los heterosexuales”, para luego añadir sin pudor alguno: “pero yo soy muy tolerante, tengo un amigo gay”, expresión que todos los tertulianos te alabarán y te ensalzará socialmente.



Tal vez, desde nuestro ombligo de machito ibérico no podemos entender que supone ser homosexual, en nuestra propia sociedad. Porque hay adolescentes que tienen miedo a reconocer su identidad sexual. Ese miedo y además de rechazo e incomprensión, se encontraron los de mi propia generación al romper las barreras y expresar su preferencia sexual.

No hablamos de países lejanos, como Mauritania o Yemen donde está penado con la vida. Si no de nuestro barrio o ciudad, donde ser gay, a día de hoy, sigue suponiendo un escarnio público, acompañado de risas, motes e insultos.



De esta manera, mientras no podamos disfrutar de nuestra sexualidad libremente y tengamos que sufrir humillaciones por amar a otra persona, fuera de los roles del macho patrio, y aun tengamos que aguantar sus frases de cuñado de barra de bar. Será necesario visibilizar la desigualdad que sufren los homosexuales y reivindicar que se deje de juzgar a las personas por a quien aman.

Para, conseguir de esta manera, que las barras de bar, algún día, dejen de estar llenas: “de amigos gays”.

martes, 18 de julio de 2017

La (a)normalidad democrática de España

Se debe llamar normalidad democrática a no saber quien es Francesc Boix o que este desconocido fotógrafo sea enterrado con honores en París el pasado mes, mientras el presidente del Gobierno español no acudió a dicho acto.

Pero vayamos por partes. Francesc Boix fue un fotógrafo que luchó contra Franco y Hitler, retrató la guerra civil y la locura del régimen nazi en los campos de concentración.
Por dicho motivo y por ser un ejemplo en defensa de las libertades contra las opresiones dictatoriales, el ayuntamiento de París trasladó sus restos al cementerio mas importante de la capital francesa.
Pero mientras el ejecutivo parisino rendía honores a Francesc Boix, el gobierno patrio se desentendía de dicho homenaje y no asistía al mismo.

Debo suponer que los pecados de Francesc Boix fueron mortales para merecer semejante desprecio y afrenta a él y lo que simboliza. A saber, estos fueron ser comunista y luchar contra Franco y Hitler. Sin embargo, en este país carpetovetónico, esto es una lacra y para la rancia derecha, que aun no se ha desligado de su herencia y con mezquina ambigüedad, sigue amparando al franquismo.

De esta manera, la ciudadanía aun sigue creyendo que abrir las cunetas es sinónimo de abrir heridas. Cuando esto es un acto de justicia y dignidad. Por otra parte es impensable fuera de España que aun no hayamos superado esta deuda histórica.

Pero claro, en esta normalidad democrática, tener los muertos en las cunetas y degradarlas al olvido es lo correcto.