lunes, 24 de diciembre de 2018

No es la bandera, estúpido.

No es la rojigualda o la republicana, no es la estelada o la bandera de Aragón de lo que estamos hablando.

El debate se centra, en base a qué valores construimos una región, un Estado, y por ende, no hablamos de cosas etéreas. El foco lo ponemos en elementos tangibles y reales: paro, precariedad laboral, desahucios, sanidad, educación, pensiones, un sueldo digno, el acceso a la vivienda o la corrupción, entre otros.

Porque yo no quiero una República en la que la Gürtel, Bárcenas o Villarejo sean protagonistas. Yo no deseo una abdicación, si el precio de la vivienda de alquiler no tiene control alguno, las pensiones son exiguas y no se legisla para recuperar los muchos derechos laborales perdidos. Yo no defenderé nunca una república que sea cómplice de negociar con Estados no democráticos, proteja a la banca y desahucie a familias diariamente, y, a la postre, me venda como inversión social construir buques y armamento bélico.

Yo quiero un Estado (mejor una República) que sepa que el futuro del país debe pasar por garantizar el acceso a una sanidad pública, de calidad y eficaz, que favorezca la conciliación familiar y laboral, que haga desaparecer los sueldos de miseria y legisle para que en materia laboral no se produzcan atropellos empresariales. Quiero un Estado que persiga la corrupción, de forma implacable y condene rápidamente a los que defraudan. Haciendo que las corruptelas y pagos en "b" sean un triste recuerdo del pasado.

Parafraseando a aquel asesor de Bill Clinton: "no es la bandera, estúpido".

domingo, 16 de diciembre de 2018

¿Catalunya es una batalla de la izquierda?

Hay un principio básico en política que es apostar por las batallas ideológicas que bien se quieren ganar, o sobre las que se quiere influir, en función de la posición de cada uno.

Este precepto tan básico, la derecha lo hizo muy bien el año pasado, con un tema en el que ideológicamente, le era ajeno a la izquierda; la independencia de Catalunya.
Ya que lo que era (y es) una pelea entre dos derechas corruptas, consiguieron convertirlo en una brega en la que la izquierda acabó o bien en medio de los dos frentes dialécticos o por animadversión hacia Rajoy se acabó posicionando a favor de la derecha catalana.
Hechos, sin duda, que han conllevado un evidente desgaste de tiempo, recursos y mensajes que han caído en saco roto, y han socavado parte del crédito público de las formaciones progresistas.

Por otra parte, esta incómoda posición de la izquierda, en este asunto, ha permitido que ambas derechas zarandeen mediáticamente a los líderes políticos progresistas, achacándolos de ser cómplices “del otro”.
Sumando además otro efecto más nocivo aún, durante el transcurso de esta batalla nacionalista, la izquierda ha perdido la oportunidad de priorizar el debate sobre los problemas sociales que aun existen en España (y en Catalunya son patentes también): como la gestión sanitaria y educativa, cómo se puede garantizar desde el Estado un sistema público de pensiones y revalorizarlas, recuperar derechos laborales y trabajar por un mercado laboral en el que la precariedad no sea la norma habitual.
Así, un año después, tampoco tenemos las respuestas que demandábamos para los desahucios, para favorecer el acceso a una vivienda digna o para una conciliación familiar efectiva.
En definitiva, ¿cómo estamos saliendo de la crisis?

Con el agravante que parte de la izquierda parece haber quemado su imagen y discurso, siendo el Don Tancredo de las derechas nacionalistas.

Por todo ello, es imprescindible recuperar la acción en las políticas que la ciudadanía necesitamos, para resolver la salida de la crisis desde una perspectiva social, de izquierdas y sin excluir a nadie de la misma.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Vox, ¿somos responsables?

Las señales que emitía esta campaña eran de cambio, de un cambio capitalizado por una caída del PSOE. Pero sin duda, nadie podría prever que los resultados iban a ser los que han sumado al abrirse las urnas.



Desgraciadamente, la entrada de Vox se daba por hecha, algún diputado, luego tres o cinco, tal vez diez, decían los más optimistas. Finalmente su apoyo ha llegado hasta sumar doce diputados.

Increíble para un partido de extrema derecha que nos oferta la perdida de derechos, la desigualdad, un discurso xenófobo y una sociedad que rezume loas a un pasado oscuro dictatorial.



Así con este mensaje tan retrogrado han saltado de ver la política desde su rincón, sin que nadie les prestase atención, hasta capitalizar la noche electoral. Podremos decir que los medios han sido su altavoz, podremos añadir que Trump y el viraje hacia una Europa ultraderechista que desprecia y no entiende a los inmigrantes han sido sus catalizadores.

Lo cierto es que llevan años con este mensaje, ya hace casi cinco años estuvieron cerca de entrar en el Parlamento Europeo y solo un puñado de votos lo evitó. Pensamos que se habían ido, pero hoy han abierto la puerta.



Los votantes sin duda, debemos leer muy detalladamente el mensaje que transmite Vox y analizar qué nos proponen en materia de inmigración, de violencia de género, de libertades públicas, qué concepción de nuestro pasado tienen y qué valores democráticos defienden.

Debemos pensar si podemos apoyar sus ideas, o si por el contrario rechazamos sus ideas políticas y no queremos un país clasista, racista y con deudas históricas.

martes, 20 de noviembre de 2018

A 24 horas de la muerte de Franco

Tal vez a 24 horas de la muerte de Franco, la España que aun no había despertado soñaba con un país que recuperaría libertades pasadas, con una democracia que apostaba por la implicación y participación de la sociedad en la vida pública. Bien desde las instituciones, bien desde los foros de expresión e implicación social que existían y existen.

Tal vez a 24 horas de la muerte del dictador, pensábamos que 40 años más tarde habríamos aprendido que sucedió y no discutiríamos la historia. Sino que desde la reflexión sosegada y con la razón, no tendríamos que oír a líderes de comunicación o a ciertos políticos vergonzosos mensajes que solo buscan confundir, desde la mentira y los espacios comunes que perdonan y amparan la dictadura del Caudillo.
Seguro que a 24 horas de la muerte del dictador queríamos un país que comprendiese su pasado y no lo ocultase de forma ignominiosa.

Lo que es probable que cuando se cayó del caballo, al final, no soñábamos con este país. Con un país que no ha sabido condenar, sin fisuras, ni ambages y de forma contundente esa dictadura. Seguro que no soñábamos con un país que la libertad se recortase y sobrevolase el miedo a opinar, bien rapeando, bien encima de un escenario o en Twitter.

Porque a 24 horas de otra conmemoración de su muerte, seguimos esperando palabras ambiguas de una complaciente derecha, mientras la ultra derecha crece en presencia y su mezquino, artero y caduco mensaje tiene cada vez más calado de lo que nunca hubiésemos imaginado nunca cuando Franco murió.

viernes, 9 de noviembre de 2018

La carrera de la crispación.

Exclamaba este domingo Rivera en Altsasu: "El día que los demócratas permanezcamos indiferentes a las agresiones de los antidemócratas, ese día, morirá la democracia."

