lunes, 23 de mayo de 2011

antes de morir




Una vez que se ha conseguido la suficiente notoriedad. Que se ha demostrado que el movimiento 15-M no es una plataforma vacía de contenido y de cuatro ensoñadores. Creo que estamos en la encrucijada de estancarnos y morir, por no saber progresar, extender el mensaje y buscar una implantación en la sociedad. O debemos correr el riesgo de dar un paso al frente y convertir este movimiento en una realidad madura.
Porque hata ahora no dejamos de tener un cierto aire romántico. Y sigue planeando sobre nosotros una importante duda; "¿Hasta cuándo van a estar en Sol?". Como si el levantamiento de los campamentos cívicos tuviese que suponer el fin de nuestras reivindicaciones.

Mas yo pienso que el fin de la acampada de Sol (y del resto de España), debe suponer un acto de maduración y de mayor compromiso con el movimiento. Un gesto que debe suponer la consolidación de este movimiento en forma de asociación, de asambleas vecinales, de movimiento cívico crítico, para expandir el mensaje.
Y sólo de esta manera conseguiremos dar el primer paso para que la clase política nos considere y nos tenga en cuenta a la hora de atender nuestra demandas.

Este paso, aunque difícil ya que supone dejar de tener una imagen de referencia, supone salir de los focos y entrar en un trabajo mucho más opaco, es imprescindible, a mí modo de ver, porque nos dará un mayor poso, una mayor credibilidad y una mayor firmeza en nuestras convicciones.
Porque pienso que si nos mantenemos en las plazas acabaremos teniendo una muerte dulce. Pero seremos un movimiento que acabó diluyendo su mensaje con el decrecer de las acampadas.
Por eso, antes de que esto ocurra y nosotros mismos acabemos perdiendo este entusiasmo. Debemos dar el primer paso y sin perder este espíritu que nos ha unido articular estructuras de trabajo que nos permita trasladar estas propuestas a realidades, en nuestros barrios, pueblos, ciudades, comunidades...

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