miércoles, 22 de julio de 2009

abrir la mano

¿Qué somos?

Por las ruinas de la ciudad que dibuja mi mente, con olor a azufre, fuego y carne quemada deambulan con aire cansado y tristeza, hambrientos niños con sus tripas hinchadas, mujeres de más allá de los mares que encierran sus deseos en cuartos con olor a sexo y miedo, enormes pájaros metálicos sobrevuelan con sus vientres llenos de muerte e ignorancia.
Por mi cabeza se exhiben impunemente santos varones ricos por vender sueños de una Arcadia que no existe, por robar futuros cuando éstos, inocentes, aún debían de soñar con tocar la Luna. Por creer que la vida tiene un precio y un final que ellos determinan, adosado a una bala o una bomba.



No sé lo que somos, no se a donde vamos, sólo veo que respiramos el hedor de nuestro dictado enemigo, sorbemos sedientos la sangre que brota a borbotones de sus flaquezas, olemos su miedo y excitados disfrutamos con ello.

No sabemos respirar el aire que cada mañana nos regala la tierra, apreciar el momento que el cielo eclosiona en mil sonidos, sabores, olores, formas, colores con el primer rayo matutino, no sabemos escuchar la voz de Gaia que nos llama y nos cura nuestra heridas en su regazo, en vez de ello, preferimos lamernos las heridas con el rencor y el odio de la derrota. Así cerramos las manos, apretamos los dientes y con furia y violencia, no sabemos volver a abrir la mano y ofrecerla.

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