La verdad que no me queda más remedio que darle la razón. Porque el día que permitamos que haya desahucios, que el Ibex 35 (y no la ciudadanía) marque la agenda política, social, legislativa,o incluso judicial. El día que salga más barato robar que opinar, pagar sobrecostes que rapear. El día que se vigilen a los humoristas, pero tengamos a dictadores con honores. El día que desde el Estado se financie a oscuras asociaciones que promulgan el ignominioso pasado franquista. Ese día podremos decir que la democracia morirá.

Pero espera, tal vez Rivera no se refería a esto y ha preferido ir a Alsasua a señalar a los buenos y a los malos de esta escena de olor a naftalina que se está gestando. Tal vez, Rivera de los bancos y la justicia no ha dicho nada. Y puede incluso que no se haya pronunciando sobre la pobreza energética, o al respecto de porqué le parece mal que se suba el Salario Mínimo Interprofesional.
Cabe incluso que solo haya ido a este acto dominical a ganar un puñado de votos a costa de volver a dividir y crear más tensión.

Y por ello, me inquieta pensar que este quiere ser su bagaje, con el que presentarse en las próximas elecciones generales. Como el campeón de la crispación. Como el pirómano de la política. Ya que no le bastaron las imágenes de tensión de Barcelona, si no que además repite un segundo bolo.

Y así viendo el elenco de actores de la derecha, varias preguntas me rondan por la cabeza: ¿Por qué los principales líderes de la derecha solo entienden la política desde la crispación y la división? ¿Por qué no hablan de diálogo y sí de trincheras? ¿Cuál será su método de resolución de conflictos, antes los hechos que están capitalizando y protagonizando? ¿Cómo quieren, luego, calmar la tensión que sus declaraciones generan?

Incierto futuro nos espera en este país, con esta dura lucha entre la derecha, porque en sus actos no se formulan propuestas en términos ideológicos, sobre la realidad política del país. Si no que sus últimas actividades públicas solo se centran en acaparar los sentimientos, sin saber que nos proponen ideológicamente cada uno de ellos. Acabando en una carrera de ver: "quien es el más pirómano".

domingo, 4 de noviembre de 2018

No vayas a Irán

No vayas a Irán sino quieres descubrir un mundo insospechado, donde la hospitalidad y la calidez de sus habitantes es lo usual.

No vayas a Irán sino quieres que en cualquier calle te asalte un transeúnte y con una sonrisa en la boca y con gestos te indique el camino al bazar. Por supuesto, tampoco vayas sino quieres que en medio de ese bazar conozcas a un iraní y después de una grata conversación, acabes siendo invitado a su casa a comer con su familia, y se alargue esa agradable y fluida charla hasta convertirse en una distendida sobremesa con té y galletas.

No vayas a Irán porque puedes conocer gente muy interesante, con opiniones que te harán replantearte tus pequeñas ideas preconcebidas sobre los iraníes. Y tampoco vayas sino quieres que te acaben invitando a volver a verlos en un futuro viaje.



No vayas a Irán sino quieres dejar de pensar que los ciudadanos son peligrosos terroristas radicales que te van a colgar de un pilar, por ser infiel o europeo.



No vayas a Irán sino quieres descubrir una cultura fascinante con miles de años de antigüedad y con cientos de historias que descubrir que se esconden en sus bazares, en las mezquitas, en las plazas o en el desierto.



No vayas a Irán porque puedes descubrir que su gastronomía es rica, variada y muy apetitosa. Ya que puedes acabar comiendo carne de camello, o sus fabulosos kebabs, mientras bebes dügh.



Y por encima de todo no vayas, nunca, porque si vas significará que has desafiado a los prejuicios que nos han impuesto desde los medios de comunicación y puedes descubrir una sociedad con muchos valores reseñables que quiere explicar al resto del mundo que no son como los han representado y que pueden aportar y aportarnos mucho.



Nunca vayas a Irán si quieres vencer tus prejuicios y descubrir que nos han estado engañado. Porque allí hay un pueblo cálido y acogedor esperando poder ser escuchado, comprendido y respetado.

martes, 23 de octubre de 2018

"Viva el Rey"

Pablo Casado es una fuente inagotable de titulares de consumo rápido. El último de ellos fue animarnos a loar al rey a la voz de: "Viva el Rey", cuando inaugurásemos un hospital. Como si el susodicho personaje nos regalase hospitales, bibliotecas o kilómetros de carreteras por su Real gracia.


Antes de entrar, en materia sería importante y vital señalar que el Rey no nos concede nada. Son nuestros impuestos los que sufragan esas carreteras, los libros que rellenan los estantes de las bibliotecas y los que pagan los sueldos de todos aquellos que trabajamos en los centros sanitarios públicos.

Por ello, teniendo en cuenta la normativa que me impide menospreciar la imagen del Rey, no veo la necesidad de elogiar a dicha figura pública, en ningún momento de mi vida diaria. Excepción hecha si acometemos un debate sobre qué modelo de Estado entiendo que deberíamos tener.


Una vez zanjado los temas periféricos, creo que la idea de Pablo Casado fue ridícula, superficial y falta de contenido. Quiso crear un eslogan para lanzar una loa, destemplada, al Rey. Y por ende, le salió mal.

Porque siguiendo su lógica podríamos decir: "Viva el Rey", cada vez que alguien del PP entra en una sala de Justicia, o que un empresario vinculado al PP es juzgado por unos apaños o unos contratos irregulares. Podríamos decir: "Viva el Rey", cuando la reforma laboral del PP permite que obreros se vayan a la calle sin indemnización y sus compañeros trabajen más horas por menos sueldo.


Porque si la lógica de Casado es que el Rey es el responsable de todo lo bueno y es un ser magnánimo que todo lo puede, también lo será de lo malo que sucede en este país, por extensión.
Aunque, pensándolo bien, si esto fuese así, me reafirmo en mi anunciado debate sobre el modelo de Estado que quiero y yo sí que grito: "Viva la República".

miércoles, 3 de octubre de 2018

Los peligros de citar a Faulkner

Uno de los diálogos más memorables de: "Amanece, que no es poco" dice así: "Y ahora me dicen que ha escrito usted "Luz de agosto", la novela de Faulkner, ¡de William Faulkner! [...] ¿es que no sabe que en este pueblo es verdadera devoción lo que hay por Faulkner?. Pero hombre, copiar a Faulkner."



A muchos de nuestros políticos les está ocurriendo eso mismo. Pensando que no conocemos al susodicho se estaban dedicando a copiar trabajos, fragmentos de tesis o a inventarse masters o doctorados que nunca han realizado. Pero al final resulta que "en este pueblo es verdadera devoción lo que hay por Faulkner" y les hemos acabado pillando.

Una presidenta dimitió por un master poco claro, la ministra fue dimitida por unas sospechas, Ribera ha modificado su currículum en varias ocasiones, Pedro Sánchez se dedicaba a copiar ideas ajenas para su tesis, sin citarlas luego y Casado anda agradecido al buen hacer de la Fiscalía que le ha eximido de rendir cuentas por las dudas que no se han despejado.



De toda esta lamentable historia, lo que mayor gravedad reviste, para mí, es el peligroso descrédito que supone estas corruptelas y opacidades para la imagen de la Universidad y de sus alumnos. Los cuales, con mucho esfuerzo, y en numerosos casos por los recortes de becas, con verdaderas dificultades económicas hemos tenido que costearnos nuestra formación universitaria y de posgrado. Para acabar viendo como los títulos, en la bancada de enfrente se regalan por llevar el carné adecuado.



Estos hechos constatan con la manida: "cultura del esfuerzo" que desde la política nos han querido vender a los hijos de los obreros. En base a la cual, nada se nos regalaba y los títulos universitarios solo se obtenían en base a la dedicación y a horas de estudio. Esta patraña hemos podido comprobar como se cae, y los tentáculos de la corrupción política llegan hasta los ámbitos académicos y los títulos se conceden, con más facilidad si sabes citar de forma oportuna a Faulker. Privilegio que los hijos de los obreros nunca hemos tenido.

viernes, 14 de septiembre de 2018

Las fotos de nuestros políticos.

Este fin de semana hemos quitado el agua de la piscina, hemos guardado el bañador y la toalla. Hemos vuelto a encender el despertador para retomar la vuelta al cole. En esta tesitura nuestros políticos ya llevan unas semanas de adelanto, y mientras empieza la actividad en los parlamentos se han dedicado a inaugurar el curso político pre electoral, con fotos y titulares de periódico.


Uno de ellos ha sido nuestro presidente autonómico, el cual en sus primeras semanas de retorno, después de las vacaciones, se ha ido a posar a varias localidades de Aragón, con diversas empresas ligadas a la ganadería, con el fin: "conocer las necesidades del sector".


Estos actos me produce varias reflexiones, de las cuales me gustaría obtener respuesta.

1/ ¿Por qué elige empresas privadas (las cuales no tienen, teóricamente, ninguna relación con la Administración Pública) para darse un baño de masas? ¿Por qué no elige inaugurar el curso político con sus trabajadores, con los funcionarios que intentamos cada día sostener el sistema público, con nuestro desempeño?

Porque me parecería más interesante que se reuniese con los trabajadores de SARGA, para solucionar su conflicto laboral y que les explique porqué ha reducido la DGA la plantilla, con el claro riesgo que supone esto para el medio ambiente y, especialmente, en la vigilancia y prevención de incendios.

O me habría gustado que se hubiese reunido con los trabajadores y usuarios del hospital de Alcañiz, para explicar el ritmo que llevan las obras y cuando estará finalizado y cómo se va cumplir las necesidades de profesionales que tendrá.


Pero esto no ocurrió, decidió hacerse la foto con varias empresas privadas, "por el bien del sector". Esto me lleva a la segunda reflexión:

2/ Si visitó varias empresas ligadas al sector ganadero, por "el bien del sector". ¿No habría sido mejor reunir a la patronal (que representa a todas las empresas aragonesas) en Pignatelli y no solo recabar la opinión de dos de ellas?


La verdad, que me encantaría saber los motivos de esta actuación y el porqué de lo que no ocurrió y planteo. Creo que así comprenderíamos las acciones políticas con más claridad y entenderíamos mejor las acciones de nuestros políticos.

lunes, 27 de agosto de 2018

Franquismoplasmosis

La comunidad científica anda en estas últimas fechas algo revolucionada, por el descubrimiento de un antiguo virus que según los datos oficiales estaba extinto.


El Franquismoplasmosis es un virus endémico de España que se creía erradicado hace más de 40 años, tal vez algún brote muy puntual que se pensaba controlado. Este germen se caracterizaba por afectar a personas de mediana edad, con una alta necesidad de alabar a caducos personajes que representaban a nuestra negra historia, poca empatía por las opiniones divergentes, afección por la represión y manipulación de la historia y un fuerte sentimiento autoritario. Pero en estas fechas recientes, se ha visto un fuerte rebrote de este virus con una característica nueva, está afectando a gente joven.


De esta manera, se espera que la Organización Mundial de la Salud declare España en cuarentena y dedique sus esfuerzos a erradicar este virulento virus, con gran capacidad de contagio entre la población que no había sido expuesta anteriormente, Para así evitar que se expanda.

Ya que esta nueva cepa ataca el cerebro y los ojos generando paranoias, falsedades, neurosis, deformación de la percepción de la realidad e inseguridad que se traduce en insultar a aquellos que no piensan como uno mismo.



Según las últimas noticias se cree que el foco de infección estaría en una zona denominada el Valle de los Caídos, pero los científicos no han podido comprobar esta información, porque no les dejan entrar bajo supercherías que no entienden.



Finalmente, desde la OMS se está trabajando en una nueva vacuna, para prevenir futuros contagios, cuyo nombre experimental es el de: "Si España es una democracia que lo sea de verdad y dejemos de amparar a los franquistas y sus diatribas".

lunes, 13 de agosto de 2018

¿Lo que nos interesa?

Mi madre siempre me solía decir que ella tenía sordera selectiva, oía lo que le interesaba. Y ciertamente, creo que algo de eso tenemos en la sociedad.

Llevo un tiempo observando los comportamientos de mis amistades en Facebook y como reaccionan a mis publicaciones.

En este tiempo, he llegado a la reflexión de que la mayoría de ellas me leen lo que escribo, pero pasan de soslayo si estas les molestan ideológicamente. A saber, si critico al nuevo gobierno socialista, porque su política se basa en grandilocuentes anuncios para encandilar a su potencial electorado y luego con el paso de los días vemos que no cumplen lo anunciado. Los votantes socialistas callan y me caen los "me gusta" de la derecha. Pero si, por el contrario, rechazo la demagogia de Pablo Casado y su supuesto master o la última medida fascista propuesta por el gobierno italiano, la derecha calla y las loas me llegan de esos socialistas que antes evitaron mis publicaciones.

Esta situación, me lleva a pensar que aunque podemos confrontar información de forma muy fácil en Facebook, por ejemplo, y debatir con ella o reflexionar sobre ella. Evitamos a toda costa este debate, seguimos encerrados en nuestras ideas políticas, como si fuesen una trinchera desde la que disparar a la otra persona. Que, a la postre, consideramos un rival. Evitando de esta manera, en todos los casos, que nos puedan hacer ver la realidad de otra manera posible, porque nuestra fe sucumbiría. Y me parece peligroso este punto, porque la ideología no debe ser un acto de fe, sino la consecución de un razonamiento lógico y madurado en el tiempo. No creo que debamos ser de uno u otro: "porque sí". Sino en base a unos valores que hemos incorporado a nuestra vida y sabemos defender. A la par que debemos estar dispuestos a contrastar, sin miedos o tapujos.

Porque solo desde el debate y contrastando las ideas podemos crecer y llegar a reflexiones que nos permitan entender como es la realidad que nos rodea. Pudiendo discernir errores y aciertos, mentiras y ambigüedades. Solo así podremos ser críticos con nuestros políticos y exigirles, siempre, las acciones que necesitamos y no loarlos, solo, según su color politico.

viernes, 3 de agosto de 2018

No es el taxi, estúpido.


