jueves, 21 de diciembre de 2017

Tertulias de microondas.

Esta pasada semana, una interesante columna de opinión, me rescataba de algún rincón de mi memoria, un tema que llevo tiempo observando: la vacuidad de los debates televisivos, la superficialidad de las noticias y, por ende, el poco rigor ideológico de las actuaciones políticas.

Ya que podemos observar como la política (y sus shows mediáticos) se puede resumir en un eslogan, en un titular o en un meme. Y con esos 140 caracteres nos quedamos satisfechos. No pedimos más profundidad, no exigimos que amplien sus ideas, que debatan y argumenten, que sepan razonar, en definitiva. Nos venden ideas precocinadas que después nosotros repetimos, hasta que llega el siguiente meme y lo repetimos como el nuevo mantra.



No tenemos un análisis sosegado de noticias, no sabemos debatir en profundidad sobre la realidad que nos rodea. Hemos perdido las referencias intelectuales que eran una voz visible para ahondar en los debates. Porque en los medios de comunicación solo nos ofrecen malos platos de cocina de microondas. Con opinólogos que repiten los eslóganes y chascarrillos que sus partidos les dictan diariamente.

Así podemos encontrar que el intenso debate ideológico que debería ser el alma de las tertulias políticas, se convierte en una altanera barra de bar llena de voceros y charlatanes que llenan los programas de frases simplonas y gracietas pueriles.



Pero lo que más me preocupa, ya no es solo que el nivel mediático sea tan pobre, Si no que este debate superfluo, infantil y mediocre se haya instalado en nuestras propias mentes y no seamos capaces de leer, contrastar y formarnos. Para, en definitiva, ser más críticos, más perspicaces con el poder político y más exigentes con las acciones de los gobiernos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario