lunes, 5 de septiembre de 2016

el caos o yo

Había una cierta incertidumbre en que postura asumiría Pedro Sánchez en la segunda votación de la investidura de Rajoy, pero con la tensión y el tono de los discursos quedó claro que el PSOE votaría “No” al actual presidente del gobierno y, por ende, no podría renovar mandato, en un principio.

Y digo, en un principio, dado que Rajoy sigue empeñado en su política de chantaje. Y no le bastó con amenazarnos de volver a votar el 25 de Diciembre, si no salía elegido presidente. Si no que además, ahora sigue queriendo ser el candidato, una vez que el Congreso le ha rechazado de forma mayoritaria.



Así, en esta tesitura, lo lógico sería que el PP buscase un candidato que pudiese aunar más apoyos a su alrededor, y no arrastrase con él la sombra de la duda y la corrupción. Pero lejos de querer retirarse de la primera línea política. Rajoy sigue aferrado a su idea de ser él el candidato, sin que quepa la posibilidad que desde la derecha haya más alternativa a su figura.



Con esta postura da la impresión que quiere escenificar que es la única persona capaz de detener las aspiraciones de Pablo Iglesias y los suyos de hacer de España un país bolivariano. De esta manera, contrapone su imagen al, supuesto, caos que generaría un gobierno donde él no fuese el candidato. Quedando, así, como único estandarte capaz de detener a las izquierdas y queriendo representar en su propia figura, la tranquilidad en contraposición al caos que traería la formación morada.

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