martes, 15 de diciembre de 2009

lejos de la Europa ilustrada




“Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres” (Pitágoras)

Así se expresaba Pitágoras hace ya muchos siglos, cuando el mundo casi empezaba a andar y la civilización estaba dando sus primeros balbuceos.
Hoy mucho tiempo después, siento que esta frase se podría suscribir de una manera trágica, cada día.

Estamos en un país, teóricamente, moderno, competente, eficaz, a la vanguardia en ciertos campos. Pero. ¿podemos decir que somos un estado ilustrado, culto, crítico, qué sabemos pensar? ¿qué sabemos desgranar la realidad para encontrar la verdad? Sabemos diferenciar la burda mentira o las vísceras que nos exhiben y nos lanzan como carnaza de alto periodismo, en según que medios.
Yo personalmente, tengo mis dudas. Y no voy a cargar contra los medios de comunicación. Ya he hablado de sus trincheras ideológicas anteriormente. Me aterra más aún que su juego provocador, los pocos recursos de los que hacemos gala, para poder afrontar la realidad que se nos presenta. Las provocaciones que se nos lanza desde la política, desde la realidad cotidiana, la bazofia que nos venden como espectáculo desde las televisiones.
Llevo mucho tiempo pensando que se nos ha educado, para obtener un determinado título académico, cada cual, el que ha querido o el que ha podido. Pero independientemente del grado de ese título, creo que no se nos ha enseñado a pensar de forma crítica, autónoma y madura. Nos creemos moralmente superiores por haber acabado una formación universitaria. Cuando ésta no te capacita para casi nada. No te habilita para ser persona humana, para tener una calidad humana, moral y filosófica. No te hace mejor que otra persona que no ha llegado a la universidad. Ese título sólo te da unas posibilidades de trabajo, sin más.
Por eso, sigo pensando que nos queda mucho camino por recorrer para poder acercarnos a la Europa ilustrada que no sólo es ficción en la cabeza de los ilustres pensadores, sino que existe en la realidad, aunque los hooligans cada verano se resistan a que nos lo creamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario