martes, 14 de julio de 2009

China, Libia, Guinea y otras hierbas...



Viendo como se desarrollan los hechos y con lo frágil que es la memoria, me alegra hacer un pequeño esfuerzo y ver en que barco me situaba por estas fechas, hace un año. Cuando se alababa que los Juegos Olímpicos iban a ser un trampolín para democratizar China o que servirían para que los derechos humanos entrasen en ese régimen totalitario, también recuerdo como se lanzaba algún balón fuera, desde la bancada de los soviets.
Mis quejas iban enfundadas de amargura por la opresión que estaba (y está) sufriendo el pueblo tibetano, para decidir su futuro, ante la mano de hierro que aplica el ejército chino en esa región ocupada.

Hoy casi un año después de los JJOO, podemos ver como los dirigentes chinos consiguieron esa celebración deportiva, como campaña de marketing, dado que la situación en el lejano oriente sigue siendo similar, para otro pueblo que está siendo oprimido, los uigures. Nada nuevo, mano de hierro contra los que se rebelan o reclaman una mayor libertad individual y que los derechos humanos sean reconocidos. No en vano en China, como denuncia Amnistía Internacional, hay personas condenadas por pedir un cambio democrático.

Pero todo sirve cuando estamos ante un poderoso país que puede generar miles de suculentos convenios a otras naciones, por eso callaron ante la falta de respeto a los derechos de las personas, el resto de naciones y aún vulnerando el significado (teórico, ya) de los JJOO, permitieron que se sucedieran acciones violentas contra el pueblo tibetano.
Así esta situación lejos de ser extraordinaria vemos como se hace cada día más habitual, donde se satanizan aquellas dictaduras que no interesan y se ensalzan los importantes avances que hacen aquellas de las que se puede obtener un beneficio económico, comercial o de suministro de energía. Aunque esos supuestos avances, en muchos casos no sean nada más que campañas de humo, para lavar de cara a la galería, el bochornoso espectáculo de estar financiado a estados totalitarios y corruptos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario