domingo, 22 de febrero de 2009

libertad de expresión


Extraños tiempos corren para la libertad de expresión. Cuando nos susurran al oído que somos libres que nuestras palabras, con un ordenador, y una línea de teléfono podemos decir lo que queramos y este mensaje podrá ser leído, sin censura en el otro confín del mundo, salvo que un malvado dictador lo prohiba. Cuando nos garantizan que en las modernas democracias, en las que podemos elegir a nuestros representantes y que la censura, el encarcelamiento de periodistas o su muerte, es cosa de repúblicas bananeras o de tiranías. Podemos desayunarnos una mañana con un periodista muerto en Rusia… ¿Casualidad? Sería esto, sino fuese porque desde el 2000 han muerto ya una veintena, según denuncia Reporteros Sin Fronteras.

Estos últimos días hemos podido leer la sentencia del caso de la periodista Anna Politkovskaya, periodista del bisemanario independiente Novaya Gazeta, abatida el 7 de octubre de 2006 en Moscú. Esta periodista crítica con la gestión del régimen de Putin fue asesinada, supuestamente (claro) por tres hombres, uno de ellos ex policía. Ahora el tribunal ruso competente ha declarado la inocencia de estos tres acusados.

Así Reporteros sin Fronteras ha denunciado repetidamente el oscurantismo que rodea el poder, casi oligárquico, que existe en Rusia. Ya que éste no permite ni un periodismo independiente, que quiera buscar la verdad y sea crítico. Ni a su vez admite una lucha por los derechos humanos dentro de sus fronteras. En casos como la guerra con Chechenia. Casualmente, la muerte de Anna Politkovskaya se produjo cuando preparaba un reportaje sobre las torturas sistemáticas en Chechenia.

Así estas tristes noticias, que protagonizan los que las escriben o les dan el soplo de vida necesario para que las conozcamos. Nos deberían hacer reflexionar, hasta que punto gozamos de dicha libertad y ser capaces de no dejarnos llevar por los tópicos que nos hablan de las democracias como páramos de libertad inexpugnables, porque dentro de ellas hay gobiernos que favorecen, fomentan los recortes de libertades o dificultan la libertad de expresión.

Lo dicho malos tiempos para la libertad de expresión en algunas democracias…

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