lunes, 22 de noviembre de 2010

todos somos Ángel



He dedicado algunas entradas a lamentarme de la falta de objetividad de la prensa. Preguntándome cuando dejaron de ser medios de comunicación y pasaron a ser medios de manipulación. En qué punto algunos periodistas perdieron su pasión por informar, sin sesgos, sin adjetivos, de manera neutral y aséptica. Transmitiendo, única y exclusivamente, lo que sucede, para que todos los lectores pudiéramos luego formarnos una opinión. Sin tener que encontrarnos con soeces, descalificaciones, lamentos, medias verdades o parábolas malintencionadas.

Pero esta entrada tiene un motivo especial, cuando el destinatario de los dardos, es un compañero. Me cuesta digerir el trago y lamento que los argumentos con los que le quieren calificar huyan de la base política y se centren en argucias y estratagemas que ocultan otras intenciones.
Así de manera ardid manipulan una imagen para encorsetarla en un arquetipo, pero de la crítica política o que se centren en su gestión política poco sabemos. Desconozco que les parece las posiciones ideológicas de Ángel, por ejemplo.
En sus columnas de opinión leemos una larga retahíla de opiniones subjetivas, adjetivos y desafortunadas metáforas que le dedican. Y nos lo aderezan con una vital opinión, sabemos que no les gusta la nueva barba de Ángel o que puede haber ganado algún kilo…
Vaya! Visto sus nuevos intereses, deberían inaugurar una sección de belleza en su periódico, o centrar su sesuda critica política en como calzan, visten, peinan o se atildan los concejales, alcaldes de todos los municipios. ¿No seria lo justo?

Pocas más cosas puedo añadir, a buen entendedor pocas palabras bastan.
Sólo me queda expresar la profunda tristeza que siento, cuando veo que se manipula la realidad, para encajarla en sus intereses. Rabia al ver que a costa de sus intereses, personas, con nombres y apellidos salen dañadas y vilipendiadas.
Y sobre todo, dar mi total apoyo a Ángel Lacueva, porque se lo merece.

Como decía Berlanga, en; “La vaquilla”; “hay muy mala leche”.

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