No lo llames Podemos, llámalo propiedad de Pablo Iglesias.

"A su imagen y semejanza" como rezaría ese viejo mantra. Así se está construyendo el partido propiedad de Pablo Iglesias.

Porque todo lo que se circunscribe a su partido, pasa por sus manos y está supeditado a su poder de decisión, convocatoria y cara visible como márketing electoral. Desde el inicio el partido de Pablo Iglesias (llamado Podemos, para que no parezca que el juguete es sólo suyo) ha quedado fuertemente supeditado a la sombra de su líder mesiánico, creciendo bajo los designios del Mesías.
Me podrán achacar que todas las decisiones importantes se han basado en unas primarias on line... Pero tengo una pregunta ¿son unas primarias abiertas (palabras muy de moda) hacer una lista de más de 100 candidatos para elegir a los representantes de las europeas, teniendo en cuenta que de ellos todos, menos el susodicho líder, son casi perfectos desconocidos? ¿quién pensábamos que iba a salir?
Al igual que cuando se eligió el grupo de trabajo que va a diseñar el programa político de Pablo Iglesias´ Party, ¿qué candidatura iba a salir, la que él designó o una alternativa que salió sin cara visible?
Respuesta evidente, también, ¿no?

Y a todo esto, dentro de su proyecto mesiánico nos encontramos que son capaces de contradecir su premisa política básica; "participación ciudadana en la política para acabar con la casta". Anunciándonos que no van a permitir que los círculos de Podemos se puedan presentar en los ayuntamientos, salvo excepciones.
Otra muestra más de que realmente el partido no es libre de poder crecer en la forma que sus militantes puedan querer. Sino que todo se hace de forma meditada y medida para que el partido, bajo una excelente campaña de márketing, derive hacia los postulados que Pablo Iglesias desee.
Debe ser frustrante que te animen a participar en política y que a la hora de poder organizarte y cambiar la realidad de tu barrio o ciudad, los mismos que te han animado a movilizarte para cambiar la realidad de tu localidad, te obstaculicen participar en política de forma activa.

Pero, como lo dice el Mesías; "te alabamos Señor"