viernes, 22 de julio de 2016

Pimpinela han vuelto a los escenarios

Mariano Rajoy que ahora se entiende con los que engendraban los males
de España. Con aquellos que iban a acabar con el Estado, con los que
querían romper la unidad de la Madre Patria y,a la postre, eran unos
corruptos y mal ejemplo de gobernantes (sic).
Sí, con estos pactó la mesa del Congreso y el Senado, esta semana. Con
los mismos que el 11 de Febrero consideraba que serían un gobierno
radical si Pedro Sánchez pactaba con ellos: “Un Gobierno entre
Podemos, PSOE y los partidos independentistas sería un Gobierno
radical y con muchas dificultades con la Unión Europea.”

Con total desfachatez y sin ningún tipo de pudor, después de 4 años de
desencuentros y dimes y diretes, la pareja Pimpinela de la política:
PP y Convergencia, se han reconciliado.
Para la posteridad nos van a dejar grandes momentos en los que el
gobierno del PP llamaba radicales, o les amenazaba con mandar a los
militares a Cataluña. Mientras, por el contrario, Artur Mas hacía un
pseudo referéndum para irse de España. Y así entre un sainete y una
copla hemos pasado estos 4 años donde no se han necesitado para
gobernar, pero si para afianzar a sus votantes, ante la convulsión de
la crisis que amenazó con arrancarlos del poder.
De esta manera una vez pasada la función y habiendo resistido en el
poder, se cambian los trajes y vuelven a abrazarse buscando el
consuelo uno del otro, como Don Juan Tenorio y Doña Inés.

Apoteósico final feliz se vislumbra a esta pareja de enamorados, ahora
que sus destinos se van a entrelazar, por las aritméticas de los
parlamentos.
Aunque atentos, habrá que ver como responde el pérfido Ciudadanos.
Porque este puede ser el nuevo malo de la escena, ya que puede
arruinar esta tierna obra y convertirla en un drama griego. Dado que
se devane entre una terrible duda, ¿seguirá siendo servil al PP y
tragará con su odio nacionalista, “por el bien de España” o se
rebelará contra su patrón y volveremos a votar el 27 de Noviembre?

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