Corrían los primeros años de la década de los 90 y Bush padre se encaminaba a una previsible cómoda victoria. El triunfo ante la URSS, y la Guerra del Golfo Pérsico, así lo hacían intuir. Pero a este mastodonte político se le cruzó un joven medio desconocido y con un sencillo eslogan cambió el curso de esas elecciones: “La economía, estúpido”



De esta manera, parafraseando a Bill Clinton no es el taxi lo que nos jugamos. Son los derechos de todos los trabajadores. Ayer fueron los compañeros de Amazon, anteayer los de Glovo y Deliveroo. Hoy son los taxistas que luchan por no permitir que las empresas del gran capital mermen sus derechos y sesguen los derechos laborales, por un sueldo de miseria. Porque mañana, puede ser tu sector, o el mío el que se vea dominado por una app que solo entiende de beneficios a costa de cercenar los derechos laborales, el sueldo de sus trabajadores y las opciones de un futuro digno.



Por eso, ante las infamias, vendettas particulares, y la falta de solidaridad con el gremio en lucha, siento pena.

Como dice un compañero: “los derechos laborales no agarran bien” y “deben pensar que nos los trajeron unos seres mágicos que descendieron a la tierra en unicornios rosas, por un arco iris”, me suele remarcar otro amigo.

Ante todo tipo de agresiones laborales, que nos recorten nuestros ya escuálidos derechos, los trabajadores solo podemos responder desde la solidaridad, la comprensión y empatía hacia los compañeros en lucha.

Luego, seguramente, todos hemos tenido desavenencias con algún taxista, pero este hecho no justifica volcar nuestro odio hacia ellos, en este momento. Como anteriormente muchos hicieron contra otros sectores que se declararon en huelga, para defender sus derechos y los de todos.



No es el enfoque correcto despreciar la lucha de unos compañeros trabajadores, porque solo de esta manera estamos haciendo más fuerte a las empresas. Solo desde la solidaridad podemos salir victoriosos y conseguir no perder más derechos.

Por eso, son los derechos de todos, los que nos jugamos en cada huelga, ERE o despido. No es el taxi, estúpido.

martes, 17 de julio de 2018

Somos unos vagos, otra vez

Será que el inefable Jordi Sevilla ha vuelto a pisar Moncloa y ha resucitado su cruzada contra los funcionarios. Agitando a la sociedad contra los terribles funcionarios y nuestras múltiples horas de café y escaqueos para ir a comprar. Pero el caso es que en estas últimas semanas ya son varias personas las que se referían, en mi presencia, a nosotros, los funcionarios, como vagos, ineficaces, personas que hacemos perder dinero a la empresa, mal organizados y carentes de motivación.


Deben suponer mis compañeros, amigos, familia, que yo no soy funcionario, o, simplemente, buscan que salga a defender mi gremio, con los tópicos en ristre.


Intento ser franco con ellos y no exaltarme. Por ello presento el debate en otros términos; todos tenemos compañeros de trabajo que trabajan más o menos, que su implicación con el trabajo es nula o se desviven. Gente que llega casi siempre tarde o aquellos que no les importa ayudar al de la mesa de al lado.

Por esto mismo, creo que es más coherente particularizar cada ambiente o lugar de trabajo. Porque caer en tópicos me obligaría a decir que los fontaneros nunca son puntuales o los mecánicos nunca hacen facturas. Y así reducimos el debate a un intercambio de sandeces de barra de bar.


No soy funcionario por ser vago, ni por elección divina. Para mí es un compromiso con mi profesión y con la sociedad que me rodea, y lo entiendo desempeñando mi profesión dentro de la sanidad pública. Intentando, de esta manera, aportar la máxima calidad y el mejor servicio posible.

Por ello es complicado que nos quieran valorar la productividad, ¿cuál es la mía? Y, ¿la de un Administrativo de la Seguridad Social?

Muchos de nosotros no podemos ser computados en términos económicos. Pero ello no quiere decir que salgamos caros y seamos ineficaces, como me reprochaban días atrás.


Ser funcionario, es una elección laboral. Mas serlo no te convierte en vago o en empleado del mes. Esto seguramente, lo traemos todos de casa y por estar en una oficina del INAEM o en la ferretería de la esquina nuestra actitud laboral será la misma. No nos transformamos.


En consecuencia, entiendo que estos debates reverdecen con el paso del tiempo y vuelven a llenar las tertulias cuñadas de los bares. Pero considero muy estéril hablar de espacios comunes y tópicos-. Mientras pasan los días y no somos capaces, como trabajadores, de mejorar las condiciones laborales, de todos nosotros. Porque nos perdemos en estos debate vacuos y postizos.

viernes, 6 de julio de 2018

El dinero primero

Marine Le Pen, Viktor Orban, Andrej Duda y ahora a esta lista de nefandos referentes políticos se suma Italia con Matteo Salvini.


"Las elecciones europeas del año próximo serán un referéndum entre la Europa de las élites, de las bancas, de las finanzas, de la inmigración y la precariedad, y la Europa de los pueblos y del trabajo. Nos han ofrecido un futuro de precariedad y miedo, donde un contrato indefinido o tener pensión es un sueño".

Bramaba este pasado domingo intentando seducir a sus ultras. En un incongruente discurso con el que solo buscaba seguir marcando la iniciativa dentro de un tibio gobierno italiano.

Aludo que es incongruente, porque con el objetivo del aplauso fácil, de una masa de bajo perfil reflexivo, en una misma sentencia entremezcló conceptos de una forma soez, artera y demagógica. Para presentarse él mismo como solución como un burdo charlatán de mercado.

Es ilógico su argumentarlo, porque alude que el progreso lo traerá la extrema derecha nacionalista rancia del siglo pasado. Mientras los inmigrantes que huyen de la guerra o la pobreza son secuaces de las élites económicas que gobiernan la Unión Europea.

No seré yo quien defienda a la Unión Europea, pero si algo tengo claro es que a Bruselas le produce la misma repulsa los inmigrantes que vienen desde África para labrarse un futuro que al propio Matteo Salvini. A la vista de las ineptitudes de unos y otro, no me cabe la menor duda.

Me suelen argumentar mis amigos que la coherencia, cualidad que considero vital y básica para cualquier persona y actitud, "está sobrevalorada". En muchas situaciones de la vida tengo esa impresión. Porque percibo que lo difícil es mantener una línea argumental y ser fiel a ella.

Y esto mismo nos pasa con el infame personaje que asola la política mediterránea actualmente. Dado que en otro momento de su discurso después de zaherir otras naciones, por el hecho de ser países empobrecidos (en muchos casos por la propia Italia), se lanzó a abrazar nuevas fronteras dentro de Europa: "Una Liga de ligas en Europa que incluya a todos los movimientos libres y soberanos que quieran defender sus propias fronteras y el bienestar de sus hijos".

Lo cual a la postre nos indica, muy claramente, que como buen fascista y personaje de ultra derecha solo le importa la procedencia de la gente, en función del dinero que tengan. Deberíamos recordar, al hilo de esta idea, que la Liga Norte (su partido) repudia(ba) a los italianos del sur, por considerarlos un lastre.

Tal vez, sea coherente, al fin y al cabo, y representa lo que es la verdadera derecha fascista: "el dinero primero".

lunes, 18 de junio de 2018

Estos vienen a vivir del cuento

"Estos (los inmigrantes a bordo del Aquarius) vienen a España a que les mantengamos."

