miércoles, 23 de octubre de 2019

Parlem

Parlem. Sí, hablemos, pero no hablemos de banderas, lazos, cólera, furia e ira. No hablemos del 155, o tanques.

Parlem. Hablemos estas semanas de los 162 desahucios diarios que hay en España (en los que la violencia también está presente).

Hablemos de porqué España tiene una inversión más baja que Noruega, Francia o Dinamarca en sanidad pública. Hablemos y debatamos de las enormes consecuencias que ello conlleva. Porque las listas de espera y la escasez de personal asociadas, no solo son un: “ya le llamaremos”. Es una lenta y angustiosa espera para resolver un problema de salud que provoca un dolor, una limitación, una frustración, una incapacidad… además de un potencial riesgo para la propia salud.

Parlem de los índices de pobreza de España. De porque la pobreza severa afecta al 6,9% de la población, la más alta registrada desde 2008. O que el 53,3% de las personas admite que tiene dificultades para llegar a fin de mes. Del 26,6% de la población española (12.338.187 personas) está en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Y que desde el año 2008, el número de personas en riesgo de pobreza se ha incrementado en unas 900.000 personas.

Hablemos de la reforma laboral, de cómo somos mano de obra barata, al servicio de un tejido empresarial que no conoce los límites. El cual, nos quiere más pobres y apuestan porque nos jubilemos a los 70 años.

Hablemos de porque aun existen los CIE´s, la Ley Mordaza y las cloacas del Estado orquestan el presente y el futuro del país.

Parlem de nuestra (impuesta) amnesia colectiva, porque aun existen cunetas y fascistas reciben honores y/o entierros magnánimos.

Hablemos de la defensa de la igualdad, del medio ambiente y de la cultura.

Parlem, hablemos sin fin y debatamos. Pero no nos perdamos en estos días de ruido y furia en ese artículo de la Constitución y debatamos de porque el resto de los artículos quedan en suspenso o son olvidados.

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