jueves, 13 de octubre de 2011

¡qué envidia!




Siempre se ha mirado con recelo que hacían nuestros vecinos franceses...
Pero hoy, más que recelo siento cierta envidia. Ya que el partido socialista francés está eligiendo a su candidato a la presidencia de la república francesa, por el sistema de primarias. Donde los militantes tienen voz y voto. Y hace que militar en un partido tenga su razón y su sentido.

Ya que éste es el único sistema que permite a los militantes expresar su opinión y que obliga a los partidos a que se construyan desde las ideas que sienten las bases. Y no que las ideas vengan impuestas de unas élites políticas, teniendo las bases que comulgar con ruedas de molino.
Este sistema es el único que permite que los militantes se sientan importantes en su partido, sintiendo que su voz es escuchada y atendida.
Porque no podemos seguir aspirando a que los partidos políticos quieran ser garantes de la defensa de los valores democráticos. Cuando ellos, precisamente, tienen miedo de permitir el uso de la democracia en sus propias decisiones.

Porque, hablando claro, mientras huyan de la democracia interna las cúpulas políticas jamás perderán el control de sus cuotas de poder y de sus aspiraciones. Y nunca tendrán que enfrentarse a las bases en una elección, donde deberán convencerles con sus argumentos.
Sólo así (sin democracia interna), podemos ver como perviven en las estructuras orgánicas de los partidos o en puestos de confianza, verdaderos trepas que no sabrían defender cual es su capacidad o habilidad, más allá del control sectario que ejercen.

Qué envidia me producen los franceses!

Publicado en bajoaragondigital.com 11/10/11

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