Haciendo un repaso a las nacionalidades podemos encontrar que hay a bordo personas de dos de los tres países más pobres del mundo: Níger y Chad. Estos seres humanos deben tener el capricho de comer todos los días tres veces, y además deben tener la mala costumbre de que sus familias pueda hacer lo mismo.

Pero sigamos repasando la lista, hay ciudadanos de Sudán del Sur que está inmersa en una guerra civil desde hace cuatro años, y según a ONU: "atraviesa la mayor crisis humanitaria desde 1945, con dos millones de desplazados". Otros que tienen la burguesa manía de vivir en un país sin guerras. Con el añadido, que además, no querrán que los desplacen de sus casas por miedo a las bombas, los saqueos, las violaciones de derechos humanos, la muerte, en definitiva.

Otros acomodados burgueses son de Somalia. País galardonado durante dos años consecutivos como: "uno de los Estados más fallidos de África". Solo acuciado por la hambruna, la corrupción, el terrorismo y regido por la ley del más fuerte.

Es la combinación en la que todos deseamos vivir y no se como no hemos emigrados todos masivamente. Porque estas premisas sí que provocarían un verdadero efecto llamada.

Podríamos seguir hablando de Eritrea, un estado que según definía en el 2010 los cables de Wikileaks: "Los jóvenes eritreos huyen de su país en masa, la economía parece estar en una espiral de muerte, las cárceles de Eritrea están desbordadas y el dictador desquiciado del país sigue siendo cruel y desafiante" O como relataba en el 2017, un periodista que logro huir del país: «En Eritrea, se te tortura sin que sepas por qué y mueres sin conocer qué delito has cometido»

Creo que es un must para cualquier europeo viajar a Eritrea, antes que sea muy mainstream.

Y así podíamos seguir con la lista: Afganistán (otro páramo de paz y concordia), Sierra Leona... así hasta completar la lista (de lo que la rancia derecha debe considerar) de los 26 países más agraciados del mundo.

Tienen razón los fachas, que esta semana se han quitado la careta, Son unos vividores que seguramente quieren vivir del cuento. Ese cuento que les contaban en sus casas cuando eran pequeños y empezaba por: "trabajar, ser autosuficientes, formar una familia y ser felices, hijos míos."

Malditos cuentos!

martes, 5 de junio de 2018

¿Estás contento?

-¿Estás contento? –me preguntaban el viernes, mientras el Congreso rechazaba a Rajoy.

Y mi mente empezó a recordar: "amigos sobrecualificados haciendo trabajos que no requieren calificación alguna. Otros compañeros que han abandonado España cansados de mal vivir con trabajos precarios y mal pagados, y muchos de ellos ya no han vuelto. Mi hermana emigrando también lejos, porque su horizonte era nefasto laboralmente y yo que estuve a punto de hacer las maletas, por lo mismo, porque fue casi imposible trabajar con dignidad en España."

Seguí recordando: "la dura época que supuso el primer gobierno de Rajoy donde cada viernes descubríamos, en el BOE, un recorte a nuestros derechos y cada domingo salíamos a protestar. Nos quitaron prestaciones por desempleo, nos quitaron la cartilla de la Seguridad Social si te ibas fuera de España, y la Tarjeta Sanitaria Europea si estabas en el paro. Nos quitaron derechos laborales, abaratando el despido y permitiendo que aumentasen las prácticas fraudulentas: más horas en negro, contratos temporales, por menos horas y encima se rieron de nosotros llamándolo recuperación."

"Pero no todo fueron sinsabores, si estamos hoy aquí, es porque supimos gestar un movimiento que canalizase nuestro descontento, nos aunase como colectivo y nos diese fuerza para decir: ¡Basta¡ No os queremos. Y después de ese 15M supimos que algo había cambiado, tal vez no éramos conscientes de lo que íbamos a conseguir, pero nos dio fuerza para seguir protestando.

Era diferente, estábamos interconectados, ya no éramos los jóvenes por un lado, los parados por otro... Descubrimos que podíamos ser muchas voluntades juntas luchando por los mismos objetivos. Y así, empezamos a llenar las calles de reivindicaciones y de ideas.

Al calor de estos cambios, muchos encontramos cobijo ideológico en nuevas formas de hacer política, porque los viejos partidos nos sonaban caducos y difíciles de creer."

"Esa nueva conciencia nos impulsó a decir basta a la corrupción y la denunciamos. No fuimos sus cómplices y pusimos en boca de todos los casos Lezo, Púnica, ERE´s, Bankia, Gürtel, destapando su liberalismo de amiguetes, donde las mordidas las pagábamos nosotros y los beneficios se los repartían entre ellos.

Y con esta conciencia empezamos a construir ese futuro que soñamos, bajo las burlas y continuos desplantes de los palmeros del viejo régimen y la rancia derecha que hasta este viernes se anquilosaba en el poder de forma soberbia y displicente."

"Sé que esto no hará que vuelvan, inmediatemente, mis amigos que viven fuera, ni que mañana nos devuelvan los derechos arrebatados. Pero debe suponer el comienzo por el que hemos luchado estos últimos años, contra todos los elementos, mediáticos y del Estado.

Sin duda, el futuro puede ser apasionante"

Devolví la mirada, sonreí y dije: Sí, estoy contento

viernes, 25 de mayo de 2018

La derecha ha ganado el debate

Estos días hemos capitalizado el debate de política nacional en la importancia del acceso a la vivienda.

¿Hablando del nuevo ascenso del precio de la vivienda, que han celebrado los medios de comunicación? ¿Centrando el debate en los desahucios? ¿Hablando de las necesarias políticas de acceso a la vivienda social? ¿Explicando la importancia de que los ayuntamientos gestionen dichas viviendas y no lo hagan los fondos buitres que las adquirieron (vía casi regalo) de los ayuntamientos del PP?

¡Pues no!

Hemos sido capaces de obviar todo ello y centrar el debate que nos han colocado los medios: la casa de Pablo Iglesias y familia.

Voy a ser claro, es su casa familiar y mientras él se la pague con su dinero es su problema. El coste, la hipoteca y el lugar es su decisión y responsabilidad, eso entra en el ámbito privado.

De este asunto solo me inquietaría que le pagase un ático en Marbella un constructor a cambio de un favor (de esos que el liberalismo cutre de amiguetes padecemos en España).

Pero, ¡oh, casualidad! El mismo día que nos rasgábamos las vestiduras y Facebook, Twitter y demás redes sociales se llenaban de artículos y vacuos posts de indignados con la casa de Pablo Iglesias. Leíamos de soslayo que Pablo Casado (el delfín y mirlo blanco del PP de Madrid) puede ser que tuviera un título universitario algo irregular.

Claro, solo hizo falta ver las tendencias de Twitter durante esta pasada semana para saber qué debate ganó y cual se quiso ocultar.

Nadie llegó a recapacitar y ponderar la importancia de un tema u otro y la noticia de Pablo Casado se consumió sin que nadie le exigiese cuentas. Mientras andamos a vueltas con las baldosas o los remates de los apliques de la casa de Pablo Iglesias.

De esta manera, hemos dejado que la derecha gane el debate, nos despiste de sus tropelías e irregularidades, una vez más. Saliendo impune e indemne del enésimo posible chanchullo.

Así con todo este ruido mediático de confusión y contaminación, no hemos llegado a diferenciar qué es ilegal y qué es estético, en el mejor de los casos. Y hemos acabado haciendo tabla rasa, con todo y aceptando cualquier debate que nos propongan, sin tener la capacidad de ser críticos y analíticos, previamente.

jueves, 17 de mayo de 2018

El insulto al votante

Al llegar las campañas electorales todos los partidos hacen acopios de buenos propósitos y se llenan la boca de promesas. Entre ellas, siempre suele destacar el respeto al votante: tratándolo con educación, deferencia, mimo y atenciones varias.

No es algo que deba ser pasado por alto, ni tan siquiera que deba ser olvidado. Ya que no podemos permitir que cuando los ciudadanos mostramos nuestro desacuerdo con las actuaciones de determinados concejales o con las políticas que se ejecutan desde el ayuntamiento. El concejal de turno, en un ataque de despecho arremeta contra los votantes descalificándonos o ninguneando nuestras opiniones.

Escuchar las opiniones de los votantes debe ser una máxima irrenunciable para cualquier demócrata.

No podemos olvidarnos de esta premisa porque caemos fácilmente en comportamientos de baja calidad democrática: primero porque se demuestra muy poco respeto a las opiniones de la ciudadanía, cuando estas no son favorables a determinados intereses. Segundo, porque el concejal que se excita con este movimiento ciudadano crítico se encuadra en un perfil muy próximo a vetustos regímenes.

Y finalmente, no es creíble un cargo público que después de desacreditar a los votantes que no están a su favor, luego va a pedirles el voto, en las siguientes elecciones.

Por eso, estas actuaciones cercenan su credibilidad como servidor público, dado que muestra que su único interés es el de servirse a sí mismo, o los intereses de las personas que le rodean.

En consecuencia, desde las instituciones públicas, los integrantes de la corporaciones deben ser cuidadosos y escuchar, siempre, desde el máximo respeto las opiniones de la ciudadanía. Porque desde ella emana el sentir y las necesidades de la sociedad, no se debe caer en el pecado de creer que se puede gobernar de espaldas a la ciudadanía.

Por todo ello, como sociedad activa no podemos tolerar que se ninguneen nuestras opiniones, para ser escuchadas solo cuando los intereses de los políticos de turno van en consonancia. Yo no quiero que mis necesidades sean un eco donde el político haga campaña, yo quiero que el político responda a mis necesidades, una vez haya recogido la demanda que le trasladamos.

miércoles, 16 de mayo de 2018

Error 404: izquierda not found

Estas últimas semanas con las rancias noticias de ministros cantando vetustas canciones sobre hombres del espacio imaginarios. Los opacos y funestos negocios con potencias árabes, el (no) máster de Cifuentes, la vergonzosa subida de las pensiones, he descubierto que todas estas noticias, acababan en un punto muerto: ¿dónde está la izquierda? ¿Por qué no percibimos, sus votantes, que la izquierda esté dando la batalla en estos campos?

Porque los militantes, de estas corrientes ideológicas, no solo queremos ver un tweet o una gracieta por Internet. Queremos ver como dan la cara y ponen el foco en las corruptelas y ese ignominioso pasado que siempre vuelve. Queremos verlos activos haciendo frente a los desmanes de la derecha contra el Estado del Bienestar, contra los derechos esquilmados, contra la dignidad arrebatada y por el respeto a la memoria histórica.

Pero, en vez de eso, acabamos apesadumbrados, buscando entre las noticias donde está ese fervor, esa intensa lucha y no la percibimos. Solo breves chistes o juegos de palabras, pero sin la suficiente carga ideológica. Solo eslóganes fáciles y frases hechas, para cortar y pegar, pero sin un fundamento.

Porque, por ejemplo, en el caso del máster de Cifuentes los más críticos y, a la vez, la mayor defensa de la dignidad, honradez y honestidad, ha venido desde algunos medios de comunicación. No ha venido desde los partidos de izquierdas. Ya que muchos se han sumado a este carro solo desde sus altavoces de 140 caracteres, pero no han profundizado en lo que supone este supuesto caso para la imagen de la universidad pública.

Así, al final, a muchos votantes de izquierdas nos queda la sensación que la defensa de nuestros intereses, se hace desde una teatralización y echamos en falta, una mayor carga ideológica y un mayor énfasis y aplomo en la defensa de los argumentos.

lunes, 9 de abril de 2018

San Isidro, 1931

Hace unas semanas veía un documental sobre las mujeres que integraron, tal vez, la mejor generación de la vida y producción cultural y artística de toda la historia de España.


Me fascinó conocer a las mujeres que integraron esa época y que fueron silenciadas por el relato oficial de lo que fue la Generación del 27. Pero, dentro de la gravedad de ese silencio. Hoy quiero dedicar esta columna a una escena que me fascinó: fue ver los momentos de ocio y complicidad de los grandes genios de la literatura, la pintura y el pensamiento de la mejor España, en las fiestas de San Isidro de 1931.


Federico García Lorca compartiendo confidencias con Josefina de la Torre, Rosa Chacel posando para una fotografía con Luis Buñuel, todos paseando entre las ferias, riendo y bailando. Tal vez, hablando de cómo revolucionar la atrasada vida en España. Tal vez, debatiendo sobre las nuevas tendencias e innovaciones que ellos iban y estaban aportando desde sus campos, desde sus perspectivas. Tal vez, debatían sobre las nuevas corrientes y como España necesitaba sumarse a ellas, y quién sabe si ellos se sabían ese estandarte y el nuevo gobierno de la República podía darles ese pábulo que necesitaban. Pero seguro que en sus cabezas, en sus conversaciones, en sus anhelos de futuro no estaba que un grupo de conservadores africanistas auspiciados por retrógradas mentes que representaban el pasado y ese oscurantismo del que en ese momento ellos estaban escapando y España les podría haber seguido, querrían volver para imponer, de nuevo, el miedo, la cerrazón, la ignorancia y la sumisión como credos diarios. Cercenando, de esta manera, el camino que la Generación del 27 inició ese San Isidro de 1931, donde la razón, la lógica, la expresión y la libertad de pensamiento impulsaban sus creaciones y la nueva República que con ellos nacía.

miércoles, 28 de marzo de 2018

La larga ignorancia que el franquismo dejó (Machado no invitaba a las fiestas a Dalí)



Varios días atrás, ante mi sorpresa y estupor, asistí a una conversación que difícilmente puedo calificar sin entrar en calificativos negativos.

"Machado fue uno de los mejores artistas de la Generación del 27, y cuando se fue a vivir a París con Picasso y Buñuel, no invitaban a Dalí, a sus fiestas, por su mal carácter y porque este era facha"

Ante mi estupefacción como oyente casual de la conversación, nadie de los participantes en tan ilustrada charla, le rebatió, ni le contradijo. Todas las personas presentes aseveraron con aire sabio y sesudo. Dando la razón a la ponente, y en esas aseveraciones silenciosas solo mostraron una profunda ignorancia hacia nuestra propia historia y cultura.

