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miércoles, 23 de marzo de 2011

el baul de los recuerdos




Una de las cosas que tiene ir de vacaciones a casa de mis padres, es que en algún momento mi madre me sugiere que “haga limpieza”. Es decir que limpie los baúles que tengo de “trastos”.
Pues bien, esta vez me ha tocado y a parte de sumergirme en mi pasado, el devenir de las sucesivas carpetas y hojas me ha provocado una reflexión. Y todo ello debido a que revisé carpetas, muchas con más de 10 primaveras. Donde guardaba viejos recortes de periódicos o revistas sobre temas de la época o que me suscitaron algún interés. Y éstos lejos de parecerme desfasados versaban sobre; corrupción, las drogas y su relación con los jóvenes, los retos de la genética y su aplicación a la medicina, el paro, la precariedad laboral, ETA y sus locuras, las guerras que siembran de dolor la faz de la Tierra, la guerra civil y las innumerables fosas comunes que existen, la lacra del SIDA, la Malaria o el resurgir de la Tuberculosis. Otros hablaban sobre la “fuga de cerebros” que sufre España, o los impertérritos problemas que tiene la educación en España.

De esta manera después de la pertinaz limpieza, me quedé con un regusto amargo, al preguntarme; “¿en qué hemos cambiado?”.
Si resulta que al abrir el baúl de mis recuerdos veo que los mismos problemas que teníamos hace más de una década, hoy en día siguen vigentes.
¿Hemos sabido avanzar como sociedad, para buscar una mejor calidad de vida o nos hemos dedicado a sobrevivir, entre el circo y el pan?
¿Hemos sido exigentes con los diferentes gobiernos y administraciones para que sean eficientes en solventarnos las vicisitudes diarias? O por el contrario, nos han enredado en cantos de sirenas para estar en la misma casilla de salida que hace ya algunos lustros.

Publicado en bajoaragondigital.com 22/03/11

lunes, 25 de octubre de 2010

ausente




Poder y ambición, hambre, sufrimiento, agonías, penurias, trampas y codicia, rencor, odio, miedo, lágrimas, sangre, corrupción, enfermedades…

África se desangra; diamantes, oro, petróleo, marfil, manos baratas, niños soldados, mutilaciones, violaciones, SIDA, malaria…

Haití se olvida; terremoto, cólera, pobreza, hambre, malnutrición…

Asia se prostituye, vuelan libremente las armas, la droga, las mafias…

América Latina quiere decidir por si misma; Chile, Nicaragua, la CIA, Bolivia, Brasil, colonialismo…

Oriente Medio se cubre de trincheras; Palestina e Israel, Afganistán, Irán…

Ataques contra los derechos humanos, violaciones, genocidios, racismo, ignorancia, limpiezas étnicas…

Grandes cicatrices; Yugoslavia, Ruanda, Irak, Vietnam, las guerras mundiales, el terrorismo...
Armas, balas, bombas, morteros, infantería, aviones militares, misiles, porta aviones, tanques, minas antipersonas…

Dictaduras; China, Cuba, Birmania, Corea del Norte, Sudán, Guinea Ecuatorial… Hitler, Franco, Mussolini, Stalin…

… o Dios está sordo o hace mucho que abandonó este lugar…

viernes, 29 de enero de 2010

conversaciones de ascensor



Ahora que vuelvo a vivir en un edificio con ascensor, me vuelve a la memoria las sensaciones que produce compartir ese metro cuadrado con un vecino y vuelvo a observar con cierta ironía como la sensación de incomodidad se reproduce en cualquiera. Así todas las veces, alguien acaba hablando y diciendo algún tópico; “Parece que hace frío” o se comenta brevemente la última noticia que ha salido en el telediario. Evidentemente para que no te identifiquen con nadie, se habla de algo banal o lejano. Una tragedia suele ir bien, para matar esos segundos. “Vaya pena lo de Haití, ¿no?”

No es que me parezca mal que la gente en el ascensor se apiade de los haitianos y quiera compartir su preocupación con el vecino. Lo único que me escama es lo corta que es la memoria, antes de Haití ocurrió un tsunami… (Un segundo que lo miro en Google)… en el Océano Indico… y nadie se acuerda ya que allí aún se necesita ayuda. Se necesita reconstruir una realidad que quedo borrada. Hay unas necesidades que han quedado reducidas a la mínima expresión y a la buena voluntad de las ONG´s que han conseguido sobrevivir al impacto mediático y años después siguen acometiendo su trabajo lo más dignamente que pueden. Hoy nadie se acuerda como hace unas Navidades nos bombardearon los informativos con la vacuna de la malaria. Y hoy, aun el mismo equipo sigue trabajando y buscando fondos para poder seguir con su trabajo y hacer extensivo sus resultados. Una vez que los medios han usado la noticia y empieza a caducar, se olvida y se tira al rincón del olvido, informativo y social. Dado que si no sales en los medios, no existes.

Así dentro de unos días, en el ascensor, el vecino me dirá; “Parece que hace frío”

pd; Hoy llevo el día ácido… por eso la ironía me desborda…