viernes, 27 de marzo de 2009

una sociedad activa




Estos días atrás, en un curso que estoy realizando sobre gestión sanitaria, la profesora me planteó una pregunta que me ha dado que pensar varios días;

“la estructura del sistema sanitario (publico-privado-universal-....) ya influye en la salud de las personas, pero además los servicios como el español de carácter descentralizado (la gestión la tienen las autonomías) hace que se creen desigualdades en salud dentro del mismo país”

Pienso que estas desigualdades que la profesora me comenta como resultado del trabajo que le entregué, no habría que tomarlas como consecuencia directa del traspaso de competencias que se hizo en su momento. Ya que el fin mismo de este proceso era y es, acercar los servicios, en este caso, la sanidad, a la población, a la sociedad. Por tanto, no tendría sentido acusar a este proceso de provocar el efecto contrario. Mas si que es cierto, que la superposición de administraciones, con diferentes orientaciones políticas puede provocar que no se integren y no se consigan desarrollar los proyectos de forma común y efectiva.
Luego podríamos acusar a los diferentes gobiernos de haber sido más o menos diligentes a la hora de gestionar y encabezar una transformación tan brutal como fue pasar del Sistema Nacional de Salud, a los servicios sanitarios de las CCAA. Aquí evidentemente, más allá de señalar los colores políticos, si que ha influido, en parte.
Mas hay un apartado que creo que es esencial para un correcto desarrollo de un servicio público, que es el de la participación de la sociedad. No debemos olvidar que este era el fin del traspaso de competencias. La sanidad debía de dejar de ser un coloso alejado de la realidad de la población, para acercarlo a la sociedad lo máximo posible. Debía de dejar de construir sus programas de trabajo desde la cúspide de la pirámide, y hacerlo desde la base.
Así la pregunta es, después de este paso ¿Se ha acercado a la sociedad? ¿Se ha permitido a la sociedad tomar parte en las decisiones de la sanidad? ¿Se escuchan las demandas de la población, para luego actuar en consecuencia?



Al hilo de estas preguntas no hace mucho pude leer una conferencia de Marchioni, un sociólogo que defiende a capa y espada el poder de una sociedad organizada, en la que explicaba una perogrullada, pero tendemos a olvidarla, la base de todo es la sociedad y ella es la que debe tomar las decisiones, siempre. Por ello se debe permitir a la gente que sea partícipe de su propia salud. Para ello hay que dar la formación e información necesarias, las administraciones deben permitir que se creen las redes sociales necesarias y sólo así, la salud será más participativa. Luego los centros de salud, deben crear equipos de trabajo que conjuntamente con dicha red social fuerte, concienciada y movilizada en la localidad, trabajen conjuntamente para desarrollar los proyectos sanitarios que sean los más adecuados para su entorno.
El sumatorio de este trabajo, al final, es una sociedad más responsable de su propia salud, con una mayor implicación con el servicio público y un mejor uso del mismo y, en consecuencia, un mejor desarrollo del sistema sanitario, dado que éste aumenta en eficacia, calidad y eficiencia.

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