A día de hoy, sigue siendo controvertido debatir sobre si Dalí era franquista o no. Aun sigue habiendo muchas dudas al respecto de si su reconversión política al franquismo fue tal y como se quedó registrada en los libros de historia o su laberíntica mente nos engañó.

Pero descartando esta premisa, es tremendo aseverar que Machado fue miembro de la Generación del 27, que estaba de fiesta en el París de los exiliados españoles y que el resto de la Generación del 27 no se hablaba con Dalí.


Y así se diluye la conversación avanzando hacia temas más mundanos. Mientras la ponente se encumbra en el Olimpo de la sabiduría de farándula y memes de Internet. El resto callan y con su silencio vilipendian, humillan la memoria y la obra de la Generación del 27 y de Machado. Además, de la defensa de la República que desde la cultura y el arte hicieron estos artistas. Que, posteriormente, el franquismo quiso borrar y, con mucha destreza, ha conseguido eliminar de nuestra memoria. Para que, en el 2018, no sepamos quien fue Machado, ni dónde ni porqué murió, ni qué representaba Buñuel o Dalí para esa incipiente República que fue cercenada a golpe de fusil y aceite de ricino por los militares y la curia.

jueves, 22 de marzo de 2018

La (falsa) Europa de las oportunidades

Sábado 16:58, me pregunto cómo estoy esperando en medio de la nada de una lluviosa explanada a una furgoneta blanca, con un paquete en la mano. ¿Cómo es posible que haya acabado así?

Tal vez, debería retrotraerme varios meses atrás y ver como en esta Europa de las oportunidades, estas no son para todos y están ligadas al país de origen de cada uno.

Debería empezar contando como una pareja de amigos de otro país no pudieron ejercer nunca sus profesiones en España, aunque estuviesen cualificados para ello. Bien porque no se puede vivir en este país del arte y la cultura, bien porque en España las trabas para convalidar las titulaciones universitarias de algunos países de la Unión Europea son infinitas. Y aun después de haber superado todas las trabas y que el tiempo te haya obligado a trabajar de reponedora en una tienda local. La ansiada respuesta, que te permita trabajar en un puesto acorde con tu titulación, nunca llega.

Y así, con resignación y mucha tristeza tienes que decirles: "hasta luego. Buen viaje y nos vemos" Solo te queda desearles buena suerte en su regreso a su país y que allí puedan encontrar una vida mejor que en España se les ha negado.

Viéndolos marchar, dejando detrás sus esperanzas de poder progresar y buscar un lugar para poder vivir mejor, dentro de este maravilloso (sic) marco laboral que ofrece Europa.

Pero todo es mentira. Las oportunidades existen si eres en la Europa rica. Si vienes de un país pobre, solo te quieren para que laves platos y recojas la fruta. Sin importarles cuan cualificado puedas estar, porque las oportunidades no te vienen dadas por tu formación, sino por tu pasaporte.

Finalmente, a las 17:06, llega la furgoneta blanca. Le dejo al conductor un paquete que llegará a mis amigos que echo de menos, en unos días y me marcho. Mientras la lluvia sigue cayendo pesadamente en esta ilusoria Europa de las oportunidades.

miércoles, 28 de febrero de 2018

¡Qué peligroso es el arte!

He pasado la semana pensando como no usar ninguna referencia artística, para expresar las reflexiones que me han ido surgiendo a raíz de las noticias.

Por ello, voy a evitar decir que esta semana habría alimentado varios libretos más de Valle-Inclán, o que con los titulares de prensa Berlanga o Buñuel tendrían muchos argumentos para sus largometrajes.

Poco nos debe importar que un diario de referencia mundial, se asuste porque entienda que la libertad de expresión en España está en peligro porque se censura una exposición en ARCO.

Realmente, a mí me parece más inquietante la tenue ola de protestas que ha desatado que se retirara dicha muestra artística de ARCO y que se celebrara dicho acto con fervor y chanza entre la rancia derecha. Me asusta pensar que bajo el epígrafe de incitación al odio, pueda una expresión artística ser censurada o retirada de una exposición. Cuando deberíamos tener presente que el arte no son solo bodegones de fondo marrón y rancias naranjas en primer plano, sino que el arte debe provocarnos, impactarnos y hacernos reflexionar.

Aunque claro, hablamos de expresiones artísticas libres y podemos ver que tampoco se puede rapear. Porque significa un mayor delito que robar los ahorros de los abuelos, o limpiar los fondos públicos y repartirlos entre los amiguetes.

Y sí, es absolutamente increíble que rapear sea delito y me solidarizo con todos los artistas que solo por desafiar el pensamiento único acaban en la cárcel. Supongo que será mucho mejor ser un patriohortera cursi de los que van poniendo letra al himno español y pagan sus impuestos fuera de nuestras fronteras.

El arte siempre ha buscado provocar y desafiar nuestro pensamiento, presentarnos otra realidad y hacernos reflexionar sobre la situación que vivimos y como interpretamos la realidad. Mal futuro nos espera si aceptamos que censuren el arte en España y permitimos que impongan el pensamiento único hortera y olé en la cultura.

Es el momento de rapear más, leer más a Valle-Inclán y ver más asiduamente a los maestros Buñuel y Berlanga.

martes, 13 de febrero de 2018

Empoderándose el cuñadismo.


-¡Míralas! , exclama mientras abre la revista de papel cuché de la semana, Mucho abanico, pero luego resultan que van a los Goyas a enseñar carne. (Exclama en referencia al abanico rojo con el que se intentó seguir visibilizando la defensa del feminismo). ¡Y estas son las mismas que han mandado al paro a las chicas de la Fórmula 1!

...

-Total, si todas están ahí por lo que son. Casi ninguna es buena actriz. Ellas están por enseñar carne.

...

-La culpa no es mía. Si pongo un negocio de lavado de coche con chicas en tanga. Ellas son las que aceptan y el responsable es el cliente que vendría a mi negocio.

...


Uno en su país de gominolas piensa que los trolls de Internet solo existen en Internet y enseñan las patitas entre los opíparos platos de Nochebuena, cuando los temas de conversación se han agotado y antes de que se abra el silencio en la mesa. Pero empiezo a descubrir que cada día, es más fácil escuchar este tipo de argumentos, fuera de su hábitat natural. Es decir, los rancios españoles están recolonizando espacios de los que habían desaparecido. Para dejar la oscuridad de sus mentes y la frialdad de la red y expandirse por cualquier barra de bar o mesa de merienda.


Por ello, deberíamos reflexionar como hemos llegado a que nos parezca normal que el machismo esté ganando tantos espacios públicos, sin que a nadie le moleste y sin que nos rasguemos las vestiduras. Porque los que emiten estas opiniones se sienten respaldados por una corriente invisible, pero fuerte, de empatía hacia su causa. Que les permite balbucear públicamente estas opiniones, en cualquier situación y ante cualquier tipo de público.



Porque ante esta pantomima de argumentario, nos encontramos que son muchas las mujeres que callan, agachan la cabeza y con el silencio cómplice y cobarde, dan más empaque y fuerza a las barbaridades carentes de sentido que se pueden escuchar. Para solo cuchichear en voz baja: "es que las mujeres nos hemos vuelto muy radicales y prohibimos todo" o recriminar a las que se defienden de las ideas del macho ibérico que: "tal vez se pasó".



¿Se pasó? No, tristemente fue la única de la mesa que defendió los derechos de todas las mujeres, ante el silencio del resto. Las defendió a ellas y no aceptó que el machismo ganara otro espacio público.

miércoles, 31 de enero de 2018

Me habría gustado veros.

Me habría gustado veros con ese fervor, con el que agitáis ese trapo coloreado. Cuando ese gobierno decidió recortar en sanidad y aumentar la lista de espera para esa operación. O cuando aumentó el copago sanitario y ahora pagas más por esas pastillas para la tensión.


Me habría gustado veros, con esa emoción a flor de piel, cuando echaron a tu vecina del tercero, porque debía unos meses de su hipoteca. Pero callaste cuando supiste que la deuda que los bancos tienen con nosotros, nos anunciaron que nunca la íbamos a cobrar.


Me habría gustado veros, enfervorizados contra las injusticias. Contra ese CIE donde me cuentan que se golpea y no se respeta los derechos humanos.


Me habría gustado veros a pie de calle, cuando decidieron que había que rebajar las pensiones y hacer más pobres a los pobres jubilados. Cuando decidieron que los trabajadores teníamos demasiados derechos. No solo recortándonos los sueldos, si no que abarataron nuestro despido, nuestras prestaciones por desempleo e hicieron desaparecer los planes de formación a parados.


Me habría gustado, no. Me habría encantado que juntos coreásemos las vergüenzas de este gobierno mentiroso y artero. Que con sus trucos de charlatán, nos quiere hacer olvidar sus cajas B, sus ordenadores destruidos, su sede pagada en dinero negro, su liberalismo de amiguetes y los millones evadidos, que residen en Zurich, capital de España.


Pero, todas estas veces decidiste que no iba contigo. Que a ti no te interesaba la política. Y por ende, ni que te bajasen la pensión, ni que te murieses esperando esa consulta médica, ni que la prestación por el paro fuese menor. Y aun te pareció menos importante que la banca se quedase con tu casa, y además con tu dinero.

Todos estos hechos fueron baladíes, hasta que el gobierno hizo que te interesara su política y enarbolando un trapo decidiste que tenías que defender la unidad de este país, que tanto ha dado por ti... a los bancos, a Panamá y Suiza, a los amiguetes y cuñados. Pero ahí estás tú, pobre, parado y sin operarte con una bandera auspiciando no solo el problema de ego y naciones de unos señores ricos. Sino que a la postre haciendo tuya esa causa, y no habiendo pisado la calle en estos últimos años, legitimas a un gobierno que ha acabado con el estado de derecho y nuestros servicios públicos.


Me habría encantado vernos defendiendo, juntos, nuestras causas, nuestra sanidad, nuestras pensiones, nuestros derechos, en definitiva. Y no tapando tu amnesia y docilidad con ese trapo

sábado, 20 de enero de 2018

Vía libre para el machismo

Estas semanas hemos podido leer como en Islandia prohibían por ley la desigualdad salarial. Una reportera de la BBC se despedía por cobrar menos que sus homólogos chicos o como las actrices hacían una intensa defensa de los derechos de la mujer en los Globos de Oro.

Pero en esta piel de toro la vida sigue igual. Seguimos herméticos a estas noticias. Las mujeres siguen trabajando dos meses gratis para sus patrones. Siguen muriendo semanalmente a mano de sus parejas, que pueden esquivar las leyes para matarlas, amedrentarlas, maltratarlas o humillarlas.

Seguimos inmersos en una sociedad donde el machismo muestra su ignorancia orgullosamente en Internet.

Y como herramienta para acabar con esta lacra, solo vemos los días señalados anuncios y declaraciones institucionales, o emotivos mensajes acompañados de lazos morados, por parte de algún político, cuando muere otra mujer.


Pero el Estado y los partidos siguen sin querer erradicar el problema. Siguen dando pábulo al machismo más rancio, retrógrado y carpetovetónico que germina en las huecas mentes de muchos españoles.

Ya que con su inacción, podemos ver cómo se trata a las chicas como reclamo publicitario en locales nocturnos, al invitarlas a barras libres. Podemos ver cómo cobran menos por el mismo trabajo. Cómo se les valora su belleza y no sus méritos. Cómo se llenan hojas y hojas de revistas en hacer sesudos estudios sobre cómo tener el pelo hidratado o lo guapa que está tal o cual famosa, pero ni una palabra sobre como luchar contra la discriminación, por ejemplo.


Mucho nos queda por mejorar en este aspecto en España, si realmente queremos abogar por una igualdad real y efectiva. Muchos aspectos deben transformarse si no queremos seguir lamentando 60 muertes cada año. Mucho hay que bregar si queremos cobrar todos lo mismo, sin importancia del sexo de cada uno.


Esperemos que este año sea un punto de inflexión, pero no podemos delegar en el gobierno. Debemos exigirles, con todos los medios a nuestro alcance, que actúen y legislen para conseguir la igualdad real y efectiva. Y de paso,que la caverna rancia que habita en Internet se extinga.

sábado, 13 de enero de 2018

Ser progre-guay

En este cambio de año, deseo con anhelo que la izquierda dejemos de querer ser progres guays y, de verdad, sepamos cuáles son nuestros retos y qué causas debemos rehusar.

Para así, evitar ridículos como es meternos en batallas nacionalistas entre burgueses por defender Estados burgueses imaginarios contra Estados burgueses centralistas.


Porque es vergonzoso ver como la izquierda se ha olvidado que el principal fin de nuestras organizaciones, sería defender los intereses de la clase obrera, desde el principio de la solidaridad internacional. Pero seguimos empeñados en creernos las mentiras de las fronteras. Para, en consecuencia, mirarnos el ombligo y creer que hay pueblos oprimidos en España, como si estos fuesen el pueblo saharaui.


No podemos aceptar que las formaciones de izquierdas prioricen disputas entre burgueses, como parte de la lucha obrera. Cuando lo prioritario es darse cuenta que la hipotética República catalana, no será más que un Estado de derechas ideado y engendrado para responder a los intereses de la burguesía catalana. Tan solo repasando la historia, tan solo repasando las clases básicas de ciencias políticas, podemos discernir que es una lucha de derechas. En la que la izquierda debería saber posicionarse, no con los independentistas, si no con la clase obrera. Para luchar porque la sanidad catalana no estuviese en manos de empresas e intereses privados. Para que la educación pública no fuese un gueto desprestigiado e infradotado. Y que los servicios sociales fuesen públicos y no los gestionasen fundaciones de oscuro patronazgo.


Pero, en vez de eso, y solo por inquina a Rajoy, hemos decidido,de forma torpe, encabezar una causa ajena: la nacionalista catalana.

De esta manera, espero que algún día alguien abra un viejo libro de Marx, de socialismo y se avergüence de haber hecho causa por un Estado y no por la clase que supuestamente deberían haber representado.